Entre 1 y el 3% de los adultos y entre el 4 y el 6% de los niños sufre algún tipo de alergia o intolerancia a alimentos, según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Las alergias alimentarias se producen por una reacción adversa del sistema inmune a un determinado alimento cuando la persona entra en contacto con él, generalmente al ingerirlo aunque, en los consumidores más sensibles, también al tocarlo u olerlo. Aunque muchas personas con alergias alimentarias experimentan síntomas leves cuando se exponen a los alimentos desencadenantes, algunas se enfrentan a consecuencias potencialmente mortales.

Los alimentos implicados con mayor frecuencia y que causan las reacciones más graves son los cereales que contienen gluten, los crustáceos, huevos, pescados, soja, leche, cacahuete y otros frutos secos. Para los afectados, la única forma de evitar una alergia alimentaria es no consumir los alimentos que las causan. Ahora, un estudio de la Universidad de Flinders en Australia ha logrado resultados prometedores en personas alérgicas a los cacahuetes empleando, precisamente, cacahuetes hervidos. Los resultados, publicados en ‘Clinical & Experimental Allergy’, muestran que hasta el 80 por ciento de los niños con alergia se volvieron insensibles al fruto seco.

Tratamiento eficaz en el 80% de los casos

El ensayo clínico se basó en una investigación anterior realizada por el autor principal y profesor asociado de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Flinders, Tim Chataway, que mostraba que el calor afecta a la estructura de la proteína y las propiedades alérgicas de este fruto seco, lo que significa que es menos probable que cause una reacción alérgica grave. Primero, administraron dosis pequeñas de cacahuetes hervidos a los niños para desensibilizarlos parcialmente, que luego fueron en aumento. Cuando no mostraron signos de una reacción alérgica, se les suministraron dosis de cacahuete tostado para aumentar su tolerancia en la siguiente etapa del tratamiento, explicó el doctor Chataway.

Para lograr este proceso de varios pasos conocido como inmunoterapia oral, los investigadores pidieron a 70 niños alérgicos de entre 6 a 18 años que consumieran los cacahuetes hervidos durante 12 horas durante 12 semanas, cacahuete hervido durante 2 horas durante 20 semanas y cacahuete tostado otras 20 semanas. Los resultados muestran que 56 de los 70 (80%) participantes se volvieron insensibles a la dosis objetivo de cacahuete. Se informaron eventos adversos relacionados con el tratamiento en 43 (61%) de los participantes; sin embargo, solo 3 tuvieron que abandonar del ensayo, lo que demostró un perfil de seguridad favorable. Los autores de la investigación afirman que este ensayo clínico podría ayudar a desarrollar una vía de tratamiento novedosa para reducir el riesgo de exposición accidental y mejorar significativamente la calidad de vida de los niños alérgicos a los cacahuetes y sus cuidadores.