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Hospital 12 de Octubre

Los estímulos que incitan a los alcohólicos a volver a beber pierden su efecto al medio año de abstinencia

Lugares habituales en los que se bebe o el olor de algunas bebidas son estímulos que perpetúan el consumo y son un factor de riesgo de recaída

La Diputación de Barcelona recoge datos del consumo de alcohol entre los jóvenes con una encuesta.DIPUTACIÓ DE BARCELONA DIPUTACIÓ DE BARCELONADIPUTACIÓ DE BARCELONA

En España el alcohol ocupa un lugar protagonista en diversas fiestas y tradiciones. De hecho, una de las cosas que más les cuesta precisamente a los ex alcohólicos es volver a hacer su vida sin recaer viendo que el alcohol está prácticamente en cada comida, fiesta o reunión.

Prueba de ello, es que España está a la cabeza de consumo de alcohol con 11 litros por persona en población mayor de 15 años, mientras la media de la OCDE está en 8,6 litros y los países que más consumen por encima de España son Latvia y Lituania con 12 litros por persona.

Pues bien, un estudio liderado por investigadoras del Hospital público 12 de Octubre y de la Universidad Complutense de Madrid demuestra que la tendencia a dirigir la atención a estímulos relacionados con el alcohol disminuye en pacientes diagnosticados de adicción que dejan de beber.

El trabajo, recientemente publicado en "Addictive Behaviors", concluye que estos pacientes alcanzan niveles de control, similares a la población no adicta, a los seis meses de abstinencia, desapareciendo así su efecto como factor de riesgo de recaída.

Entre los estímulos que dirigen la atención al alcohol están los lugares, como el parque o el bar, donde el paciente solía beber u olores como los de algunas bebidas o los de esos lugares. Estas señales atraen la atención de la persona dependiente y disparan la conducta de beber, perpetuando el trastorno por consumo de alcohol, informa el Hospital 12 de Octubre en un comunicado.

“El sesgo atencional es un factor de riesgo para la recaída, ya que el individuo se siente constantemente atraído hacia esas señales, lo que puede activar pensamientos de consumo y deseos intensos. Su reducción puede ser una meta terapéutica importante en programas hospitalarios”, destaca Berta Escudero, investigadora del Departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento de la UCM y del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre i+12.

Las intervenciones clínicas pueden beneficiarse de centrarse en la reducción del sesgo atencional al alcohol incluyendo técnicas como el reentrenamiento de atención, que ayudan a los pacientes a desviar su atención de las señales de alcohol.

La medición del sesgo atencional puede servir también como una herramienta útil para identificar a los pacientes en riesgo de recaída. “Aquellos con un sesgo atencional más pronunciado hacia el alcohol podrían requerir un seguimiento y apoyo adicionales”, añade Escudero.

Por otra parte, la disminución del sesgo atencional hacia el alcohol puede ser una meta terapéutica importante. Esto podría incluir terapias cognitivo-conductuales centradas en modificar la respuesta automática a las señales relacionadas con el alcohol.

Por último, el conocimiento de estos procesos puede ayudar a las familias a ser más comprensivas y a crear un ambiente más seguro que minimice la exposición a estos desencadenantes.

En el caso de los pacientes es un aliciente para trabajar en la autoregulación y el manejo de sus impulsos, así como trabajar con sus terapeutas para desarrollar estrategias personalizadas de manejo de estímulos y situaciones de alto riesgo.

En este artículo también se evalúan dos tipos de sesgo atencional, el general y el alcohólico. El sesgo atencional general hace referencia a una dificultad para dirigir la atención hacia estímulos generales, no relacionados con el alcohol. El sesgo atencional alcohólico se refiere sin embargo a la atracción hacia señales relacionadas con el alcohol (vino, pub, resaca, etc.) y es característico del trastorno por consumo de alcohol.

“El sesgo atencional al alcohol mejora durante el proceso de abstinencia en pacientes diagnosticados con Trastorno por Consumo de Alcohol. Sin embargo, estos pacientes mostraron un sesgo atencional general que no se recuperó durante la abstinencia, de manera que la disfunción en la atención general podría representar una dificultad cognitiva más amplia, que no se recupera o lo hace de forma más tardía. Esto abre nuevas áreas de investigación para explorar cómo evolucionan e interaccionan estos dos tipos de sesgo atencional y su implicación en la recuperación de pacientes con trastorno por consumo de sustancias” señala la Dra. Laura Orío, directora del estudio.

No existen investigaciones previas a lo largo del tiempo y en población clínica (pacientes) sobre el sesgo atencional al alcohol, de ahí la novedad del estudio, para el que se reclutaron 33 pacientes del programa de deshabituación al alcohol del Hospital 12 de Octubre, en la Unidad de Patología Dual (Servicio de Psiquiatría), así como 43 controles de la población general. Y a los que se evaluaron al primer, tercer y sexto mes de abstinencia.

Entre los siguientes pasos del estudio, las investigadoras incluyen el seguimiento a largo plazo de los pacientes o la comparación con otras adicciones a sustancias como opiáceos o nicotina, entre otros.

El alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por la población en España según la Encuesta sobre alcohol y drogas en España (Edades 2022) realizada a población de 15 a 64 años.