Obesidad

La covid acelera la otra gran epidemia del siglo XXI

El 53% de los españoles presenta problemas de sobrepeso y cada vez aparece a edad más temprana

Sobrepeso, obesidad.CENTRO LAPAROSCÓPICO DOCTOR BALL10/02/2021
Sobrepeso, obesidad.CENTRO LAPAROSCÓPICO DOCTOR BALL10/02/2021CENTRO LAPAROSCÓPICO DOCTOR BALLESTACENTRO LAPAROSCÓPICO DOCTOR BALL

La pandemia de la Covid-19 ha dejado tras de sí una retahíla de consecuencias que dejará huella a largo plazo. También a simple vista. De hecho, el exceso de kilos es uno de los daños colaterales más evidentes de la crisis sanitaria, hasta el punto de que el sobrepeso y la obesidad se han disparado en nuestro país en apenas dos años.

En concreto, el número de personas con obesidad, es decir, aquellas que tienen un índice de masa corporal (ICM) superior a 30 puntos, en nuestro país ha pasado del 9,3% en 2020 hasta el 17,2% en 2022, según la comparación de las últimas encuestas elaboradas por la Sociedad Española de Obesidad (Seedo). Y aunque se trata tan solo de una pequeña muestra representativa realizada con un millar de personas, lo cierto es que sí permite hacer la radiografía de una tendencia que los expertos ya confirman: «El problema del exceso de peso en nuestro país está al alza y resulta algo alarmante», reconoce María del Mar Malagón, presidenta de la Seedo, catedrática de la Universidad de Córdoba y subdirectora científica del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic).

Los últimos datos publicados por Seedo con motivo del Día Mundial de la Obesidad, que se celebra hoy 4 de marzo, no dejan lugar a dudas: el 53,8% de los españoles presenta kilos de más, ya que un 36,6% de las personas encuestadas sufre sobrepeso y un 17,2% tiene obesidad. Además, otro dato revelador es que el IMC medio de la población española se sitúa en 25,97 puntos, es decir, al menos un punto por encima del máximo recomendado, ya que debería estar en la franja de entre 18,5 y 24,9 para considerarse «normal». «Estas cifras van en sintonía con los últimos datos publicados por la OCDE que apuntaban a que un 69% de los varones en nuestro país presenta sobrepeso, valor que se queda en el 54% cuando se trata de mujeres. Son números muy altos que deben hacernos reflexionar por las graves consecuencias que ese exceso de peso implica a medio y largo plazo», advierte Malagón.

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ObesidadAntonio Cruz

Y es que la salud es lo primero que se resiente cuando la flecha de la báscula se dispara. «Está sobradamente demostrado que el sobrepeso y la obesidad empeoran la calidad de vida de quien las sufre y reduce su esperanza de vida. Y eso se refleja en cuestiones tan comunes como que aumenta la hipertensión, la diabetes o el colesterol, así como la molestia articular, las lesiones musculares, los problemas de reflujo, cronifica los dolores de espalda... Pero también en asuntos que a simple vista no se ven, como el hecho de que incrementa el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer», alerta Manuel Landecho, especialista en Medicina Interna y miembro de la Unidad de Chequeos de la Clínica Universidad de Navarra.

Punto de inflexión

Por todo ello, los kilos de más son un mal compañero de viaje y la pandemia no ha hecho más que acrecentar el problema: «La implantación del teletrabajo, más horas sentados delante del ordenador y cerca de la cocina, el estrés, las limitaciones para acudir a los centros deportivos por las restricciones Covid-19 y el miedo a salir a la calle en las personas de mayor edad han contribuido, sin duda, a que en la actualidad más de la mitad de nuestra población deba preocuparse por las consecuencias negativas para su salud que ocasiona el exceso de peso», asegura Albert Lecube, vicepresidente de Seedo y jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Arnau de Villanova (Lérida). De hecho, el confinamiento estricto sufrido durante el año 2020 provocó que hasta un 73% de los españoles reconociera haber engordado entre uno y tres kilos.

Quitarse de encima el michelín no resulta sencillo, hasta el punto de que ese incremento ya es obvio en la consulta: «La obesidad es una enfermedad muy asociada al estilo de vida, y eso es precisamente lo que más nos ha cambiado durante estos dos últimos años, por lo que estamos viendo que todas las patologías asociadas a eso han aumentado y también han empeorado en cuanto a gravedad, además de que cada vez nos llegan pacientes más jóvenes», reconoce Landecho.

Conscientes de ello, a un 70,9% de los encuestados les gustaría estar más delgados. En concreto, son las mujeres las que declaran en mayor medida haber intentado perder peso en algún momento de su vida (un 78,2% frente al 67,2% de los hombres), pero no siempre resulta sencillo. ¿Por qué? «Pues atendiendo a lo que señalan los encuestados, las tres principales causas que están detrás del exceso de peso están vinculadas directamente con el escaso hábito de ejercicio y el sedentarismo, en primer lugar, seguido de una inadecuada alimentación y de una mala gestión emocional con la comida», asegura Malagón.

Abordaje personalizado

Con estas pesimistas cifras como telón de fondo, los especialistas hacen hincapié en que resulta fundamental que la obesidad sea considerada como una enfermedad crónica por las múltiples patologías que conlleva asociadas, lo que ayudaría, a su vez, a romper con el estigma actual de que se trata de un problema provocado por el propio afectado. «Falta una formación específica en obesidad que ayude a que los médicos de atención primaria tengan herramientas a su alcance para afrontar este problema. Se piensa que las personas con sobrepeso u obesidad lo son por decisión propia y que si dejaran de comer se solucionaría, pero esta enfermedad es mucho más compleja y hace falta un abordaje multifactorial», reclama Malagón.

Esa misma idea es la que defiende el Dr. Landecho, quien destaca que «lo más importante es personalizar la atención a estos pacientes. Dar la misma dieta a todos y ‘’recetar’' más actividad física no tiene ningún sentido, porque eso vale para cualquier persona sana, pero lo cierto es que la obesidad en sí misma es una enfermedad muy heterogénea». Y cuando el problema implica un exceso de peso muy elevado, «no hay por qué pensar que la cirugía o la farmacología son un fracaso. Todo lo contrario, pues se trata del primer paso para acelerar un cambio en el estilo de vida que debe mantenerse en el tiempo. Hoy en día existen numerosas alternativas que pueden servir de escudo para que las personas con obesidad pierdan peso», insiste Landecho.

El coste de la epidemia del siglo XXI

Con permiso de la Covid-19, la obesidad está considerada como la gran epidemia del siglo XXI, ya que las estadísticas más recientes muestran que el 59,3% de los adultos en Europa viven con sobrepeso u obesidad. Y eso tiene un impacto claro en la economía y en el sistema sanitario, ya que se estima que esa cifra implica un coste del 7% del PIB cada año, según datos de la OCDE. Por todo ello, resulta imprescindible apostar por el trabajo común traducido en un plan nacional y europeo cuyo objetivo sea reconocer la obesidad como una enfermedad crónica, pues eso ayudaría a su abordaje en la sanidad pública.