Investigación
El inesperado efecto secundario de los medicamentos para el agrandamiento de la próstata
Tres de los fármacos más usados para esta enfermedad pueden potenciar la producción de energía en las células cerebrales, según una nueva investigación
¿Que pueden tener en común una enfermedad como la hiperplasia benígna de próstata y patologías neurodegenerativas como el parkinson o el alzhéimer? Un grupo de investigadores de la Universidad de Iowa Health Care (Estados Unidos) han descubierto que ciertos fármacos utilizados para tratar la primera pueden proteger frente a algunos tipos de demencia. La clave parece estar en un efecto secundario específico de los fármacos se dirige a un defecto biológico que comparten las enfermedades neurodegenerativas.
Para el estudio, que publica la revista Neurólogy, los científicos utilizaron una gran base de datos de información sobre pacientes para identificar a más de 643.000 hombres sin antecedentes de demencia que empezaban a tomar uno de los seis fármacos utilizados para tratar la hiperplasia benigna de próstata. Tres de los fármacos: terazosina, doxazosina y alfuzosina (Tz/Dz/Az), tienen un efecto secundario inesperado: pueden potenciar la producción de energía en las células cerebrales. Los estudios preclínicos sugieren que esta capacidad puede ayudar a ralentizar o prevenir enfermedades como el parkinson o el alzhéimer.
Los otros fármacos, la finasterida y la dutasterida, no potenciaron la producción de energía en el cerebro y, por tanto, sirvieron a los investigadores para comprobar el efecto de los primeros.
"Una de las cosas más emocionantes de este estudio es que encontramos ese mismo efecto neuroprotector que vimos en la enfermedad de Parkinson. Si hay un mecanismo ampliamente protector, estos medicamentos podrían potencialmente ser utilizados para manejar o prevenir otras enfermedades neurodegenerativas", ha señalado el autor principal del estudio, Jacob Simmering, profesor asistente de medicina interna de la UI, según recoge Ep.
El equipo realizó un seguimiento de los datos de estos hombres desde que empezaron a tomar la medicación hasta que abandonaran la base de datos o desarrollaran demencia, lo que ocurriera primero. Por término medio, los hombres fueron seguidos durante unos tres años.
Los investigadores también emparejaron a los hombres utilizando puntuaciones de propensión para características como la edad, el año en que empezaron la medicación y otras enfermedades que tenían antes de iniciar el tratamiento, para reducir aún más las diferencias entre los grupos. "En general, los hombres que tomaban medicamentos del tipo de la terazosina tenían aproximadamente un 40% menos de riesgo de desarrollar demencia en comparación con los hombres que tomaban tamsulosina, y alrededor de un 37% de reducción del riesgo en comparación con los hombres que tomaban cinco inhibidores de la alfa reductasa", ha defendido Simmering.
Dado que se trataba de un estudio observacional los resultados solo muestran una asociación entre la toma de los fármacos Tz/Dz/Az y un menor riesgo de desarrollar demencia, y no una relación causal. Los investigadores se han mostrado entusiasmados con el potencial de estos fármacos, ya que están aprobados por las agencias regulatorias internacionales, son baratos y se han utilizado con seguridad durante décadas.
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