Salud
Enfermedades psicosomáticas: cuando el dolor mental se convierte en físico
Más de un 25% de las consultas en Atención Primara tienen un origen psicológico
En una sociedad en la que el estrés y el malestar se han cronificado, el correcto abordaje de las denominadas enfermedades psicosomáticas se vuelve crucial para el sistema sanitario. Sin embargo, la herencia de un sistema que, durante décadas, ha rechazado el origen emocional de muchas patologías o, en caso de considerarlas, ha dudado de ellas y ha relegado a los que las sufren a enfermos "de segunda"- un ejemplo de actualidad es la covid persistente, de la que muchos especialistas siguen renegando a día de hoy- hace necesario que se valide una ciencia que tiene tanta importancia para el bienestar psicosocial.
La somatización es un proceso que se produce cuando la respuesta de nuestro organismo al estrés no sirve para sacarnos de una situación puntual de peligro, sino que, al mantenerse en el tiempo, debilita los sistemas de homeostasis, que son los que nos protegen de la enfermedad. Es entonces cuando esos problemas que sufrimos solo en nuestra mente pasan al cuerpo en forma de dolores, alteraciones musculares, intestinales, insomnio, debilidad del sistema inmunológico, entre otras. De hecho, más de un 25% de las consultas de Atención Primaria tienen un origen psicológico.
Los miembros de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática (SEMP) están comprometidos con la prevención, la atención temprana y la reintroducción en la asistencia sanitaria de un enfoque que amplía la eficacia de los métodos biológicos. De ello tratará el 50º Congreso de esta sociedad, que se celebra en Madrid esta semana (3 y 4 de noviembre) y cuya presidenta de honor es la Reina Doña Leticia. "El generoso gesto de Su Majestad nos honra y contribuye a dar repercusión a nuestro trabajo en estos momentos de zozobra sanitaria, en los que se disparan las patologías del adolescente, aumenta la cronicidad de tantas enfermedades y se multiplican los trastornos médicos funcionales, cuya causa fundamental es, más que una lesión biológica, una disfunción psicosocial", señala el presidente de la SEMP, José Luis González de Rivera, catedrático de Psiquiatría y director del Instituto de Psicoterapia y Medicina Psicosomática de Madrid.
El suicidio, la soledad, la salud mental en la adolescencia y el burnout en las profesiones sanitarias serán algunos de los temas vertebrales las ponencias, que también a abordarán las claves para una atención médica de calidad.
Las más frecuentes
Trastornos intestinales funcionales –como el colon irritable–, tensiones musculares como bruxismo y los dolores de cuello crónicos, algunos tipos de reúma, cefaleas y alergias son las dolencias psicosomáticas más frecuentes. Todas ellas se relacionan con alteraciones emocionales crónicas y reprimidas –no expresadas–, según afirma el presidente de la SEMP.
"Los síntomas pueden llegar a ser incapacitantes, pero no hay una lesión orgánica que los explique. Tienen un origen psíquico", dice González de Rivera. Las causas son multifactoriales, incluso las enfermedades infecciosas pueden ser favorecidas o contrarrestadas por el estado anímico. "La gente acude al médico diciendo que se encuentra mal, pero el médico no sabe qué enfermedad diagnosticar. Cuando empieza a preguntar sobre las condiciones de su vida, es cuando el paciente empieza rebelar conflictos personales y emocionales", añade.
Además, la medicina psicosomática puede aliviar el sufrimiento de pacientes de otras patologías, cuya experiencia de dolor físico se complica con reacciones psicopatológicas. Las consultas de psiquiatría interdepartamental pueden ayudar a paliar el círculo vicioso del estrés y la angustia que empeorarían el pronóstico de la dolencia. Esto ocurre con pacientes de cáncer, que se recuperan de un accidente cardiovascular o que padecen ciertas patologías crónicas.
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