1. ¿Cuántos microbios (bacterias, virus, hongos) tenemos en el intestino?

Hay unos cien billones de microorganismos de casi 1000 especies diferentes que en total pesan unos 200 gramos.

2. Una microbiota variada es una microbiota sana. ¿Cómo saber que hay un desequilibrio en la microbiota?

Hay muchos síntomas que pueden alertar de un desequilibrio en la microbiota. Los más frecuentes son digestivos (hinchazón abdominal, intolerancias, diarrea o estreñimiento), pero también alteraciones de la piel como el acné, la rosácea o algunas dermatitis, dolores de cabeza, cansancio crónico o infecciones de repetición pueden indicarnos que la microbiota no está en equilibrio.

3. ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra microbiota? ¿Comer bien es suficiente? ¿La mejoría se ve a corto plazo?

Una dieta variada, rica en frutas y verduras y pobre en productos procesados es indispensable para mantener la salud de nuestra microbiota. Pero también un descanso adecuado, hacer ejercicio o evitar el estrés son factores importantísimos. Mantener hábitos de vida saludable tiene efectos claramente beneficiosos en nuestra microbiota, muchos se notan pronto, pero todo depende del tiempo que lleve nuestra microbiota alterada. Hay personas que vienen presentando síntomas desde hace años, y han consultados a diferentes especialistas con mejorías parciales y temporales. Estas microbiotas alteradas desde hace años no se pueden restaurar en días. Hace falta un tratamiento progresivo y personalizado.

4. ¿Cómo protegen estas bacterias al intestino?

Las bacterias beneficiosas de nuestro intestino hacen de barrera frente a otras que sí que son patógenas, secretan incluso bactericinas, que son como «antibióticos naturales». Además, sintetizan sustancias fundamentales como la vitamina K o las vitaminas del grupo B que nosotros no somos capaces de producir.

5. ¿De qué modo la microbiota influye en nuestra capacidad para perder peso?

La microbiota también tiene un rol importante en la sensación de apetito, ya que influye en la liberación de factores neuronales y hormonales que regulan el hambre. También producen ácidos grasos de cadena corta que aumentan la sensibilidad a la insulina, influyendo en el desarrollo de diabetes, obesidad y síndrome metabólico.

6. ¿Y en ser mejor deportista?

Hay muchos estudios que demuestran que una microbiota sana ayuda a estar en forma y que, por el contrario, una disbiosis o pérdida de su equilibrio produce más fatiga al deportista, disminuyendo su rendimiento. Los ácidos grasos y otras sustancias producidas por la microbiota ayudan al músculo a disponer de glucosa.

7. Incluso es un biomarcador del párkinson. ¿Por qué?

El párkinson es una enfermedad neurodegenerativa de carácter inflamatorio. Suele existir una disbiosis con una permeabilidad intestinal aumentada que origina una respuesta inflamatoria primero a nivel del sistema nervioso del intestino y que luego se trasmite al cerebro por vía sistémica o a través del nervio vago. Se ha visto que hay claras diferencias en la composición de la microbiota de pacientes con párkinson, por eso síntomas digestivos como el estreñimiento suelen preceder a los neurológicos y al diagnóstico.

8. ¿De qué modo afecta a la salud de la piel? ¿Qué se puede hacer para mejorar el acné, por ejemplo?

Se ha visto que alteraciones de la microbiota intestinal afectan a la microbiota de la piel y viceversa. Circunstancias tan frecuentes como el estrés o la toma de antibióticos pueden alterar la cantidad y la virulencia de Cutibacterium acnes, que en condiciones normales es una bacteria beneficiosa ayudando a mantener el PH y la barrera de la piel. Cuando Cutibacterium acnes está disminuido, favorece la aparición de rosácea; sin embargo, si aumenta y sobre todo si se vuelve más virulento, favorece y empeora el acné. Por eso es tan importante el equilibrio de la microbiota, a nivel digestivo y a nivel cutáneo. Los probióticos orales, principalmente a base de lactobacillus y bifidobacterias, permiten recuperar la barrera cutánea y utilizar menos tratamientos convencionales, que siempre son más agresivos, y también reducir el tiempo de utilización de los mismos.

9. Actuando sobre la microbiota ¿qué enfermedades se pueden prevenir y tratar?

Actuando sobre la microbiota podemos regular el ritmo intestinal y resolver tanto la diarrea como el estreñimiento, solucionar intolerancias alimenticias y mejorar migrañas o procesos de alergias cutáneas o estacionales. También es un factor importante a tener en cuenta para prevenir enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson e incluso el desarrollo de ciertos tumores que se vinculan con desequilibrios concretos de la microbiota.

10. ¿En qué casos el estreñimiento puede deberse a un desequilibrio en la microbiota? ¿Qué pruebas puede uno hacerse para saberlo?

Se ha observado en múltiples estudios que las personas con estreñimiento crónico presentan una microbiota alterada, donde los bacteroidetes, bifidobacterias y lactobacillus están disminuidos. Sin embargo, las enterobacterias como algunos tipos de E. Coli y el Clostridium están aumentados. Esto se puede comprobar mediante un estudio de microbiota en heces, observando la proporción y el equilibrio entre los distintos grupos bacterianos. Así se puede establecer un diagnóstico personalizado y un tratamiento individualizado. Especialmente en casos complicados de larga evolución.