Sin Perdón
¿Se puede gobernar sin el Poder Legislativo?
«Hay que tener en cuenta que, pase lo que pase, piensa agotar la legislatura»
Es algo insólito en una democracia. Es cierto que es habitual en los regímenes autoritarios. Las dictaduras no respetan la separación de poderes, aunque exista formalmente. Cuentan con una constitución, no se reconocen como dictaduras brutales y corruptas y disponen de poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Por tanto, se puede gobernar sin contar con el Poder Legislativo, pero es una grave anomalía en una democracia. Nos hemos acostumbrado a las prácticas clientelares del sanchismo, que RTVE sea un descarado canal temático del PSOE, que se use y se abuse de los medios públicos al servicio de intereses personales o de partido, que la Administración y el sector público empresarial sean un botín para los amigos del poder y los visitadores de La Moncloa. Son patologías que provoca el populismo sanchista en el sistema democrático. El líder del PSOE no cuenta con una mayoría parlamentaria que le apoye. Lo pudimos constatar ayer. El PP logró sacar adelante una proposición no de ley por la que se reconoce a Edmundo González como presidente de Venezuela por 177 votos a favor, 164 noes y una abstención. El PSOE votó en contra.
A Sánchez no le importa perder votaciones. Ha decidido que seguirá en el poder ignorando al Congreso. Lo normal sería que presentara una cuestión de confianza, pero no lo hará porque sería derrotado. Es cierto que la errática posición de Vox introduce dudas más que razonables sobre la unidad de acción de la oposición en su contra. Abascal y su equipo se sienten muy cómodos con Sánchez y su prioridad es hacer de oposición del PP. Hay que tener en cuenta que, pase lo que pase, piensa agotar la legislatura. En primer lugar, le gusta ocupar este cargo y no tiene intención de acogerse a una jubilación anticipada. Es uno de los mayores chollos del mundo con un buen sueldo, gastos ilimitados, viajes pagados, una residencia palaciega y otras a su disposición para los fines de semana y no hay nada que le guste más que la política. Por otra parte, con el complejo horizonte judicial que afronta y el apoyo interesado de los mercenarios de la izquierda política y mediática, encabezados por el millonario José Miguel Contreras y los lobistas, su seguridad pasa por seguir en La Moncloa.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
✕
Accede a tu cuenta para comentar