El 30% de los niños y adolescentes tiene o ha tenido ideas suicidas

El empeoramiento de la salud mental en España postpandemia es un hecho que ya se venía advirtiendo desde el segundo año de la crisis sanitaria. Aunque los casos de ansiedad, depresión y trastornos del estado de ánimo en general se han multiplicado en todos los sectores de la población, en el caso de los menores las cifras son aún más alarmantes.

Hasta el 47% de los adolescentes sufrió síntomas de depresión y ansiedad tras la pandemia, un 30% tiene o ha tenido ideas suicidas,906 intentaron quitarse la vida durante los primeros ocho meses de 2022 –la cifra más alta de la última década– y los suicidios consumados en el grupo de edad de los 12 a los 15 se han triplicado desde 2019, llegando a 14 casos en 2021. De hecho, el suicidio ya es la segunda causa de muerte en menores en España, solo por detrás de los tumores.

El suceso de las gemelas de Sallent ha vuelto a poner encima de la mesa un grave problema social que, en opinión de la mayoría de los expertos que se dedican a su abordaje, es multifactorial y requiere una respuesta seria: una estrategia nacional de protección y prevención frente al suicidio.

Sin plan nacional

Psiquiatras y psicólogos piden «más recursos» y que el Gobierno y las comunidades autónomas dejen de «poner parches» a una realidad que evidencia que algo muy grave está fallando en nuestra sociedad. «Necesitamos la puesta en marcha de planes nacionales de concienciación y prevención de la aparición de ideas de muerte y conductas autolíticas, así como favorecer la puesta en marcha de dispositivos preparados para este tipo de patología», indicaron los más de 400 los expertos reunidos la semana pasada en el I Congreso Nacional de Salud Mental Infanto-Juvenil.

Los especialistas están de acuerdo en que lo que hay detrás de esta lacra social son factores como la falta de medios para tratar las depresiones, angustias y trastornos mentales de niños, adolescentes y jóvenes, el exceso de respuestas medicalizadas o la automedicación –un 25% de los jóvenes toma psicofármacos–, la falta de profesionales , el abuso del alcohol y de las drogas –que cada vez se produce en edades más tempranas–, la disfunción familiar, el rechazo social, internet y las redes sociales y la baja respuesta sociosanitaria, educativa y familiar.

Gemelas de Sallent

Continúan las investigaciones para esclarecer las causas del suicidio de la niña fallecida tras precipitarse el pasado martes por un balcón, junto a su hermana gemela, que resultó herida grave, en Sallent (Barcelona). El Govern activó el viernes la Unidad de apoyo al alumnado en situación de violencia (Usav) que actuará en coordinación con los profesionales de Bienestar Emocional; así como también se puso en funcionamiento el Equipo de Asesoramiento y Orientación Psicopedagógico (EAP) y el Programa de Bienestar Emocional, para acompañar s su entorno en el duelo.

Familiares y amigos han despedido esta mañana en Sallent a Alana. Numerosas personas han acudido al tanatorio de este municipio de Barcelona para dar el último adiós a la joven, entre las que se encontraba el alcalde de la localidad, Oriol Ribalta, que ha decretado tres días de luto por la muerte de la menor.

El juez responsable del caso ya dispone del informe de los Mossos d’Esquadra, según el cual el suicidio de la menor se pudo deber a múltiples causas. Los investigadores trabajan con la hipótesis de que podría haber un cúmulo de circunstancias que llevaron a las hermanas a esta situación límite, entre ellas, que sufrieran acoso escolar o los problemas vinculados a la identidad de género de la fallecida, que se había cortado el pelo y había pedido a su entorno que la llamaran Iván y no Alana.

También indagan si las dos hermanas, de origen argentino, tenían problemas de integración. El departamento de Educación ha puesto en marcha una investigación para saber porque no se había activado el protocolo de acoso escolar en el centro educativo al que asistían las gemelas.