Sanidad decidirá la semana que viene sobre las segundas dosis de AstraZeneca

El enfado de algunas comunidades por la paralización de la vacunación con AstraZeneca está “in crescendo”. No comprenden que se guarden dosis en el congelador mientras sigue habiendo miles de contagios diarios y más de un centenar de fallecimientos por Covid. Como la vacuna de Oxford solo se puede usar en personas mayores de 60 años, en Andalucía ya hay un excedente de alrededor de 200.000 dosis y de 70.000 en Murcia. Esta semana se prevé que termine la inoculación de la primera dosis al grupo de edad de 60 a 70 años en Madrid, Extremadura, Comunidad Valenciana y Castilla-la Mancha, por lo que deberán guardar también las nuevas dosis de AstraZeneca que vayan llegando a la espera de una decisión del Ministerio. Cataluña, Castilla y León y Galicia también se han sumado a esta petición de eliminar el límite de edad en 60 años, aunque todavía no han tenido problemas de excedente.

Esta tarde, en el pleno del Consejo Interterritorial, los representantes de Andalucía y Madrid han llevado este asunto a debate y han vuelto a exigir que se reanude “ipso facto” los pinchazos con AstraZeneca en toda la población. La ministra, ante este ultimátum, les ha asegurado que la decisión sobre las segundas dosis se tomará finalmente la semana que viene en la Comisión de Salud Pública. “La comisión de salud publica tomará la semana que viene una decisión sobre las segunda dosis. Los técnicos tendrán a su disposición los informes observacionales de los países que han aplicado Pfizer y los ensayos clínicos disponibles para que tomen la mejor de las decisiones”, ha anunciado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en rueda de prensa. En la comisión de la semana que viene se estudiarán las conclusiones del ensayo del Carlos III que ha evaluado en 600 voluntarios vacunados con una dosis de AstraZeneca la idoneidad de una pauta combinada con Pfizer.

Pero muchas comunidades piden que se respete la decisión de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que ha vuelto a insistir en que lo mejor es completar la vacunación con el mismo fármaco. Ayer, en el pleno del Consejo Interterritorial, el consejero de Salud de Andalucía, Jesús Aguirre, volvió a pedirle autorización a la ministra para administrar sin más tardar las 200.000 dosis de AstraZeneca que permanecen guardadas a los 500.000 andaluces que tienen puesta la primera inyección y también a todo aquel que quiera de forma voluntaria. Por la mañana, en una entrevista en “Espejo Público”, Aguirre denunció que “no hay justificación desde el punto de vista científico para paralizar la vacunación de todo un país” con Astrazeneca por el hecho de que se esté haciendo un estudio con 600 personas. “En la nevera las vacunas no salvan vidas”, afeó el consejero, quien defendió usar todas las vacunas para todas las edades por encima de los 16 años.

Por su parte, la Comunidad de Madrid ya ha dado un ultimátum a la ministra. Si no toma una decisión en el plazo de un mes, la región que gobierna Isabel Díaz Ayuso empezará a inocular AstraZeneca a los ciudadanos que ya tienen la primera si así lo desean. El viceconsejero de Salud, Antonio Zapatero, denunció la “aberración” que supone tener vacunas en los congeladores: “Es un contrasentido absoluto en mitad de una pandemia”. La Comunidad de Madrid calcula que a final de mes podrían llegar a tener un excedente de 200.000 dosis si el Ministerio de Sanidad no recula su decisión.

La denuncia no solo proviene de los gobiernos regionales. Un grupo de 17 sociedades científicas y medicas enviaron un escrito al Ministerio de Sanidad para que permita el uso del fármaco de Oxford en menores de 60 años “de manera voluntaria” ante “la situación de incertidumbre” en la que se encuentran los casi dos millones de personas que tienen la primera dosis. Además, estas sociedades recuerdan que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se posicionó firmemente el 23 de abril indicando que las personas que recibieron la primera dosis deben recibir la segunda en el periodo comprendido entre 4 y 12 de semanas. España, de momento, ha retrasado la administración del segundo pinchazo hasta las 16 semanas sin ningún aval científico.