Salud mental
¿Qué es el síndrome burnout y cuáles son sus consecuencias en tu salud?
El burnout se ha descrito como una respuesta duradera al estrés emocional e interpersonal crónico en el ámbito laboral.
Hace algunos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el ‘desgaste profesional’, también conocido como 'burnout', como una enfermedad. El síndrome de burnout se refiere a la cronificación del estrés laboral, que se manifiesta a través de un estado prolongado de agotamiento físico y mental que puede llegar a alterar la personalidad y la autoestima del trabajador, así como un aumento de la motivación y una disminución de la productividad laboral.
En general, las personas que padecen el síndrome burnout experimentan una gran diferencia entre lo que esperan en su trabajo y la realidad de las tareas que tienen que enfrentar a diario. Y esto es algo que, si bien puede ocurrir en cualquier ocupación, se ha observado con mayor frecuencia en profesiones que implican el contacto directo con el público o clientes. Aunque también hay otros factores psicosociales asociados al trabajo que pueden actuar como estresor y desencadenar una respuesta psicológica de este tipo, como un jefe implacable, un volumen de trabajo demasiado grande, el acoso laboral, condiciones precarias o de riesgo, etc.
¿Qué impacto tiene en la salud?
El síndrome burnout puede tener efectos físicos y psicológicos devastadores. Uno de los principales efectos del estrés y la ansiedad en nuestro organismo es el aumento en la producción de cortisol, la hormona del estrés. Y eso tiene un enorme impacto en nuestro cuerpo. Entre otras muchas cosas podemos señalar la caída del cabello, las náuseas, los temblores, los trastornos menstruales, los eczemas, el insomnio, el colon irritable o el aumento de peso.
Además, el estrés laboral crónico puede tener un impacto negativo en el estado de ánimo. Los sentimientos de tristeza, ansiedad y desánimo pueden ser consecuencia de la presión constante y los altos niveles de estrés en el trabajo. Estos sentimientos pueden afectar la calidad de vida, a la vida familiar y social y a la capacidad general para disfrutar de las actividades diarias. Es importante tomar estas señales de alarma en serio y hacer cambios en nuestras vidas, antes de la situación se complique todavía más.
Para evitar los efectos perjudiciales del estrés laboral crónico, existen dos aspectos esenciales en los que debemos enfocarnos: en primer lugar, en cambiar las condiciones laborales a las que estamos sometidos, y en segundo lugar, debemos trabajar en nuestra respuesta psicológica a estos estresores. Buscar soluciones a unas condiciones laborales precarias nunca es sencillo, especialmente para los trabajadores asalariados. Sin embargo, suele ser posible tomar algunas medidas para mejorar la situación, al menos a largo plazo.
Organizar y planificar el tiempo de manera eficiente para aliviar la carga mental; ponerse en contacto con recursos humanos; iniciar una aventura empresarial por nuestra cuenta; etc. En segundo lugar, debemos enfocarnos en cómo nuestro cerebro responde a estos estresores. Buscar apoyo psicológico puede ayudarnos a desarrollar herramientas para enfrentar el estrés, como técnicas de relajación y comunicación asertiva. También debemos cuidar nuestras relaciones interpersonales y hacer ejercicio físico regularmente. Organizar nuestro horario y reservar tiempo para el ocio y descanso es esencial.
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