Desgarrador relato

“Un dolor en el alma que asfixia”, el dramático adiós del padre de Lara Arreguiz

La joven de 22 años falleció por coronavirus tras esperar horas tumbada en el suelo sin ser atendida

La foto de Lara Arreguiz, tendida en el suelo, se volvió viral en Argentina
La foto de Lara Arreguiz, tendida en el suelo, se volvió viral en ArgentinaFacebook: Claudia Sanchez

Alejandroes elpadre de Lara Arreguiz, la joven desolo 22 años que falleció el pasado viernes a causa de la Covid-19mientras esperaba a ser atendida por los sanitarios tumbada en el suelo del pasillo de un hospital. Tras despedir a su hija, narra sus últimos días y le dedica unas desgarradoras unas palabras.

Lara vivía en Esperanza, Santa Fe, donde estudiaba en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Amaba los animales, vivía con tres perros, dos gatos y dos serpientes. Además, era voluntaria de la organización “S.O.S. Caballos”.

Todo comenzó el jueves 13 de mayo. Lara ya tenía síntomas de la enfermedad y avisó a sus padres. “Al volver del gimnasio, se bañó y se sentó cerca de una estufa porque hacía frío. Justo en ese momento chateó conmigo, le pregunté cómo estaba y me dijo que tenía mucha tos,que seguro le hizo mal el calor de la estufa”, relató Alejandro al medio local Info Mercury.

Pero al día siguiente, Lara seguía con tos y llamó a su madre para que la fuera a buscar. L”a trajimos a Santa Fe y la mamá le hizo unas nebulizaciones y unos pafs, pero seguía ahogada”, explicó. Entonces, decidieron llevarla al hospital. “La sentaron en una silla de ruedas porque no había camas, le hicieron unas placas y la citaron para dos días más tarde para hisoparla. La llevamos de nuevo a casa”.

“Olía que algo malo podía estar pasando”

Tenía Covid. Las placas mostraron pulmonía bilateral.En solo dos días era impresionante como avanzó y le tomó ambos pulmones, por eso se ahogaba”. En el centro de salud les dijeron que volvieran a su casa y que continuaran con las nebulizaciones. “Se volvió a ahogar”, recordó el hombre, por lo que decidieron llevarla otro hospital.

“Estaba lleno de gente, nadie nos atendía.Hasta que ella se descompensó y cayó al suelo. Ahí fue cuando un médico o enfermero que pasó, la levantó y se la llevó a la guardia. Ahí le administraron oxígeno y se calmó. Pero nos dijeron que no había camas, así queestuvo allí hasta que nos avisaron que en otro centro había una cama para ella, la llevaron en ambulancia y la pusieron en una sala común de Covid”, indicó.

Al día siguiente, los médicos pasaron a Lara a una sala intermedia para controlar sus niveles de azúcar. “Las enfermeras nos decían que nos tranquilizáramos, que ella era una chica joven y fuerte. Yo la iba a visitar todos los días, solo 15 minutos mediante una ventana. Fue muy duro verla ahí sola sin poder hacer nada. La mamá estaba aislada con Covid y no podía visitarla”, relató.

“El jueves 20 me mandaron mensaje desde el hospital preguntando si no quería ir a verla un ratito. Me pareció raro, olía que algo malo podía estar pasando. Ella era súper pegada a mí, me había pedido que le llevara manzana rallada, una musculosa y una toalla,así que preparé un bolsito y me fui para allá”, expresó.

Cuando Alejandro llegó al hospital, vio a su hija acomodada de costado con una máscara de oxígeno.“Me miraba y me hacía señas de que estaba ahogada. Cerraba sus ojitos. Yo me quebré, no podía verla así.Vinieron unos enfermeros y me dijeron que ella me tenía que ver bien, que me fuera a mi casa y que le iban a avisar las novedades a su mamá”. Al llegar a su casa, le avisaron que habían intubado a Lara. “A las tres de la mañana del viernes nos avisaron que falleció”, recordó.

“Era un ángel, una chica sin maldad”

Alejandro describió a su hija como “un ángel, una chica sin maldad”. “Conmigo era seria, medio seca, pero yo sé que me amaba, ella era mi debilidad”, afirmó. “A mí se me murió un hermano, pero mi mamá siempre me decía que no hay dolor como la muerte de un hijo. Y es así, tal cual, un dolor en el alma que asfixia”.

El padre contó que tras la noticia de su fallecimiento, tuvo que buscar el DNI de Lara entre sus pertenencias que estaban en el hospital. “Estaban dentro de una mochila. Cuando meto la mano para buscar el documento, encuentro cuatro fotos mías con ella. Me mató. No se porque las llevó, quizás se la veía venir o tenía mucho miedo

“La gente no entra en razón de lo que está sucediendo. Muchos dicen que todo esto es mentira. Pero cuando te toca en carne propia, hay que vivirlo y es lo peor que te puede pasar, estar de hospital en hospital con un ser querido y no tener una cama o un médico que te ayuden.Espero que lo que nos pasó sirva para concientizar a la gente, que esto le puede pasar a cualquiera”.