Investigación

El diminuto cangrejo de mar que esconde las claves de la eterna juventud

La "Hydractinia symbiolongicarpus" es capaz de crearse un nuevo cuerpo a partir de su boca

El diminuto cangrejo de mar que esconde las claves de la eterna juventud
El diminuto cangrejo de mar que esconde las claves de la eterna juventud Naturalista Colombia

Cada poco tiempo, criaturas desconocidas del mundo animal “saltan” a los titulares porque, en sus curiosos organismos, se encuentran moléculas, sustancias o proteínas que les confieren inmunidad en procesos como el envejecimiento, la aparición de tumores o el deterioro cognitivo o motor. Del "ratopin rasurado”- uno de los mamíferos más raros y desconocidos del mundo-, cuya piel tiene una sustancia que bloquea el desarrollo de tumores, a los peces cebra, que tienen la capacidad de regenerar sus lesiones medulares, no pocos animales han sido objeto de investigación para tratar de entender sus “super poderes” ante ciertas patologías que matan a millones de personas cada año en todo el mundo.

Ahora, investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NHI, por sus siglas en inglés) han descubierto nuevos conocimientos sobre la curación y el envejecimiento al estudiar cómo una diminuta criatura marina regenera todo su cuerpo y crea uno nuevo usando sólo su boca. Se trata de la 'Hydractinia symbiolongicarpus', un pequeño animal con forma de tubo que vive en los caparazones de los cangrejos ermitaños, informa Ep.

Los investigadores secuenciaron su ARN justo cuando la 'Hydractinia' empezaba a regenerar nuevos cuerpos, y detectaron una firma molecular asociada al proceso biológico del envejecimiento, también conocido como senescencia. La senescencia, desde el punto de vista de la biología, es el periodo en el que las células humanas dejan de dividirse, pero no se mueren, sino que se acumulan en los tejidos provocando inflamación crónica e induciendo el envejecimiento en las células adyacentes, lo que puede derivar en enfermedades como el cáncer.

Según el estudio, la 'Hydractinia' demuestra que los procesos biológicos fundamentales de curación y envejecimiento están entrelazados, lo que aporta una nueva perspectiva sobre cómo evoluciona este último. Así como las como las salamandras y el pez cebra pueden reemplazar miembros enteros y reponer diversos órganos, los seres humanos tenemos una capacidad de regeneración mucho más limitada aunque, aun así, esta nos permite recuperar un hígado enfermo o que un hueso roto se suelde.

“A partir de animales como la 'Hydractinia', podemos aprender acerca de cómo la senescencia puede ser beneficiosa y ampliar nuestra comprensión del envejecimiento y la curación", afirmó Charles Rotimi, director del Programa de Investigación del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI)-“. “Estudios como éste, que exploran la biología de organismos poco comunes, revelan tanto lo universales que son muchos procesos biológicos como lo mucho que nos queda por comprender sobre sus funciones, relaciones y evolución”- añadió.

Eliminar las células envejecidas

Los científicos afirman que estos descubrimientos tienen un gran potencial para aportar nuevos conocimientos sobre la biología humana, especialmente en el campo de la medicina regenerativa y en el estudio de las enfermedades relacionadas con la edad. De hecho, investigaciones anteriores sobre la 'Hydractinia' revelaron que esta criatura tiene un grupo especial de células madre- el tipo de células que permiten crear otras- que actúan durante toda la vida y les sirven para regenerarse. Cuando los investigadores le extrajeron la boca -la parte por la que se regeneran -, aun así al organismo le creció un nuevo cuerpo. En los humanos, las células madre sirven para el desarrollo de nuevas células, pero no para la regeneración, al menos por lo que se sabe hasta ahora.

Además, descubrieron que el animal podía deshacerse fácilmente de las células senescentes, expulsándolas por la boca. Sin embargo, los humanos no pueden eliminar tan fácilmente las células envejecidas.

La teoría que barajan es si la función primigenia de las células senescentes era la regeneración, pero no se sabe cómo de extendido está este proceso en el reino animal. “Afortunadamente, estudiando a algunos de nuestros parientes animales más lejanos, podemos empezar a desentrañar algunos de los secretos de la regeneración y el envejecimiento”, explicó el doctor Andy Baxevanis, científico del NHGRI y autor del estudio.