Entrevista

El día de la festividad de San José el Padre Ángel celebró su boda de diamante como sacerdote

El sacerdote ha cumplido 60 años ayudando al prójimo. Desde 2015 está al frente de la Iglesia de San Antón, abierta las 24 horas del día, y que da refugio a los más necesitados

El padre Ángel, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1994, fundador y presidente de Mensajeros de la Paz
El padre Ángel, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1994, fundador y presidente de Mensajeros de la PazJavier CebolladaAgencia EFE
El Padre Ángel con Nuria González, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa
El Padre Ángel con Nuria González, Isabel Preysler y Mario Vargas LlosaMensajerosde la PazMensajeros de la Paz

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, amigos del Padre Ángel desde hace muchos años, han querido dedicarle estas emotivas palabras al Padre Ángel, con motivo de sus 60 años como sacerdote: “ElPadre Ángel hace un trabajo extraordinario con Mensajeros de la Paz. Ha viajado por medio mundo y, de hecho, le conocí en Bagdad cuando las fuerzas estadounidenses acababan de ocupar la ciudad. Su voluntad de paz y ayuda ha sido enorme y sigue ahí en la lucha, sin distraerse, derramando su generosidad y su amor a todos los que lo necesitan. Isabel y yo tenemos la alegría de ser sus amigos y apoyamos su trabajo con todo nuestro esfuerzo”

De la misma manera, otros celebrities amigos como Nuria González, Fernando Fernández Tapias, Enrique Cerezo, Alejandra y Richard Gere, Massumeh, Yolanda González y Tamara Falcó Preysler, Marquesa de Griñón han querido apoyar y arroparle en una fecha tan especial con estos testimonios:

“Conocí al Padre Ángel gracias a Fernando. Junto al Padre, he pasado algunos de los momentos mas felices y también mas tristes de mi vida, pero el siempre esta cuando lo necesitas. Poder colaborar con Mensajeros de La Paz, me ha dado la oportunidad de ver la persona que es. Su vida por y para los demás. Ojalá existieran mas personas en el mundo como el. Seria un mundo lleno de amor. (Nuria González)

“Para Nuria, Iván, Alma y para mí, el Padre Ángel es alguien muy especial. Porque es un ser excepcional y su labor hacia los demás lo avala. (Fernando-Fernández Tapias)

El Padre Ángel junto a Alejandra y Richard Gere.
El Padre Ángel junto a Alejandra y Richard Gere.Mensajeros de La Paz.

“El Padre Ángel es una de esas personas completamente únicas, que es abierta, veraz, honesta e impecablemente motivada. Nunca hay duda de dónde viene. El desinterés que manifiesta continuamente es completamente auténtico. Ha inspirado y ayudado a tanta gente, y continúa haciéndolo día tras día. Gracias Padre Ángel por ser una luz para todos los seres”. (Alejandra y Richard Gere)

“Felicitar al Padre Ángel por sus 60 años de sacerdocio. También colabora mucho con la Fundación Atlético de Madrid. Este año para el padre Ángel ha sido un año de mucho trabajo. Ha apoyado a todo el mundo, llegando a contabilizar 30.000 personas en proyectos y campañas en todas partes del mundo. Desde el Atlético de Madrid, no tenemos más que palabras de agradecimiento al Padre Ángel y que siga trabajando con la gran familia de Mensajeros de la Paz, para que todo el mundo siga más unido. Un fuerte abrazo al Padre Ángel.” (Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid)

“Enhorabuena por su gran labor en la ayuda a los más desfavorecidos y vulnerables, y muchas gracias también por su incansable trabajo de acción social, siendo un honor para mí colaborar con Mensajeros de la Paz” La empresaria Massumeh, creadora de la marca de cosméticos de lujo que lleva su nombre.

El Padre Ángel con Tamara Falcó
El Padre Ángel con Tamara FalcóMensajeros de La Paz.

“Hay pocas personas tan cariñosas y entrañables como el Padre Ángel. Desde que era una niña recuerdo su sonrisa, pero lo peculiar es que él se acordase de mí. Pero, es más: ¡se acordaba de la donación que hice a los 9 años de mi hucha de cerdito, que hasta yo ya había olvidado! Él es el árbol que no ha parado de dar fruto y que cada vez que le hemos necesitado, siempre ha estado dispuesto a ayudar” (Tamara Falcó Preysler, Marquesa de Griñón).

El Padre Ángel junto a Massumeh y Nasrin Zhiyan
El Padre Ángel junto a Massumeh y Nasrin ZhiyanMensajeros de La Paz.

“El Padre Ángel es una de esas personas que Dios te manda para que podamos ver que los Santos existen, son esas personas que se entregan sin descanso para hacer el bien. Personas como él son las que consiguen que el mundo en el que vivimos sea lo más justo posible para todos. Doy Gracias por tenerle cerca.” La empresaria, Yolanda González.

El pasado día 19 de Marzo fue el aniversario de sus sesenta años de sacerdocio.

Ángel García, más conocido como el Padre Ángel, nació en Asturias el 11 de marzo de 1937, es un sacerdote y filántropo católico español. Ha logrado hacer realidad el sueño que tuvo siendo un joven sacerdote, fundando en un principio el orfanato “La Cruz de Los Ángeles” en Oviedo, el prólogo de lo que es hoy Mensajeros de la Paz, Premio “Príncipe de Asturias” de la Concordiaen 1994 y candidato al Premio Nobel de la Pazen 2017, está presente en 47 países y atiende a sectores desfavorecidos: infancia, menores, discapacitados, mujeres en riesgo, personas mayores, personas en riesgo de exclusión social, refugiados y países naciones que han sufrido desastres naturales o humanos. . Hasta hoy, más de 50.000 niños han pasado por sus casas de acogida, consiguiendo un futuro mejor. Desde 2015, el Padre Ángel, está al frente de la Iglesia de San Antón (C/ Hortaleza, 63, Madrid), abierta las 24 horas del día y que da refugio a los más necesitados.

El padre Ángel saluda a la Reina Emérita Sofía
El padre Ángel saluda a la Reina Emérita SofíaMensajeros de La Paz.

Hoy tengo el honor de conversar con el Padre Ángel en la Iglesia de San Anton. Una iglesia que nos recibe a todos por igual, con los brazos abiertos, sin discriminación alguna

-Enhorabuena por sus 60 años como sacerdote y por todos sus logros. Fue el pasado 19 de Marzo. ¿Dónde y cómo pasó ese día tan señalado?

-Pues debido a la Covid lo pasamos en la Iglesia de San Antón, en el jardín que nos prestaron los arquitectos. Podría haber ido mucha más gente; vinieron dos cardenales, uno de ellos al que quiero mucho y que se llama Aquilino Bocos, emérito y mayor. Y también el cardenal de Madrid, que me sigue y me persigue, igual que yo a él. Nos queremos, lloramos nuestras penas y sonreímos más que llorar. Lo celebramos con todos los sacerdotes de San Antón, con todos los “sin techo” y con gente de Mensajeros de la Paz. Fue un día precioso para recordar nada menos que 60 años de sacerdocio y de hablar a Dios de los hombres, y a los hombres de Dios, que es lo único que tenemos que hacer los curas, o por lo menos una de las cosas más importantes. Hay que sentarse y tener esperanza, sobre todo en estos dos últimos años de pandemia y de tantas personas que se iban. Hablar a los hombres de Dios a veces es más difícil, porque a veces no lo entiendes cuando vienen todas esas miserias. Pero hablar a Dios es mucho más sencillo. En una ocasión alguien me preguntó que si alguna vez me enfadé con Dios, y le dije que sí, y me contestó pero que Dios conmigo no. Yo le dije que por qué Dios se iba a enfadar conmigo si yo no hice nada, y él me respondió que Dios tampoco había hecho nada para que yo me enfadase con él. Esto pasa igual con los hijos y con los padres.

-Siempre se ha dicho que lo que impulsa a las personas se encuentra en su infancia. ¿Qué parte de su infancia se refleja en su vida y en sus proyectos?

Toda. La infancia de todos, no sólo la mía. La infancia siempre se recuerda con un cariño especial, primero porque se recuerda la familia, la casa, los padres, los amigos de los padres, pero también por el fallecimiento de los abuelos, que son los primeros que se te van. En mi caso fallecieron muchas personas por trabajar en la mina, ya fuera por silicosis o por accidentes. Y a mucha gente los mataban con un tiro en la cabeza en el monte, por ideales políticos. Y eso a los niños se nos queda muy grabado en la cabeza.

-Usted transmite amor, generosidad y paz. Cuándo descubrió usted su vocación?

-Cuando somos niños siempre nos preguntan qué queremos ser de mayores, y normalmente se dice médico, futbolista, pero yo quería ser cura, pero no porque fuese una vocación, porque eso es un vocablo que se ha inventado la gente y que yo no entiendo. Si no porque yo admiraba al cura de mi pueblo, que siempre andaba consolando a las viudas o a los niños huérfanos que les habían matado a los padres.

-¿Cuál es su mayor fortaleza?

-Mi mayor fortaleza, sin duda alguna, es estar con las personas, y en una gran parte, la Fe.

-¿Cuáles eran sus asignaturas preferidas en el colegio?

-Sin duda alguna la Historia, y no había ninguna asignatura que fuera de utopías y aventuras, porque esa hubiera sido la que más me hubiera gustado.

-¿Qué personajes le inspiraron cuando era un niño?

-Por una parte, sin duda mis padres. Yo creo que fueron los que más influyeron en mi vida, y también hubo personas, como el cura de mi pueblo, San Juan Bosco, o Julio Verne con sus libros, como “La vuelta al mundo en 8

0 días”.

-¿Estaban sus padres sorprendidos por su decisión de hacerse sacerdote?

-No, para nada. Mi padre era muy católico, apostólico y romano y tenía un hermano cura. Mi madre, en cambio, no creía en nada de eso. Pero cualquier decisión que hubiese tomado, aunque fuese hacerme aviador, les hubiera gustado. Creo que en eso me respetaban.

-Cuénteme algún recuerdo importante de su niñez.

-Hay muchos, pero en una ocasión tiré un banco. En esa época no solo había que llevar los libros al colegio, sino que también había que llevar también hasta el banco donde te sentabas, que era pequeño. Recuerdo que teniendo dos o tres años, me expulsaron de la escuela. Fueron a quejarse a mi madre, pero no me castigó, por lo que creo que algo de razón debía llevar yo. Debió ser una rabieta de niño.

-¿Si no fuera sacerdote, ¿qué sería?

-Médico, o maestro, pero nunca abogado. Pero lo que a mí me gusta es ser cura, y lo seguiré siendo toda mi vida.

-¿Cómo ve la Comunidad Católica a la Iglesia de San Antón?

-Al menos la respeta, que al principio dudaba, pero no he encontrado a nadie que no le guste una iglesia abierta 24 horas, que dé de comer, de desayunar, que tenga psicólogos, médicos. La Iglesia siempre fue pionera en obras sociales, sobre todo en lugares de Misiones. Las Misiones en la selva no tenían un lugar, un edificio como aquí para sentarse los señoritos. La Iglesia en la selva es como la Iglesia de San Antón, para curar heridas, un hospital de campaña, como el Papa Francisco dijo tantas veces, que convirtiéramos la Iglesia, pero no en palacios y con tantos oropeles.

-¿Cuáles son los mayores retos de la Iglesia de San Antón?

-Seguir abierta, seguir creyendo en la gente, y seguir acariciándola. Es tan sencillo que a veces cuando a alguien le gusta tanto, cree que lo que hemos hecho es algo tan extravagante, tan hermoso, tan precioso, tan caótico, pero realmente lo único que hemos hecho es tener sentido común, que haya wifi, agua bendita, baños para poder ir en caso de necesidad, café o algo caliente. Hay iglesias en las que si te da un apretón, no tienes a dónde ir. Los curas sí, porque tienen el privilegio de tener una sacristía, o no tienen una fuente con agua. Incluso en la ciudad de Madrid, con motivo de la pandemia, hasta quitaron las fuentes de la calle. Hoy, la gente pobre, o que no tiene un euro, no puede comprarse ni un litro de leche ni agua para beber en la calle.

-Y ahora, ¿cuál es la labor más importante que está haciendo la Iglesia de San Antón?

-Sin duda alguna, seguir ayudando a la gente, darles de comer y darles de vestir. Es curioso, hubo una época en la que lo más importante eran los proyectos, y sin embargo, ahora lo más importante es darles de comer y de beber.

El Padre Ángel con el Papa Francisco
El Padre Ángel con el Papa FranciscoMensajeros de La Paz.
El Padre Ángel recibe de manos del entonces Príncipe Felipe el Premio de la Concordia
El Padre Ángel recibe de manos del entonces Príncipe Felipe el Premio de la ConcordiaMensajeros de La Paz.

-Mensajeros de la Paz está presente en más de 50 países y atiende a sectores desfavorecidos, como la infancia, los menores, mujeres en riesgo, refugiados. ¿Cómo puede abarcar tanto?

-Gracias a voluntarios, cooperantes, trabajadores… Esto es una familia grande que cree en lo que hace. Esto no es una obra de una persona, ni siquiera de un equipo de 12 o 15 personas. Esto es una obra de miles de personas, y que cada uno está en su país, o en su autonomía. Yo estoy feliz y creo que hemos acertado en trabajar en común y no ser personalista.

-¿Qué impacto tuvo la carta que envió en 2019 a los líderes de los principales partidos que se presentaban a las elecciones, en las que pedía que combatieran la exclusión?

-Pues me pareció que era una carta salida del corazón y salida de la gratitud, porque era un momento en el que se estaban muriendo muchas personas, y de hecho a mí se me murieron cientos de personas en las residencias, y yo quería agradecer todo lo positivo que habían hecho. Incluso había un diputado que por la noche traía en su propio coche, mascarillas. Yo quería agradecerles, a los líderes de los partidos, tanto de un signo como de otro, todo lo que habían hecho, y animarles a que siguieran haciéndolo, y también pedirles que ellos, personalmente, nos ayudaran. Hay quien dice que yo no podía escribirles a todos lo mismo.

El Padre Ángel con José Luis Martínez-Almeida
El Padre Ángel con José Luis Martínez-AlmeidaMensajeros de La Paz..

-A usted le dieron el premio Rainbow, junto a los Javis y Esteban Ibarra, por su compromiso contra la homofobia y la transfobia. Hábleme un poco de su apoyo al colectivo LGTBI.

-Yo creo que no es apoyo. Lo único que hago es actuar normal, y si alguien viene aquí a pedirme una bendición, a pedir un bocata o cualquier otra cosa, yo no le pregunto cuál es su ideología o su orientación sexual. Pero esto lo he dicho desde que nací y desde que que soy cura. Y algunas veces hay quien me ha recriminado por decirle que si yo puedo bendecir un objeto, una medalla, una casa, un coche o un animal de compañía, como bendecimos miles de animales aquí, ya sería el colmo que alguien me dijera que yo no puedo bendecir a un hombre, aunque sea un criminal, aunque esté loco o esté enfermo. Si Jesús vino de una manera especial a bendecir a los que estaban perdidos, y teniendo en cuenta que todos somos iguales… Yo, en esta materia, ya no entro. Me ofende que me pregunten si yo puedo bendecir o darles la comunión. Lo que no puedo es dar los sacramentos, pero no solo a los gays, si no tampoco a alguien que no se haya separado como Dios manda, por la Iglesia. Da la sensación que bendecir es un pecado. Además, estoy en contra de los que no bendicen, o que maldicen, que es mucho peor aún.

-El Hogar de oportunidades lo habéis abierto ahora para cubrir las necesidades de las mujeres victimas de violencia de género y por ser vulnerables económicamente. En la plantilla de Mensajeros de la Paz hay muchísimas mujeres. ¿Qué papel le da usted a la mujer en la sociedad actual?

-En la Asociación del Club de los Ángeles como en la de Mensajeros de la Paz casi el 90% de los trabajadores y de los voluntarios son mujeres, y por algo será. Pero tampoco hay que empezar a discriminar y a decir lo de la cuota. Hay tantas mujeres porque llegaron antes que los hombres, pero si la mayoría fueran hombres, sería lo mismo. No tenemos que caer en esa tentación de la prioridad, sino que tenemos que caer en la tentación de querer a la gente y amarla. Por eso, cuando me hacen esas preguntas, yo creo que tienen trampa, sin duda alguna. Paz y Gloria.

El Padre Ángel junto a Blanca y Borja Thyssen
El Padre Ángel junto a Blanca y Borja ThyssenMensajeros de La Paz.

-Asistió como invitado a la boda Belén Corsini y Carlos Fitz-James Stuart, hijo pequeño de su gran amigo el Duque de Alba. ¿Qué recuerdos tiene de esta celebración?

-Que fue un placer estar allí. Yo creo que es un signo de amistad que me honra el que, en los actos familiares de ellos, sobre todo el Duque de Alba, no en esta ocasión, pero en varias mas, me ha llamado y viene el también por la iglesia a contactar con nosotros. Recordábamos mucho a la Duquesa de Alba, pero también se recordó a todos que habían ido en la pandemia. Muchos familiares. En las bodas se hablaba del amor. Había una cosa preciosa que era todos los que estábamos allí fuéramos curas o no, matrimonios o no matrimonios o novios, pedíamos que nos diéramos el si te quiero los unos a otros. Yo creo que eso es lo mas bonito.

-¿Cómo se puede colaborar ahora mismo con esta labor que realizan?

-Pueden hacer las donaciones en nuestra web: www.mensajerosdelapaz.com

Nasrin Zhiyan es cofundadora de Massumeh.