Puntazo
Palabra de ministra, o no
«Problemas de agenda», dicen en el departamento, para no dar la cara ante las promesas incumplidas.
Hace un año, la médico intensivista Tamara Contreras recibió las seguridades de la ministra de Sanidad, Mónica García, de que se pondría fin a las extenuantes guardias de veinticuatro horas que deben llevar a cabo algunos facultativos, que implican jornadas semanales de hasta 70 horas. La doctora Contreras no había acudido al Ministerio con las manos vacías, puesto que llevaba 100.000 firmas avalando su petición. Todo fueron buenas palabras por parte de la ministra, médico como ella, y promesas que han quedado en agua de borrajas. Un año después, la doctora Contreras, esta vez acompañada por otros cuatro compañeros y 180.000 firmas, ha acudido de nuevo a ver a la ministra García, pero sin éxito. «Problemas de agenda», dicen en el departamento, para no dar la cara ante las promesas incumplidas de una ministra con muy buenas palabras, pero sin palabra.