Los cánceres de colon es una de las mayores amenazas para la salud humana, debido a que es el más frecuente en España. Además, cada vez se detecta más en personas jóvenes. Médicos e investigadores de todo el mundo han advertido de este fenómeno, incluso a través de una publicación en la revista Science, en la que dos especialistas de Harvard respetados a nivel internacional alertan de que la incidencia de este tumor en menores de 50 años aumenta a un preocupante ritmo del 2 al 4% anual en muchos países, con incrementos aún mayores en personas menores de 30 años.

Sin restringirlo a franjas de edad, el cáncer de colon y recto es muy prevalente. En 2022 se diagnosticaron 43.370, lo que representa una media de uno cada doce minutos, según advierte la Sociedad Española de Oncología Médica en su último informe sobre las cifras del cáncer en España. Además, es el segundo cáncer más letal del mundo, ya que es difícil detectar sus síntomas en las primeras etapas de la enfermedad.

Existen múltiples factores de estilo de vida que pueden aumentar el riesgo de cáncer colorrectal, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la obesidad, y, por supuesto, los malos hábitos dietéticos. Ahora, un nuevo trabajo se ha centrado en descifrar qué sustancias pueden combatirlo, descubriendo que en la curcumina, un fitoquímico natural aislado de las raíces de la cúrcuma, es un gran aliada en la prevención y el tratamiento del cáncer colorrectal. Sus hallazgos se publican en la revista Nature.

Las sustancias fitoquímicas son compuestos producidos por las plantas. Se encuentran en las frutas, las verduras, los granos, los frijoles y otras plantas. Se cree que algunas de estas sustancias fitoquímicas protegen a las células de los daños que podrían provocar el cáncer, y por ello, son varios los estudios clínicos que los científicos se están llevando a cabo en esta línea.

"Ya había indicios en la literatura de que la curcumina puede inducir miR-34", explica Heiko Hermeking, catedrático de Patología Molecular de la Universidad de Múnich (Alemania) y coautor del estudio. Cabe destacar que la molécula de microARN llamada miR-34 desempeña un papel fundamental en la supresión tumoral. "Hasta ahora no se había investigado sistemáticamente el fenómeno. Además, no estaba claro qué mecanismo podía estar detrás", continúa Hermeking.

En más de la mitad de los casos de cáncer de colon y recto, este importante mecanismo protector de las células se inactiva por mutaciones. Pero la investigación de Hermeking ha demostrado en cultivos celulares y en un modelo de ratón que la curcumina, que se encuentra en la especia cúrcuma (ralladura de raíz), puede salvar este mecanismo protector silenciado activando una vía de señalización alternativa y específica que induce la expresión de miR-34.

Utilizando líneas celulares de cáncer colorrectal humano modificadas genéticamente, los investigadores han demostrado ahora que la curcumina aumenta la producción de las llamadas especies reactivas del oxígeno (ROS) en las células tumorales. Estas ROS activan una vía de señalización que conduce a la producción de miR-34 a través del factor de transcripción NRF2, lo que induce el envejecimiento prematuro de las células tumorales y la muerte celular programada.

"Además, se reduce la capacidad de las células tumorales para migrar e invadir el tejido circundante", explica Hermeking. Esto es, para desarrollar metástasis. "También pudimos confirmar en nuestro modelo de ratón que la expresión de miR-34 inducida por la curcumina suprime la metástasis de las células de cáncer colorrectal en el pulmón". Asimismo, la curcumina hizo que las células tumorales fueran más sensibles a la sustancia quimioterapéutica 5-FU (quimioterapia) por medio de miR-34.

El estudio considera haber establecido que la curcumina interviene en la "cascada" molecular de protección contra el cáncer de colon (llamada eje KEAP1/NRF2/miR-34a/b/c) y, por ende, prueba la actividad supresora tumoral de la curcumina. Asimismo, los autores sugieren que los resultados de su trabajo podrían dar lugar a nuevos planteamientos interesantes para activar genes miR-34 en tumores con fines terapéuticos, que deberían indagarse en el futuro.

Otros beneficios para la salud de la cúrcuma

A la cúrcuma se le han atribuido propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. En los últimos años, la cúrcuma ha sido estudiada por sus posibles beneficios en la prevención y tratamiento de la artritis, de enfermedades cardiovasculares, de la diabetes, de hepatopatías, de desórdenes respiratorios y gastrointestinales, de depresión y, como hemos visto, del cáncer.

Los estudios han sugerido que la curcumina parece estar involucrada en la liberación de serotonina y dopamina; que una ingesta diaria de 500 miligramos de cúrcuma (con 5 mg de piperina) durante seis semanas disminuye el dolor de artristis; o que la curcumina tiene importantes efectos protectores y terapéuticos de las enfermedades hepáticas asociados también a mecanismos celulares y moleculares, entre otros trabajos que, en cualquier caso, requieren de mayor investigación para resultar concluyentes.

Es importante no olvidar que debemos ser cuidadosos a la hora de aumentar el consumo de cúrcuma, pues a esta especia también se le atribuyen efectos negativos sobre la salud. De hecho, el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda evitar su uso a mujeres embarazadas y lactantes, ya que la curcumina impide la correcta absorción del hierro. Además, debemos tener en cuenta que la curcumina apenas supone un 5% de la raíz de la cúrcuma, según la Organización de Consumidores y Usuarios.