Salud

Towana, primera persona del mundo que sobrevive más de 2 meses tras un trasplante de cerdo

Donó un riñón a su madre para salvarla y, ahora, es ella quien ha logrado vivir más que nadie con un riñón porcino: su testimonio ofrece esperanza ante la grave escasez de órganos humanos

Towana Looney, primera en sobrevivir más de 60 días tras un trasplante de cerdo
Towana Looney, primera en sobrevivir más de 60 días tras un trasplante de cerdoNYU Langone

El pasado sábado, Towana Looney, ciudadana de Estados Unidos, batió un récord: superar los 60 días con vida después de recibir el trasplante de un órgano de cerdo. Nunca antes se había logrado. Los dos primeros receptores de corazones porcinos murieron semanas después de sus intervenciones.

En marzo de 2024, Richard Slayman, de 63 años, se convirtió en el primer paciente vivo trasplantado con un riñón porcino y, como tal, en un símbolo de esperanza para miles de pacientes, ante la grave escasez de órganos humanos. No obstante, el estadounidense murió casi dos meses después de someterse al xenotrasplante. El segundo intento ocurrió en abril, con Lisa Pisano, de 54 años. No obstante, 47 días después del trasplante, los médicos decidieron extirparle el riñón que había recibido porque su bomba cardíaca no era capaz de hacer pasar suficiente sangre a través del nuevo órgano. Murió en julio.

Ahora, Towana, una mujer de 53 años de Alabama, se ha convertido en la persona que más tiempo ha aguantado con vida tras implantarle en noviembre el riñón porcino; una técnica que continúa siendo experimental.

Hoy por hoy, su función renal es "perfecta", según sus médicos. De hecho, se espera que en cosa de un mes pueda dejar Nueva York, donde está viviendo para que le hagan los controles oportunos, y volver a su Estado natal.

"Si la vieras en la calle, no tendrías ni idea de que es la única persona en el mundo que camina con un órgano de cerdo en su interior que funciona", afirma Robert Montgomery, el cirujano del hospital de la NYU Langone al frente del trasplante de Towana y también del de Lisa, para The Associated Press.

La operación se llevó a cabo el 25 de noviembre de 2024, cuando la mujer se convirtió en la tercera persona en recibir un riñón de cerdo modificado genéticamente. El 6 de diciembre recibió el alta del centro. Towana llevaba meses esperando para recibir el xenotrasplante, que es la utilización de células, tejidos u órganos de animales para implantarlos en un receptor humano.

Solo pueden someterse a esta técnica pacientes en EE UU que sean aceptados por el "Programa de uso compasivo", por el cual se concede a los tratamientos médicos no aprobados que son la única alternativa existente para un paciente con una enfermedad mortal.

Towana le había donado un riñón a su madre

La última receptora de órganos porcinos había donado un riñón a su madre, en 1999. No sabía que, años después, sería ella misma la que necesitara uno. Towana desarrolló insuficiencia renal tras una complicación del embarazo.

En diciembre de 2016, la estadounidense necesitaba tratamiento de diálisis. A principios de 2017, se inscribió en la lista de espera nacional para un trasplante de riñón, pero no pudo encontrar un donante compatible por sus características médicas. Permaneció casi ocho años en la lista de espera de trasplantes mientras sus vasos sanguíneos se debilitaban por la diálisis.

Recibir un xenotrasplante era su última oportunidad para seguir viviendo. La novedad del órgano que recibió fue que el trasplante pasó por 10 modificaciones genéticas desarrolladas por Revivicor, filial de United Therapeutics. El objetivo fue eliminar tres genes porcinos conocidos por desencadenar una respuesta inmunitaria, así como un receptor de la hormona el crecimiento. Además, se añadieron seis genes humanos para reducir la probabilidad de rechazo.

Con este último trasplante, los científicos están un paso más cerca de realizar ensayos clínicos formales con más pacientes. En EE UU hay más de 103.000 personas en lista de espera para un trasplante, y la mayoría requiere de un riñón. Ante la escasez de órganos de donantes humanos, algunos investigadores defienden la posibilidad de utilizar cerdos.

Montgomery es optimista y cree que a Towanda le irá mejor que a Lisa porque "está mejor físicamente" (Lisa tenía complicaciones de salud previas) y no corría un alto riesgo de morir por su enfermedad renal cuando se sometió al procedimiento. "Nuestro reto es aprender a mantener estos riñones durante más tiempo para que se conviertan en una alternativa razonable a la escasez", concluye el cirujano.

Por su parte, Towanda manifiesta: "Estoy rebosante de felicidad. Tengo la bendición de haber recibido este regalo. Siento que me han dado otra oportunidad en la vida. No puedo esperar a poder viajar nuevamente y pasar más tiempo de calidad con mi familia y mis nietos", declaró en una rueda de prensa.