Bienestar

Este es el mejor ejercicio para reducir la peligrosa grasa que rodea al hígado

Un estudio determina cuántos minutos a la semana debemos hacer ejercicio físico para mejorar la salud hepática

Enfermedad del hígado graso
Localización del hígadoLa RazónLa Razón

Con frecuencia, se aconseja a los pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico que pierdan peso, pero esto puede resultar difícil y tardar un tiempo. Por suerte, unos investigadores estadounidenses aseguran haber encontrado otra estrategia que puede ayudar a reducir la peligrosa grasa en el hígado.

El 30% de la población global padece la enfermedad de hígado graso no alcohólico, que es el resultado de tener más depósitos de grasa en el hígado del lo normal. En este caso, la acumulación de grasa en el hígado NO está causada por consumir demasiado alcohol. Usualmente, aunque no siempre, está relacionada con el sobrepeso. En muchas personas, esta afección no causa síntomas o problemas, pero en otras puede acarrear cirrosis e insuficiencia hepática. También puede desembocar en cáncer de hígado.

Según el estudio que nos ocupa, hacer unos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana redujo de forma significativa la grasa del hígado de los pacientes. "Paso mucho tiempo intentando ayudar a mejorar las vidas de nuestros pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico [EHGNA]", comenta el doctor Jonathan Stine, profesor asociado de medicina y ciencias de la salud pública y hepatólogo del Centro Médico Milton S. Hershey de Penn State Health, en Hershey, Pensilvania.

"En este momento, todavía no tenemos una terapia con medicamentos o incluso una cura para esta afección aprobada por una agencia reguladora. Y en este país hay unos 100 millones de adultos que la tienen", apuntó Stein, refiriéndose a EEUU.

Aunque la investigación había mostrado que el ejercicio puede mejorar la grasa del hígado, la condición física, la composición corporal y la calidad de vida, no se sabía qué cantidad específica de ejercicio podía lograrlo.

En este estudio, los investigadores consideraron que una reducción relativa de un 30% en la grasa del hígado, según midieron, era una mejora significativa. Así, revisaron 14 ensayos aleatorios controlados con un total de 551 personas con EHGNA.

Los investigadores encontraron que, independientemente de la pérdida de peso, era 3,5 veces más probable que se alcanzara esta pérdida de grasa en el hígado mediante el ejercicio, en comparación con la atención estándar.

Entonces, determinaron la dosis óptima de ejercicio, y encontraron que un 39% de los pacientes que hacían un ejercicio enérgico durante 150 minutos a la semana o más lograron una respuesta significativa al tratamiento, frente a un 26% de los que hacían menos ejercicio.

"Hay cada vez más evidencias de que el ejercicio, aunque no se pierda ni una libra, tiene muchos efectos beneficiosos", enfatizó Stine. "De verdad cuestionaría la idea de que recetamos ejercicio como forma de que alguien pierda peso, sino que más bien se puede pensar más en mejorar la salud general ante la ausencia de una pérdida de peso con una significación clínica".

Estas reducciones fueron similares a las reportadas en ensayos clínicos en etapa temprana entre personas con EHNA, que los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU describen como inflamación y daño en el hígado, junto con grasa en el hígado.

Un ejemplo de ejercicio moderado sería una caminata a paso vivo en que una persona comienza a sudar, pero todavía puede tener una conversación con un compañero de caminata, aclaró Stine. Otro ejemplo sería montar bicicleta a un paso ligero.

"Lo mejor de la actividad de intensidad moderada es que de verdad todo el mundo puede realizarla, incluso la población sedentaria", dijo Stine. No está claro cuánto tiempo el régimen de ejercicio tardaría en funcionar, pero los estudios del metaanálisis duraron entre cuatro semanas y un año.

Stine sugiere ir más allá de obsesionarse con los números, hasta plantearse ser más físicamente activo. "De verdad solo enfocarse en la actividad en lugar de en perder peso es la moraleja más importante de este estudio, en mi opinión", apuntó Stine.

Los hallazgos se publicaron en una edición reciente en línea de la revista American Journal of Gastroenterology.