«Mocionear»

Tiene la RAE una Unidad Interactiva del Diccionario. Se creó en 2011 para dar cauce a las propuestas que pretenden incluir nuevas palabras o expresiones que se adapten mejor a las realidades contemporáneas que tratan de calificar. En diciembre del año pasado se añadieron hasta 280 variaciones. Ahora que aún estamos en plazo para la próxima remesa de cambios y, a la vista de cuanto ha ocurrido en el trajín político en las últimas 48 horas, podríamos atrevernos a plantear una sugerencia a los señores académicos. «Mocionear». Que vendría a ser algo así:

1. Acción más allá de mocionar y que supera la mera presentación de una moción.

2. Práctica pseudopolítica, amparada en sus usos, formas y apariencias, pero que, en realidad, usa los mecanismos establecidos para el ejercicio de lo común eludiendo sus fines para orientarlos en beneficio propio. Se caracteriza por el abuso de instituciones y vías constitucionales hasta el extremo de distorsionar su sentido original, de tal modo que apenas se parecen a aquellos que el legislador concibió.

3. Intento, más o menos desesperado, de captar la atención. Suele manifestarse en los casos en que un sujeto o formación aspira a protagonizar acciones disruptivas, con más ruido que fondo, y que anhelan el apoyo de los ciudadanos, en general, o de algún colectivo, en particular: trampantojo de plataforma electoral.

4. Trampa, truco o artificio para distraer de lo importante.

5. Lapso de tiempo en el que no se avanza, con un final conocido de antemano y que no aporta ningún argumento novedoso o relevante a la conversación pública.

Y ahora, con estas definiciones, sólo nos queda esperar hasta final de 2023 para comprobar si la RAE se anima a incluir el término entre sus actualizaciones, esas que siempre generan curiosidad al mostrarnos el retrato, certero y fidedigno de cómo somos. Es posible, incluso, que «mocionear» llegue a convertirse en un clásico que describa los peores vicios políticos de nuestra época.