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Sin Perdón

Sánchez envía su «mini» clon contra Ayuso

El sistema sanchista se caracteriza por la ausencia de voluntad de sus integrantes, ya que están sometidos a los deseos del líder

Los políticos pueden creer que los ciudadanos somos tontos, pero se equivocan. Óscar López se puso estupendo y aseguró que se había limitado a informar a Sánchez de que se presentaba para liderar el socialismo madrileño. Nadie se lo tomó en serio. El sistema sanchista se caracteriza por la ausencia de voluntad de sus integrantes, ya que están sometidos a los deseos del líder. No tienen ninguna autonomía. Sánchez manda y el resto obedece. La desaparición de la democracia interna en el PSOE es una consecuencia de las primarias, así como de su clara pulsión autoritaria y de su azarosa trayectoria hasta que consiguió asentar su liderazgo gracias a la moción de censura. El injusto menosprecio que sufrió durante tantos años y el ser relegado a papeles menores en beneficio de otros favoritos del entonces todopoderoso Pepe Blanco, como Óscar López y Antonio Hernando, configuraron esa indestructible fuerza de voluntad y resistencia que explican la situación en que se encuentra el PSOE y el Gobierno. Sus amigos y colaboradores establecen que la falta de empatía es tanto su mayor fuerza como su mayor debilidad.

Esto explica que no le importe que sus actuales aliados políticos y mediáticos fueran en su día sus más crueles detractores. Han recibido su recompensa y me imagino que su conversión los hace más frágiles, ya que tienen que demostrar su fidelidad. Por supuesto, se rodea, también, de colaboradores que le deben sus cargos y le son fieles. Es otra buena fórmula y era utilizada, con las diferencias que marca el paso del tiempo, por los reyes en el Antiguo Régimen para designar a sus validos entre personajes de la media o baja nobleza, en lugar de los grandes títulos del Reino, así como para escoger entre juristas a los secretarios que dirigían en su nombre la Administración. López asume caminar con paso firme en dirección a una nueva derrota para complacer al líder. Es lo que hizo Reyes Maroto y ahora le toca a él. Es cierto que utilizarán las cloacas del Estado para intentar la destrucción personal y política de Ayuso y contará, además, con el fervoroso apoyo de RTVE y la izquierda mediática. La realidad es que el líder del PSOE ha hecho muy feliz a Ayuso enviándole un «mini» Sánchez.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).