El Papa Francisco será operado hoy para evitar un riesgo "obstrucción intestinal" de carácter urgente. La intervención tendrá lugar en el Hospital Universitario A. Gemelli de Roma, donde el Santo Padre se desplazará a primera hora de la tarde para ser intervenido quirúrgicamente a causa de una hernia incisional incarcerada que "está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran", según explica el Vaticano en un comunicado.

El Pontífice se sometió el martes a un TAC y, tas observar los resultados, los médicos han optado por someter al Pontífice a una laparotomía y cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis bajo anestesia general. Esta intervención considerada de urgencia, es ya la segunda tras la extirpación de unos centímetros de intestino en julio de 2021. En esta ocasión, la estadía en el centro de salud tendrá una duración de varios días para permitir el curso posoperatorio normal y la recuperación completa.

¿Qué le pasa al Papa? ¿Qué es una hernia incisional?

La hernia incisional o eventración es el resultado de una mala cicatrización tras una incisión realizada en la pared abdominal durante una intervención quirúrgica. La causa fundamental de esta enfermedad es, por tanto, el cierre de la pared abdominal en una operación anterior.

El resultado es un orificio en la pared abdominal por donde puede salir contenido intraperitoneal, con el posible riesgo de incarceración y estrangulación, como ha sucedido en el caso del Papa Francisco. En estas situaciones, más graves, puede quedar atrapada alguna víscera (incarceración) y provocar la oclusión intestinal, lo que requiere cirugía urgente.

Las eventraciones no suelen presentar síntomas, aunque con el tiempo si no se tratan, pueden aumentar de tamaño y provocar molestias en el momento de realizar algún esfuerzo físico y/o después de comer, cuando el intestino se dilata. Los síntomas son la presencia de una tumoración de consistencia blanda en la pared abdominal a nivel de la cicatriz o cercana a ella, lo que suele acompañarse de dolor o molestias.

El diagnóstico es clínico, pero teniendo en cuenta la complejidad que presentan en muchas ocasiones, es necesario realizar una prueba de imagen previa a la intervención quirúrgica. La prueba más útil es la TAC de pared abdominal, como se le ha practicado al Pontífice.

¿Qué es una cirugía de pared abdominal?

Todas las hernias incisionales o eventraciones se tratan quirúrgicamente, excepto en aquellos casos en los que exista una contraindicación médica. Esto es debido a que el paso del tiempo aumenta el riesgo de complicaciones, el tamaño de la hernia y la dificultad de operarla. La operación se produce de urgencia cuando hay incarceración.

La cirugía de la pared abdominal es un procedimiento que se emplea para corregir hernias (como la hernia incisional, pero también la hernia umbilical), en las cuales el intestino sobresale a través de una zona débil de los músculos abdominales. Hoy en día, la mayoría de intervenciones se realizan mediante cirugía laparoscópica.

Posteriormente, se utiliza material protésico (mallas) para mejorar los resultados. Según el Clínic de Barcelona, la reaparición (recidiva) de una eventración se sitúa entre un 4 y un 15% con la utilización de mallas, pero sin ellas la recurrencia se sitúa en torno al 60%. La recuperación funcional en los casos con éxito es adecuada y los pacientes pueden llevar a cabo una vida normal que incluye la práctica de ejercicio físico.