Prácticas de riesgo
El 50% de las chicas jóvenes teme sufrir violencia sexual
Un barómetro de la FAD y Fundación Mutua Madrileña indica que el 40% de las personas de entre 15 y 29 años ha intervenido en una pelea
El género y la edad condicionan de forma importante el comportamiento que se manifiesta frente a las actividades de riesgo. En este sentido, las cifras de los hombres destacan por encima de las mujeres en todas las cuestiones estudiadas por el «IV Barómetro Juvenil. Salud y Bienestar», elaborado por la Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud a partir de 1.500 encuestas a jóvenes de entre 15 y 29 años. Una de las principales conclusiones del estudio, que se adentra en las actividades de riesgo de los jóvenes y en su percepción de inseguridad cuando las asumen, es que más de la mitad de las jóvenes encuestadas opinan que pueden llegar a sufrir violencia sexual (un 51,5%), lo que supone 28 puntos porcentuales más que en los hombres (23,7%).
A nivel general, se observa una cierta disminución entre los años 2021 y 2023 en la realización de comportamientos de riesgo con alta frecuencia. Así, otro de los «puntos calientes», la participación en peleas con cierta asiduidad, pasó de un 1,6% en 2017 a un 4,7% en 2019, para incrementarse de forma espectacular en 2021 (11,1%) y quedarse en un 9,2% en 2023. No obstante, el porcentaje sube hasta un 31,7% cuando se admite haber tomado parte en una pelea alguna o pocas veces.
En lo que respecta a la práctica de relaciones sexuales sin protección, cuatro de cada diez encuestados declararon que nunca tienen relaciones sexuales de riesgo (42,9%), mientras que tres de cada diez indican que las tienen de vez en cuando (pocas veces o alguna vez) , y casi dos de cada diez reconocen que lo hacen con frecuencia (19%).
El estudio muestra asimismo un descenso en la proporción de jóvenes a quienes les parece asumible emborracharse sin perder el conocimiento (del 26,3% de 2021 al 17,6% actual).
Las conductas de riesgo al volante, sin embargo, son habituales: un 21,2% de los jóvenes ha conducido tras fumar porros, mientras que un 9,1% lo ha hecho de forma recurrente; un 15,7% lo ha hecho tras consumir cocaína, speed o pastillas –de los que más de la mitad lo han hecho con mucha frecuencia–, y uno de cada cuatro ha conducido tras beber alcohol, aunque son menos (7,5%) los que lo hacen de forma habitual.
Después de la pandemia de covid se observa que, de forma global, los jóvenes se arriesgan menos, aunque admiten que les compensa más realizar determinadas prácticas pese a la inseguridad que perciben en ellas. El comportamiento más normalizado es la práctica de deportes de riesgo (casi uno de cada cuatro encuestados considera que las ventajas de practicarlos compensa los posibles riesgos), y la práctica que se considera que compensa menos es la de publicar fotos íntimas en redes sociales (solo un 7,8% asume el riesgo frente a l 76,6% que no lo hace).
En opinión de Beatriz Martín Padura, directora general de Fad Juventud, «comprender cómo las y los jóvenes se enfrentan a los comportamientos de riesgo permite identificar las estrategias más efectivas para prevenir problemas de salud y promover comportamientos saludables. Si conocemos los desafíos a los que se enfrentan y las formas en que abordan los comportamientos de riesgo, podemos diseñar programas y políticas más adecuados y adaptados a sus necesidades», señaló.
Por su parte, el director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin, considera que el barómetro «permite ver la evolución de las conductas en la juventud y detectar puntos de intervención para lograr eliminar ciertos comportamientos extendidos que puedan comprometer la salud pública».
Por otra parte, el estudio se refiere también al deterioro de la salud mental de la población joven al mismo tiempo que alerta sobre el incremento en la ideación suicida de los jóvenes, informa Efe. De esta forma, advierte de que por primera vez desde que se realizan los barómetros (2017) la proporción de jóvenes que nunca han experimentado ideas de suicidio (47%) es menor que la de los que sí las han tenido alguna vez (48,9%).
También han ido en aumento en los últimos años el resto de porcentajes: uno de cada 4 jóvenes ha experimentado alguna vez ideas suicidas (23,8%), un 11,3% piensa en el suicidio con cierta frecuencia y el 13,8% experimenta ideas de suicidio con mucha frecuencia o continuamente.
Al contrario que el propio acto suicida, mucho más presente en ellos que en ellas, según indica el estudio, en la ideación suicida la variable de género no marca diferencias importantes. Por grupos de edad sí se observa una tendencia a reducirse la frecuencia a medida que se incrementan los años (un 27,7% de jóvenes de 15 a 19 años experimentan ideas de suicidio con alta frecuencia, frente a 20,3% en jóvenes de 25 a 29 años).
Además, el barómetro indica que las chicas tienen una visión más negativa sobre su estado de salud y un estilo de vida menos saludable, sobre todo las que afirman ser de clase social baja o media baja y quienes afirman tener carencias materiales severas. De esta forma, seis de cada diez chicos (59,25) consideran tener buena o muy buena salud, frente al 48,4% de las féminas.
Relacionado con esto, un 17,4% de ellas no realiza ejercicio físico, tampoco el 9,7% de los chicos, aunque un 11,3% de las mujeres se pone a dieta de forma frecuente, frente al 6,2% de los hombres.
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