Estas son las propuestas económicas de Milei para Argentina

Javier Milei ha ganado las elecciones argentinas con un programa económico netamente liberal. Es verdad que se trata sólo del esbozo de lo que debería ser un programa electoral exhaustivo y detallado, pero sus rivales en estos comicios todavía han ofrecido menos. Ya desde el mismo comienzo del documento que contiene su propuesta política podemos leer: «El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo basado en el principio de no agresión, y en la defensa del derecho a la vida, la libertad y la propiedad privada. Sus instituciones fundamentales son los mercados libres de intervención del Estado, la libre competencia, la división del trabajo y la cooperación social».

Se trata de toda una declaración de intenciones sobre cuál es la visión de su formación política, La Libertad Avanza. De hecho, a renglón seguido nos explicitan que: «La Libertad Avanza es una alianza de gobierno, que reúne, convoca y se dirige a hombres y mujeres de toda condición social, conformada por distintos partidos políticos, y creada para impulsar políticas liberales que coadyuven al despegue económico, político, cultural y social que los argentinos necesitamos para volver a ser el país pujante que éramos a comienzos del año 1900».

¿Y en qué medidas específicas se traduce esta ambición de relanzar las libertades y, en consecuencia, la prosperidad de la Argentina? Pues esencialmente en tres palancas: bajar impuestos, recortar el gasto público y liberalizar (descargar de regulaciones) al sector privado. Así, en materia de impuestos propugnan: «Eliminación y baja de impuestos para potenciar el desarrollo de los procesos productivos que lleva adelante la actividad privada y potenciar la exportación de bienes y servicios»; «eliminación de derechos de exportación o retenciones»; «reducir las cargas patronales que gravan el trabajo»; «reducir los impuestos al trabajador».

En materia de gasto: «Eliminación de gastos improductivos del Estado»; «optimización y achicamiento del Estado»; «privatización de las empresas públicas deficitarias»; «Achicar el Estado con la oferta de retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas, revisión de contratos de locación de obra y de servicios que no puedan explicar su razón de ser». Y, finalmente, en materia de liberalizaciones: «Competencia de monedas que permitan a los ciudadanos elegir el sistema monetario libremente o la dolarización de la economía»; «liberar inmediatamente todos los cepos cambiarios»; «promover una ley de alquileres en todo el territorio nacional que prevea el acuerdo entre las partes de las condiciones de tiempo, actualización, moneda, etc.»; «promover la libertad de afiliación sindical».

A la luz de estas propuestas, debería quedar claro que Milei no es «de ultraderecha»: es en todo caso un liberal o un libertario.