Oncología

La cirugía que esquiva las recidivas del cáncer de próstata

La prostatectomía radical de rescate evita que el tumor regrese, algo que sucede en torno al 30% de los pacientes

Un equipo de cirujanos durante una intervención de un paciente con cáncer de próstata
Un equipo de cirujanos durante una intervención de un paciente con cáncer de próstataQUIRÓNSALUDLA RAZÓN

Más de 30.000 casos de cáncer de próstata se diagnosticarán a lo largo de este año. Es uno de los tumores más más frecuentes en España tras los de colon y recto, mama y pulmón.

La mayoría de los casos de cáncer de próstata (más del 80%) se diagnostica en estadios iniciales; es decir, con altas posibilidades de curación. Sin embargo, en torno al 30% de los tumores de próstata pueden regresar, detectándose inicialmente por una elevación del marcador PSA en sangre.

Cuando el cáncer de próstata regresa, los médicos analizan si se trata de una recaída local (el tumor aparece en la próstata o en la pelvis), que podría ser tratable, o si hay presencia de metástasis.

Las tasas de recurrencia tras administrar radioterapia oscilan entre el 10 y el 55% de los pacientes. En estos casos, tras el fracaso de la radioterapia, el abordaje robótico en la prostatectomía radical de rescate reduce los casos de recidiva, tal y como viene comprobándose desde 1985. Y es, a su vez, la técnica más avanzada y menos invasiva para tumores que no han desarrollado metástasis y que consiste en extirpar la próstata y su cápsula, y a veces también los ganglios linfáticos de la zona.

Desde la publicación en el año 2011 de un estudio en el que se comprobó que a los diez años de seguimiento, entre el 70 y 75% de los 404 pacientes de siete centros estaba libre de recidiva bioquímica y metástasis respectivamente cada vez son más los hospitales que ofrecen esta tecnología a sus pacientes.

Y los resultados que arrojan son prometedores. Así, desde la puesta en marcha del Programa de Cirugía Robótica del Hospital Universitario General de Villalba, hace ahora algo más de un año, su Servicio de Urología, una de las especialidades acreditadas para el uso de esta técnica en el centro, ha realizado 20 prostatectomías radicales robóticas para el tratamiento del cáncer de próstata mediante el robot XI Da Vinci.

Una actividad de la que el jefe de este servicio, el doctor José Emilio Hernández, hace un balance más que positivo, dados los «excelentes resultados oncológicos logrados, con un 90% de los pacientes intervenidos libres de recidiva bioquímica meses después –en algunos casos, hasta un año después– de las intervenciones», así como a la ausencia de complicaciones severas y la pronta y satisfactoria recuperación de los pacientes.

En palabras del doctor Hernández, el cáncer de próstata es uno de los ámbitos «en los que más se ha desarrollado y difundido el uso de la cirugía robótica, existiendo un cuerpo de evidencia notable, especialmente en aquellos procedimientos que asocian a los resultados oncológicos una necesidad de buenos resultados funcionales, como la prostatectomía radical, donde se objetivan menores tasas de disfunción eréctil e incontinencia urinaria, frente a la cirugía abierta y/o laparoscópica».

Y es que la cirugía robótica permite una mayor precisión al cirujano, lo que hace que la intervención quirúrgica sea lo más segura y menos invasiva posible, y, por ende, «se reduzcan de forma significativa los efectos secundarios habituales de la cirugía convencional», destaca el doctor.

En cuanto a la recuperación, como explican desde el Hospital Quirónsalud Zaragoza, el robot Da Vinci «aporta una cirugía de precisión, mejorando tanto el postoperatorio como los resultados funcionales del paciente», explica el doctor Ángel García de Jalón, especialista en Urología del citado centro.

En este sentido, el doctor García de Jalón subraya dos ventajas principales, como son la mejor preservación de la continencia urinaria y de la potencia sexual.

En cuanto al postoperatorio, el paciente debe permanecer dos días ingresado y llevar una sonda vesical en torno a dos semanas hasta que la vejiga haya cicatrizado completamente.

Prevención

Frente a la falta de síntomas iniciales, la prevención es clave. El cáncer de próstata aumenta con la edad, sobre todo después de los 50-60 años.Más del 80% de los casos de cáncer de próstata se diagnostican en hombres de más de 65 años. Por eso, el doctor García de Jalón recomienda «comenzar con revisiones prostáticas a partir de los 40 años y realizarse análisis de PSA (antígeno prostático específico)».

«Esto –prosigue– es especialmente esencial en casos con antecedentes familiares de cáncer de próstata o de cáncer de mama».

Por otro lado, tener unos hábitos de vida saludables, es decir, realizar ejercicio físico y evitar el consumo de alcohol, tabaco y grasas animales, puede ayudar, aunque desgraciadamente no siempre, a prevenir este tipo de enfermedades.