Tribuna

La España vacía como alternativa a la escasez de viviendas

Trasladar organismos estatales a regiones menos pobladas podría actuar como motor económico en las zonas receptoras

Miguel Linera
La España vacía como alternativa a la escasez de viviendas
La España vacía como alternativa a la escasez de viviendasRaúl

En España, el acceso a la vivienda se ha convertido en un objetivo casi inalcanzable. Mientras las grandes ciudades se enfrentan a problemas de escasez y precios elevados, aproximadamente el 14,4% del parque inmobiliario nacional permanece vacío, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En regiones como Galicia, este porcentaje asciende al 28,8% y en Castilla-La Mancha al 22,6%.

Ante esta situación, surge la pregunta: ¿es necesario seguir construyendo viviendas o deberíamos también centrarnos en incentivar la ocupación de las ya existentes?

Es fundamental cambiar el enfoque del debate. En lugar de promover únicamente la construcción de nuevas viviendas, que también, es urgente plantear soluciones que aumenten la productividad y el atractivo de las regiones con viviendas vacías. Redistribuir el crecimiento económico y demográfico puede equilibrar el mercado inmobiliario y aliviar la presión sobre las zonas urbanas más demandadas.

Para revitalizar las regiones con viviendas vacías se pueden adoptar varias medidas. Una de ellas puede ser la deslocalización de instituciones públicas. Trasladar organismos estatales a regiones menos pobladas podría actuar como motor económico en las zonas receptoras. Este modelo ha demostrado su éxito en países de la órbita europea como Alemania y Francia, donde la descentralización administrativa ha dinamizado múltiples regiones que estaban deprimidas. Además, estos traslados generarían demanda de servicios locales, aumentarían el consumo y fomentarían la ocupación de viviendas hoy deshabitadas, especialmente en municipios que están situados en la llamada España vaciada.

Otra medida sería promover hubs industriales especializados en esas comunidades. Invertir en la creación de polos industriales temáticos que aprovechen las fortalezas de cada región podría también impulsar el crecimiento local. Por ejemplo, Galicia y Castilla-La Mancha podrían especializarse en agrotecnología, aprovechando su vasta superficie agrícola y experiencia en el sector. Mientras que Asturias podría potenciar sus sectores tradicionales como el metalúrgico, naval o armamentístico, recuperando su legado industrial.

Esta estrategia permitiría unificar terrenos asequibles, fomentar la hiperespecialización tecnológica y atraer talento a estas áreas, generando empleo estable y dinamizando la economía de la región.

El desequilibrio que ha supuesto esta situación ha llevado a un aumento del precio medio del alquiler en un 8,5% durante el último año, según datos de Fotocasa. Sin embargo, en regiones con alto porcentaje de viviendas vacías, los precios permanecen estancados, reflejando la falta de demanda local. Esto último subraya la necesidad de políticas que redistribuyan el crecimiento económico hacia estas zonas infrautilizadas.

España necesita una mejor distribución y eficiencia en su uso. Al mejorar la productividad de las regiones con viviendas vacías, podemos reducir la presión sobre las grandes ciudades y promover un desarrollo más equitativo y sostenible.

La deslocalización de empleos públicos y la creación de polos industriales especializados son pasos concretos hacia ese objetivo. Estas medidas no solo abordarían el problema de la vivienda, sino que también fortalecerían el tejido económico y social de las regiones más desfavorecidas.

Es el momento de actuar. La solución está en facilitar la construcción de vivienda nueva en escala y en aprovechar el potencial desaprovechado de las regiones vacías para construir un futuro más equilibrado y próspero para todos.