Cargando...

Iglesia Católica

Cuenta atrás para el jubileo que absolverá del aborto

La apertura de la Puerta Santa de San Pedro marca el inicio del «año del perdón». El Papa hará un gesto de misericordia un viernes de cada mes

El Papa, durante la primera homilía de Adviento celebrada ayer en el palacio apostólico del Vaticano larazon

La apertura de la Puerta Santa de San Pedro marca el inicio del «año del perdón». El Papa hará un gesto de misericordia un viernes de cada mes

A tan solo cuatro días antes de comenzar el Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco, el Vaticano presentó ayer las últimas novedades del que sin duda será el acontecimiento del año e incluso del Pontificado de Bergoglio.

El próximo martes 8 el Pontífice abrirá la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, con lo que dará comienzo este Año Santo que pretende mostrar el rostro misericordioso de Dios y de la Iglesia.

Francisco encargó el Jubileo al Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización que preside el arzobispo Rino Fisichella y en apenas 10 meses ha tenido que poner en marcha la maquinaria y el engranaje de un evento tan complejo que llevará hasta Roma a unos 20 millones de peregrinos.

Una de las novedades que están generando más expectación es el espectáculo de luces e imágenes que se proyectará el mismo martes por la tarde en la fachada de la basílica y la cúpula y que ha sido donado por varias empresas. Será la primera vez que se haga algo semejante en el Vaticano.

Los organizadores han querido resaltar que el Año Santo no se vivirá únicamente en Roma, sino en todas las ciudades del mundo, lo que será reflejado en la apertura de las Puertas Santas de las catedrales del mundo el próximo domingo 13 de diciembre.

Otra novedad es la decisión del Papa de realizar un gesto concreto de misericordia un viernes de cada mes. El primero lo hará el 18 de diciembre con la visita a un centro de Caritas en Roma. Además, cada tarde la plaza albergará el rezo del Rosario delante de la impresionante estatua de San Pedro y contará con la presencia de cientos de personas.

En espera de los primeros peregrinos, el Vaticano ha instalado ya un Centro de Acogida en el número 7 de la popular Via della Conciliazione, donde se podrán registrar para acceder al recorrido de la Puerta Santa, obtener las entradas para ciertas celebraciones, así como retirar el «Testimonium», una especie de «Compostelana» que acreditará la participación en el Año Santo.

Como en todos los grandes eventos, el Jubileo cuenta ya con una legión de voluntarios que ayudarán al buen transcurso de las actividades. Unos 100 de ellos se encargarán cada día de los peregrinos en las inmediaciones de la plaza de San Pedro, así como en las distintas basílicas de Roma. Sin embargo, en los grandes eventos se multiplicarán hasta los 800-1.000 voluntarios.

Uno de los deseos de Francisco es la existencia de «misioneros de la misericordia», sacerdotes que se dediquen de manera especial durante este año a perdonar los pecados que tienen pena de excomunión. Serán 800 de ellos provenientes de todo el mundo y designados directamente por el Papa. Junto a ellos, todos los sacerdotes podrán perdonar el pecado del aborto únicamente durante este tiempo puesto que es algo que está reservado a cada Obispo o a un sacerdote designado por él.

El Vaticano ha firmado además un acuerdo con las autoridades de Roma para garantizar la asistencia sanitaria y colocará puestos de primeros auxilios en zonas específicas. Respecto a la seguridad y frente a la amenaza yihadista, el arzobispo aseguró a los medios que está garantizada gracias a otro acuerdo entre la Santa Sede y el gobierno italiano. Con motivo del plan se han instalado nuevos detectores y escáneres en la columnata de San Pedro y se han aumentado las cámaras de vigilancia y reforzado la iluminación.

En los últimos días la presencia policial ha aumentado en el Vaticano, también para evitar los hurtos y engaños de delincuentes comunes.

Reformas en las finanzas

Ni la filtración de documentos ni ciertas reticencias en algunos miembros de la curia han provocado que Francisco se rinda en su empeño de reformar las finanzas del Vaticano. Así lo confirmó él mismo en la tarde del jueves al participar en una reunión del Consejo para la Economía. El Papa quiso dar ánimos y agradecer a sus miembros «el importante papel que han sido llamados a desarrollar en el ámbito de la vigilancia de las estructuras financieras y administrativas de la Santa Sede».