Traumatología
Latigazo cervical: no siempre una lesión tan leve como parece
►El cuello no tiene por qué doler años después de haber sufrido un esguince cervical
La Dirección General de Tráfico (DGT) prevé que se realicen más de 95 millones de desplazamientos durante los meses de julio y agosto. Es decir, un 0,4% más que el verano pasado. Y, con tanto viaje en coche, aumentan las posibilidades de poder sufrir un accidente de tráfico.
«El latigazo cervical es la lesión más frecuente que presentan los pacientes tras un accidente de tráfico, así como el traumatismo dorsal, lumbar y craneoencefálico, lesiones en la medula espinal, en el tórax, torceduras y esguinces», explica Juan Eduardo Morales, jefe de servicio de Traumatología y de la Unidad de Tráfico del Hospital Quirónsalud Huelva.
El latigazo cervical se produce por un movimiento de hiperextensión de la columna cervical seguido por un movimiento de flexión forzada que se asocia a un accidente por alcance.
«En los accidentes automovilísticos se produce al chocar un vehículo y frenar bruscamente. El cuerpo se desplaza hacia delante durante el choque y una vez frenado, el cuerpo hacia atrás, siendo la cabeza la que realiza un movimiento de mayor amplitud causando el daño a nivel cervical», precisa el doctor Ignacio Álvarez García de Quesada, jefe asociado del Servicio de Traumatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
Aunque se trata de una lesión inicialmente leve, un buen tratamiento resulta esencial para evitar secuelas futuras. Por eso, en caso de accidente, por muy leve que haya sido, es de «suma importancia una valoración inmediata por parte del equipo especializado», incide Morales.
Además, este latigazo cervical puede provocar «daños menos graves, ligamentosos, hasta severos con fracturas y luxaciones que pueden causar daño neurológico», añade Álvarez, quien recuerda que, además de en accidentes de tráfico, puede producirse este latigazo cervical en deportes de contacto, durante la práctica de ciclismo, etcétera.
En cuanto al tratamiento que tiene esta lesión, generalmente y tras una exploración de urgencia, con un estudio radiológico simple suele ser suficiente en caso de accidente de tráfico leve.
«Es importante recalcar la importancia de una atención rápida que ayude a determinar un tratamiento precoz y por tanto a evitar secuelas a corto y medio plazo», afirma Morales.
Ante la sospecha de un latigazo cervical, con una radiografía simple antero-posterior de columna cervical, los médicos pueden ver la típica rectificación de la curvatura de la columna vertebral que les ayudará en el diagnóstico.
Recomendaciones
«Una vez descartado por la clínica y la radiología la existencia de daño estructural, en los casos leves, como es el esguince cervical, el tratamiento es sintomático con analgesia, reposo relativo, limitar al máximo el uso de inmovilizadores de cuello o usarlos el menor tiempo posible y realizar una adecuada rehabilitación», recomienda el doctor Álvarez García de Quesada.
En todo caso, es muy importante conocer cómo fue el accidente. Hay que estar muy atento en los casos con politraumatismos en los que se presta inicialmente atención a los órganos vitales (como debe ser) y en un segundo tiempo al esqueleto axial. En estos casos, «siempre hay que hacer una reevaluación global que incluya columna cervical, dorsal, lumbar y pelvis», incide.
La mayoría de las lesiones, «incluso las graves, se pueden tratar pasadas tres o cuatro semanas del accidente si otros daños no las han permitido tratar antes», asegura Álvarez.
Una vez que pasa la fase aguda, ¿pueden quedar secuelas? Como detalla el doctor, «en ocasiones podemos calificar un esguince cervical como leve y luego encontrarnos que ha existido un daño ligamentoso que no da la cara hasta pasadas tres o cuatro semanas». «Es raro, pero puede ocurrir», reconoce el especialista.
Y, «como norma, hay que eliminar la creencia popular de que “como tuve un esguince cervical hace años, me quedó mal el cuello”. No debería ser así», hace hincapié el doctor Álvarez García de Quesada.
Tecnología para evitar esta lesión al volante
►El reposacabezas es el gran aliado para evitar la hiperextensión del cuello por encima del asiento. Debe coincidir con la parte superior de la cabeza.
Además, es importante ajustar el asiento de modo que la distancia entre la cabeza y el reposacabezas sea mínima (4 cm máximo). Y cuanto más vertical, mejor, ya que no debe inclinarse la cabeza hacia atrás para alcanzar el respaldo.
Después están «los sistemas activos para el frenado del cuerpo hacia delante con el desarrollo de los sistemas airbag y los sistemas de tensado progresivo del cinturón de seguridad en caso de frenado brusco o colisión. Hoy, la tecnología va encaminada a evitar el impacto con sistemas de aviso de proximidad y frenado automático de emergencia», añade el doctor. Álvarez.
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