Informe
Sin sanidad privada no hay salud mental
A pesar de la creciente importancia concedida al bienestar emocional, la realidad es que la mayor parte de la atención psicológica y psiquiátrica en nuestro país la asumen centros no públicos
De un tiempo a esta parte la salud mental ha pasado de ser un tema tabú a protagonizar portadas y debates en todos los ámbitos de la sociedad. El empeoramiento del estado psicológico de los españoles, especialmente tras la pandemia de Covid-19, ha hecho que se haya puesto el foco en un área en el que hasta ahora se incidía poco.
La radiografía de la salud mental que desgrana el último Informe del Sistema Nacional de Salud (SNS) de 2022, –publicado por el Ministerio de Sanidad en noviembre de 2023–, dibuja un panorama desolador en este sentido, confirmando cómo el bienestar emocional se ha deteriorado de forma progresiva en los últimos años: si en 2019, justo antes de la pandemia, la prevalencia de los problemas de este tipo era de 324,8 por cada 1.000 habitantes, dos años después fue de 369,5.
Según estos datos, más de un tercio de la población tiene algún trastorno psicológico, siendo el más frecuente la ansiedad, que ataca el doble a las mujeres que a los hombres y cuya prevalencia ha aumentado un 34% en dos años. Esta cifra alcanza casi el 41% en los menores de 25 años. Y si el 37% de los españoles padece algún problema de salud mental, a partir de los 75 años, ese porcentaje se eleva al 50%. La ansiedad es el problema por antonomasia: en 2021, los centros de atención primaria diagnosticaron 126,9 casos/1.000 habitantes, un 33,7% más que dos años antes.
Hasta tal punto ha cobrado importancia la salud mental que la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, ha abanderado la causa y la ha situado como el primer eje de su política. En diciembre del pasado año, el Congreso aprobó el Pacto de Estado por la salud mental sin votos en contra (pero con las abstenciones de Vox, Podemos, Junts y PNV).
Pero, pese a su popularidad actual, y a los inquietantes datos a los que nos referíamos antes, la realidad es que se trata de un área claramente desatendida. Y muy especialmente en el Sistema Nacional de Salud (SNS), donde la falta de psicólogos y psiquiatras, y las largas listas de espera hacen muy difícil el acceso a profesionales de la salud mental a aquellas personas que lo necesitan, y como consecuencia se ha «delegando», de facto, su atención de forma muy significativa en la sanidad privada.
Así se pone de manifiesto en el «Observatorio del sector sanitario privado 2024», llevado a cabo por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), presentado el jueves, y que este año, por vez primera, cuenta con un apartado especifico para a los recursos privados dedicados a la salud mental.
De las 26.033 consultas de psiquiatría registradas en 2021 el 77% fue en centros privados
El informe, que este año cumple su edición número 14, muestra cómo la sanidad privada juega un papel esencial en este ámbito, concentrando nada menos que el 70% de los hospitales especializados en la salud mental y el tratamiento de toxicomanías, y la mitad (el 49%) de los centros de salud mental sin internamiento.
En la actualidad, en el Catálogo Nacional de Hospitales (publicado por el Ministerio de Sanidad) hay 92 hospitales categorizados como «salud mental y tratamiento de toxicomanías»; de los que 64 de ellos (70%) son privados frente a los 28 públicos. En lo que a camas se refiere, el sector privado cuenta con el 63% de las 12.118 disponibles en nuestro país.
Además de los hospitales, y si nos fijamos en los 764 centros de salud mental (proveedores de asistencia sanitaria sin internamiento), aproximadamente la mitad son también privados.
En esta línea, es destacable que más de la mitad de las unidades de psicología clínica y psiquiatría en hospitales se encuentran en hospitales privados. En lo que se refiere a unidades dedicadas a la salud mental en los hospitales, en la actualidad hay registradas 605 unidades de psicología clínica y psiquiatría en los 845 hospitales de nuestro país, de las cuales 316 pertenecen a los privados.
«El porcentaje de unidades de psicología clínica y psiquiatría pertenecientes a hospitales privados se sitúa en el 52% desde el año 2018. Cabe destacar que, sólo en los últimos cuatro años, la oferta asistencial de psicología clínica y psiquiatría ha aumentado en 19 unidades, y presenta una tasa de crecimiento anual compuesto del 0,8%», tal y como explicó la directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva.
Otro dato relevante de esta delegación es que, además, en 2021, los centros ambulatorios privados de atención especializada concentraron casi ocho de cada diez consultas en psiquiatría. El número de consultas de este tipo en los hospitales ha aumentado en medio millón desde 2017, realizándose aproximadamente seis millones de consultas totales anuales.
Además, en 2021 se ha registrado un ligero incremento de las mismas, de las que el 5% del total fueron en hospitales privados.
La sanidad privada toma mayor relevancia en el ámbito de centros ambulatorios de atención especializada, donde asume la mayoría de las consultas totales de psiquiatría. En 2021, se registraron un total de 26.033 consultas de psiquiatría totales, de las cuales el 77% se dio en centros privados.
Agente esencial
Estos datos ponen de manifiesto, como reivindican desde la Fundación IDIS, que el entorno asistencial privado no es solo un complemento sino un agente esencial que desempeña un papel imprescindible en la construcción de un sistema de salud integral en nuestro país.
«El papel del sistema sanitario privado es obvio, como queda demostrado en este informe y, además, el sistema público y el privado son vasos comunicantes entre sí, por lo que si a uno le va mal al otro también y viceversa. En este sentido, reivindicamos aprovechar las sinergias y recursos de ambos sistemas según se puedan necesitar para tener un sistema más accesible, más resiliente, y más robusto que permita dar servicio a los pacientes», aseguró Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS.
Más aún cuando el observatorio desvela que en España hay más de 10,7 millones de asegurados (excluyendo mutualistas), que gastaron durante 2021 unos 36.805 millones de euros en provisión privada, lo que supone un aumento del 14% respecto a los datos del 2020. «Dentro de estas cifras de gasto se encuentra lo que han pagado los ciudadanos en seguros, medicación y servicios dentales, entre otros», apuntó Abarca.
Por todo ello, pidió «normalizar el desempeño del sector privado en el panorama sanitario de nuestro país, como sector consustancial al sistema, si es preciso mediante la promoción de un nuevo acuerdo marco entre las partes que garantice la seguridad y la transparencia. No podemos olvidar que la propia demanda sanitaria es la que hace imprescindible la colaboración entre las dos titularidades».
Un aumento de la demanda que según el secretario general de la fundación, Ángel de Benito, «tiene su razón de ser porque se están utilizando más los servicios, por lo que las listas de espera son mayores también en la privada y hay una mayor tensión», si bien Villanueva quiso atajar que no están «percibiendo un impacto negativo en el asegurado de la sanidad privada y el sector esta respondiendo como puede y adecuadamente ante este incremento de la demanda».
Sector productivo
El análisis global de la aportación de los datos de 2024 muestra que el sector sanitario privado representa un elevado peso en el sector productivo español. De hecho, «alcanza los 36.805 millones de euros, es decir el 28,4% del gasto sanitario total –señaló Villanueva– lo cual supone el 3,05% del PIB; lo que sumado al 0,76% del gasto público en provisión privada, nos lleva a un 3,81%».
Además, de manera global, el sector llevó a cabo el 32,6% de las intervenciones quirúrgicas (41,3% si tenemos en cuenta, además, parámetros como los conciertos sustitutorios y la red de utilización pública); registró el 22,6% de las altas (29,6% si miramos a los parámetros anteriores); y atendió el 25,2% de las urgencias (31% en caso de incorporar esos mismos parámetros).
Actualmente, la sanidad privada cuenta con 438 hospitales privados (que representan el 57% del total), lo que corresponde a una dotación de 50.574 camas, el 32% del total de las existentes en todo el territorio nacional.