Hallazgo

Alertan del grave peligro cerebral que implica beber alcohol en la juventud

El alcohol es la droga más prevalente entre la población juvenil de nuestro país

El 80 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 18 años ha probado el alcohol
El 80 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 18 años ha probado el alcoholJ. Fdez.-LargoLa Razón

Beber alcohol resulta dañino para la salud. La ciencia lo ha demostrado en numerosas ocasiones, pero cuando esa ingesta se realiza a edades tempranas, el peligro resulta incluso mayor. Y así lo ratifica un equipo de investigadores liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha llevado a cabo un estudio sobre el consumo de alcohol en la juventud que relaciona su ingesta con una serie de cambios emocionales, cognitivos y cerebrales que pueden hacer a estos jóvenes más vulnerables a una adicción futura.

Estos hallazgos, publicados en «Progress in Neuropsychopharmacology and Biological Psychiatry», permiten conocer factores de riesgo de una posible futura adicción, ha indicado el centro universitario en un comunicado.

Los últimos informes publicados en España confirman que el alcohol es actualmente la droga más prevalente entre la población juvenil, y la primera, junto al tabaco, que comienza a consumirse en torno a los 16 años.

Aunque es necesario realizar más estudios en este campo, los resultados obtenidos pueden ser de gran utilidad práctica en los servicios sociales y sanitarios involucrados en la prevención y tratamiento del consumo de alcohol, así como un avance en la detección precoz de jóvenes en riesgo. «Además, nuestros resultados muestran cómo los cambios a nivel cerebral son superiores en los chicos con consumo de riesgo en comparación con las chicas, destacando una posible mayor vulnerabilidad», aseguran los autores.

Pruebas

En concreto, el trabajo analizó las puntuaciones, el rendimiento en diferentes pruebas neuropsicológicas y la actividad cerebral eléctrica en reposo de 82 jóvenes con una media de 18 años.

Para ello, los investigadores utilizaron una serie de cuestionarios centrados en aspectos de regulación emocional e impulsividad, y llevaron a cabo una extensa evaluación neuropsicológica en la que se analizó su rendimiento en pruebas atencionales, de memoria, y de funciones relacionadas con la planificación, la flexibilidad mental o la toma de decisiones.

En cuanto al análisis de la actividad cerebral se utilizó un electroencefalograma (EEG) que, de forma no invasiva, y mediante electrodos situados en el cuero cabelludo, permite conocer la actividad eléctrica del cerebro en zonas corticales. «Mediante esta técnica analizamos la ratio entre dos patrones de onda cerebral (theta/beta) que varios trabajos han relacionado con impulsividad y bajo control cognitivo», concluyen los autores.

El trabajo fue llevado a cabo por miembros del Departamento de Psicología Biológica y de la Salud de la Facultad de Psicología de la UAM en colaboración con investigadores de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) y Universidad Internacional de la Rioja (UNIR).