Covid-19
Madrid, la comunidad con menor letalidad desde hace un año
Las cifras oficiales ponen en el alero a dos regiones socialistas: Asturias y Aragón
Con el ruido de las elecciones autonómicas como telón de fondo, la Comunidad de Madrid ha vuelto a situarse durante las últimas semanas en el ojo del huracán por las supuestas consecuencias que ha podido provocar en la evolución de la pandemia su permisividad con la hostelería. Se trata de una polémica que, lejos de mitigarse tras 4 de mayo, ha vuelto a encenderse a raíz de la finalización del estado de alarma. Algunas cifras empiezan a avalar, sin embargo, la política laxa en restricciones que está desplegando hasta ahora el Ejecutivo regional de Isabel Díaz Ayuso.
En los últimos doce meses, por ejemplo, Madrid es el territorio con menor letalidad del país, sólo igualado por Baleares y Melilla. La tasa de letalidad constituye una herramienta clave para los epidemiólogos a la hora de analizar la evolución de una pandemia. Mide en concreto el número de personas que fallecen por una enfermedad entre los enfermos que la padecen, lo que permite obtener conclusiones sobre el buen o mal funcionamiento del diagnóstico precoz, la atención sanitaria prestada y la eficacia de los tratamientos administrados.
El Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Gobierno, y la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave) constatan los excelentes resultados conseguidos por Madrid en este particular apartado, en comparación con el resto de las regiones españolas. Dicho instituto recopila estadísticas desde hace justo un año, el 10 de mayo de 2020, cuando ya se dio por terminada la temible primera ola en España. Desde entonces, en España han muerto 49.058 personas y de ellas, 6.383 lo han hecho en Madrid. Esta comunidad se sitúa en tercer lugar en el número total de fallecidos, sólo por detrás de Andalucía, que contabiliza 8.243 defunciones, y de Cataluña, que registra 7.645.
Se trata de cifras que entran dentro de la «normalidad», al tratarse de los territorios más población del país. Tanto en Madrid como en Cataluña se da, además, la particularidad de la fuerte densidad de población y la elevada movilidad de la capital y de Barcelona, lo que favorece la expansión del virus SARS-Cov-2 y de sus variantes. Sin embargo, Madrid sale muy bien parada en letalidad. Esas 6.383 muertes contabilizadas durante los últimos doce meses, en los que se han sucedido nada más y nada menos que tres olas, representan apenas el 1% de las 620.618 infecciones que se han diagnosticado en su territorio. La media en el conjunto de España es de 1,5%.
Mientras en Madrid, Baleares y Melilla fallecen una de cada cien personas que se contagia, en otras comunidades la cifra se dispara muy por encima de la media. Los casos más llamativos son los de Asturias y Aragón, feudos ambos regidos por gobiernos de izquierdas. Según las cifras recabadas por el Instituto de Salud Carlos III, en Asturias han fallecido desde el 10 de mayo de 2020 una media de 3,3 personas por cada cien que se infectaban de Covid. En Aragón, el porcentaje es del 2,2%. Desde el fin de la primera ola superan también la media de letalidad Castilla-La Mancha (1,7%), Castilla y León (1,7%), Extremadura (1,8%) y Ceuta (1,8%), mientras que la igualan Andalucía, la Comunidad Valenciana, País Vasco y La Rioja. En el grupo de los mejores se sitúan, junto a Madrid, Baleares y Melilla, Canarias (1,1%), Cantabria (1,3%), Cataluña (1,4%), Murcia (1,3%) y Navarra (1,2%).
Las estadísticas oficiales ofrecen también un ranking de hospitalizaciones e ingresos en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Del total de infectados en España en el último año, 3,31 millones de personas, un 7,3%, han tenido que pasar por la planta de un hospital, y un 0,7%, 23.196, lo han hecho por una UCI. Las hospitalizaciones son más elevadas en Asturias (15%), Cantabria (10,4%), Madrid (9,5%) y Castilla y León (9,4%). Su porcentaje está por debajo de la media en Cataluña (3,9%), País Vasco (5,2%) y Baleares (6%).
En lo que se refiere a la estancia en unidades de críticos, Canarias y Cantabria se encuentran a la cabeza. En ellas, un 1,8% y un 1,5% de los infectados han tenido que hacer uso de estos servicios ultraespecializados al empeorar su estado de salud. Las estadísticas arrojan otro dato muy llamativo: ha habido en España menos de la mitad de ingresos en UCI que fallecidos en el último año –23.196 frente a 49.058–, lo que confirmaría que a partir de la segunda ola se ha repetido algo que sucedió durante la primera: los triajes o selección de pacientes que podían o no acceder a ellas.
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