Mesa redonda

Una nueva esperanza en cáncer de mama metastásico

Los ADCs transforman su abordaje al ofrecer un enfoque más dirigido a pacientes con limitadas alternativas

María José Echarri, Gema Rodríguez y Jose Ángel García Sáenz
María José Echarri, Gema Rodríguez y Jose Ángel García SáenzALBERTO R. ROLDÁNLA RAZÓN

El de mama es el tumor más diagnosticado en el mundo y la primera causa de muerte por cáncer en mujeres. En España, cada año se detectan 35.000 casos, de los que cerca del 30% desarrollarán metástasis: unas 10.500 pacientes. Para ellas, salvo excepciones, aún no hay posibilidad de curación y lo máximo a lo que pueden aspirar es a la futura cronificación de su enfermedad. De hecho, más de 6.000 personas fallecen por esta causa anualmente en nuestro país y la mediana de supervivencia no suele llegar a los cinco años.

Ante esta situación, los anticuerpos inmunoconjugados (ADCs) han supuesto un avance para los pacientes con cáncer de mama metastásico (CMM), aportando nuevas oportunidades de controlar la enfermedad. Además, han conseguido ampliar las opciones disponibles para los pacientes, en su mayoría mujeres.

Para hablar de todo ello asistieron a la mesa redonda –organizada por A TU SALUD en colaboración con Gilead–, los oncólogos María José Echarri, de la Unidad de Cáncer de Mama y Ginecológico del Hospital Severo Ochoa, de Madrid, y José Ángel García Sáenz, del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, y jefe de la Unidad de Mama del Hospital Ruber Internacional; y Gema Rodríguez, paciente con cáncer de mama metastásico y vicepresidenta de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico.

Un buen ejemplo de la importancia de los avances terapéuticos (en cualquier enfermedad, pero especialmente es las pacientes con cáncer metastásico) lo representa Rodríguez: «Llevo siete años de tratamiento continuo cada tres semanas y es muy duro. No solo porque dependes continuamente del hospital, por los efectos secundarios, sino también es muy difícil mentalmente. Vas sometiéndote a distintos tratamientos hasta que hay una progresión. La palabra más temida para nosotras. Convivir con ese miedo y esa incertidumbre te afecta en todos los sentidos, pero se puede vivir. Yo sigo haciendo mi vida y por eso es tan necesaria la investigación», asegura sobre cómo es convivir en el día a día con la enfermedad.

¿Qué son los ADCs?

Es en ese contexto en el que se engloban los ADCs. Pero, ¿qué son exactamente? Como explicaron los expertos, se trata de una generación de tratamientos diseñados que ataca el cáncer de manera más precisa. «Un ADC combina un anticuerpo, que se dirige a una proteína específica presente en mayor medida en las células tumorales, con un fármaco quimioterapéutico que se libera directamente dentro de esas células. Esto permite actuar sobre el tumor de una manera dirigida», describió García Sáenz. Es lo que se llama, Medicina de precisión.

«Además, se usan en pacientes que han recibido otras opciones previamente, como la quimioterapia o terapias hormonales después de que otros tratamientos han fallado. Estudios clínicos han mostrado que los ADCs pueden prolongar el tiempo de supervivencia y la duración en que el cáncer permanece bajo control», añadió Echarri.

Y es que el manejo del cáncer de mama metastásico ha evolucionado mucho en los últimos años. "Antes lo máximo tolerable se consideraba la máxima eficacia. Ahora, la meta es intentar curar la enfermedad, y curar con menos», señala García Sáenz, a la vez que aspira a «conseguir que las pacientes puedan tener vacaciones terapéuticas».

La mesa redonda tuvo lugar el pasado viernes día 8 en la casa de LA RAZÓN
La mesa redonda tuvo lugar el pasado viernes día 8 en la casa de LA RAZÓNALBERTO R. ROLDÁNLA RAZÓN

Por todo ello, y aunque a día de hoy son un tipo de terapia que se emplea cuando otras alternativas han fallado, potencialmente podrían convertirse en un futuro en opciones de tratamiento más tempranas.

Tan cierto como que el cáncer de mama metastásico es una enfermedad con entidad propia, lo es que en los últimos años se ha avanzado mucho en el abordaje de los procesos de cáncer en general y del cáncer de mama en particular. Para muchas pacientes la innovación llega a tiempo, pero para muchas otras no. La espera es el principal enemigo de todas ellas, y los avances y la innovación, tanto en el diagnóstico, como en el tratamiento de la enfermedad, son su esperanza.

En este sentido, las pacientes «pedimos a las administraciones que la innovación esté disponible cuanto antes, no sólo por los beneficios para las pacientes, sino porque además podrían suponer un ahorro importante para el Sistema Nacional de Salud (SNS)», apuntó Rodríguez.

Retraso en el acceso

Sin embargo, otro problema apuntado en la mesa fue el del acceso a la innovación terapéutica en nuestro país. «Continúa siendo una asignatura pendiente, fundamentalmente por los tiempos que tarda el SNS en integrar esas novedades desde que son aprobadas por la Comisión Europea. Y es frustrante cuando sabes que hay tratamientos que podrían ayudar a tus pacientes, pero no están disponibles», lamentó Echarri.

Por ello todos coincidieron en la necesidad de evitar las reevaluaciones (de Europa, España, las autonomías, los hospitales...) una vez se aprueban: «Pedimos más colaboración entre todos los actores, porque todo va sumando», dijo Rodríguez.

«Ampliar la supervivencia unos meses puede parecer poco, pero merece la pena. Para nosotros, significa muchísimo y, además, te permite ir enlazando nuevas líneas de tratamiento. Da pánico la palabra progresión y tener que preguntar ¿qué opción me queda? Porque las terapias son finitas. Y saber que cuentas con más opciones es muy importante», concluyó la presidenta de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico.