Entrevista
«El 80% de los trastornos mentales comunes se soluciona con el tratamiento inicial»
Entrevista al doctor Enrique Baca, jefe del Departamento de Psiquiatría del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid
1. ¿Cuántos españoles tienen problemas de salud mental?
Una de cada cinco personas vamos a sufrir algún trastorno mental a lo largo de nuestra vida. El Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2020-2021 cifra en el 29% de la población el padecimiento de algún trastorno mental, siendo los más frecuentes la ansiedad, el insomnio y la depresión.
2. ¿Cuál es el perfil de los más vulnerables en este ámbito?
Los trastornos del desarrollo son especialmente importantes en edades muy tempranas de la vida; los psicóticos al comienzo de la edad adulta, siendo un poco más precoces en los varones; por uso de sustancias son más frecuentes en varones, con mayor incidencia de drogas ilegales en jóvenes y mayores problemas clínicos con el alcohol y el tabaco en edades medias de la vida. La depresión es más frecuente en mujeres, con algunos momentos de especial impacto como el climaterio. En cuanto a las conductas suicidas, son la principal causa de muerte en menores de 35 años, con un riesgo tres veces mayor en varones y hasta 12 veces mayor en personas trans. Como factores sociales, el aislamiento y la soledad son quizás de los más importantes para la aparición de trastornos mentales.
3. ¿Qué hay detrás de esos alarmantes datos en jóvenes?
Nuestra sociedad presta más atención a su desarrollo y salud, y por eso estamos reflejando cada vez más fielmente la existencia de trastornos mentales en este segmento de la población. Por otro lado, nuestra sociedad tiene valores antagónicos y una gran exigencia desde edades tempranas. Tampoco hay que minusvalorar el efecto que las tecnologías tienen en el desarrollo social de los niños, sobre todo cuando se incluyen en edades muy precoces. En relación con esto último, la pandemia ha supuesto un aislamiento y ha impulsado un mayor uso de las redes sociales.
4. Han celebrado un ciclo de debate orientado a la salud mental dentro del proyecto de Responsabilidad Social Corporativa «Salud, Personas y Sociedad. FJD Talks». ¿Por qué es necesario un encuentro así?
La sociedad no es consciente del enorme impacto de las enfermedades mentales. En Europa su impacto económico es mayor que el de la suma del cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Esto mismo ocurre en España. Las personas que sufren enfermedades mentales a menudo son marginadas y estigmatizadas. Las familias de los pacientes sufren incomprensión y rechazo; a menudo son enjuiciadas y responsabilizadas. Todos pensamos que no nos va a pasar y que quien lo sufre es fruto de debilidad, mala educación o de una «falta de carácter».
5. Vivimos en una sociedad que persigue la felicidad. ¿Qué herramientas nos da para gestionar la frustración?
La felicidad es una aspiración relativamente moderna. La clave es qué entendemos cada uno por ella y, sobre todo, qué necesitamos para alcanzarla. Algunas culturas promueven la aceptación de los sinsabores de la vida y otras la lucha por la superación. Ambas estrategias son útiles y una buena combinación nos permite adaptarnos.
6. ¿El tabú es el principal impedimento para buscar ayuda?
Hay muchos prejuicios con las enfermedades mentales, en parte porque son un grupo muy heterogéneo, con pronósticos y afectaciones funcionales muy diferentes. Podemos hablar de trastornos mentales comunes (ansiedad, depresión), otros relacionados con el uso de sustancias, trastornos mentales graves (esquizofrenia, trastorno bipolar) y conductas suicidas. Aumentar la conciencia de que nos puede pasar a todos, de que cuanto antes consultemos mejores resultados obtendremos; acabar con los prejuicios frente a los tratamientos; pensar que consultar no significa una mayor gravedad ni cronicidad; y difundir estos mensajes, sin duda, puede ayudar a muchas personas a afrontar precozmente sus problemas y mejorar antes.
7. Hablamos de ansiedad, estrés o depresión con «normalidad». ¿Cuándo son un problema?
En el sistema sanitario español la puerta de entrada es el especialista en Medicina de Familia. Estos profesionales están formados para identificar y tratar en primer término cuando estos problemas han «cruzado la línea roja», lo que sucede cuando los síntomas impiden desarrollar la actividad familiar, social, de ocio o laboral. Por otro lado, en las áreas de salud que atendemos desde nuestro hospital estamos desarrollando un programa de detección de trastornos mentales que nos va a permitir identificar precozmente a quienes están en riesgo y actuar precozmente.
8. Una vez diagnosticado el problema, ¿qué abordaje se hace?
Lo primero que debe hacerse es una entrevista de valoración inicial con una exploración psicopatológica para plantear una formulación diagnóstica que incluya, no sólo los trastornos susceptibles de tratamiento, sino también los factores precipitantes y perpetuantes de la enfermedad, así como los recursos personales y sociofamiliares para la recuperación. A continuación, se propone un tratamiento que puede incluir terapias biológicas (fundamentalmente fármacos) o psicoterapéuticas. Idealmente, se programan las vistas de seguimiento para comprobar evolución y posibles efectos adversos.
9. ¿Qué tiempo suele hacer falta para solucionarlos?
De forma general, los tratamientos suelen durar un año, pero hay que advertir que deben ser personalizados y, por tanto, su duración puede variar según cada individuo.
10. ¿Qué riesgo de recaídas hay y de qué depende?
Los tratamientos de los trastornos mentales comunes son muy eficaces; alrededor del 80% tiene éxito con la terapia inicial. Las recaídas disminuyen mucho cuando los tratamientos se mantienen de nueve a 12 meses, aunque desgraciadamente pueden ocurrir. En líneas generales, cuando un tratamiento ha sido eficaz, va a serlo en la siguiente recaída.