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Editorial

Un duelo perdido sin remedio en Madrid

La política sanchista del albañal fracasará en Madrid, pues falla en lo esencial, su desconexión con la calle, que es una hipoteca definitiva

Los congresos regionales del PSOE se desarrollan sin sobresaltos. Todo ha llegado atado y bien atado desde Moncloa con la operación paracaidista que ha colocado a un buen puñado de ministros a los mandos. En Madrid se ha seguido su curso natural conforme al guion. El titular para la Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, ejercerá a tiempo parcial o completo, ya se verá, como secretario general del PSOE-M. Se ha oficializado este fin de semana en un cónclave que en buena medida ha puesto de manifiesto las razones que explican la decadencia incesante del socialismo madrileño y que sirven para profetizar que el maleficio persistirá para un proyecto y una alternativa que ni existe ni se puede catalogar como tal en la región capitalina. Sobre Isabel Díaz Ayuso gravita todo el discurso y la política del PSOE y este Congreso únicamente ha servido para evidenciar la obsesión sanchista fruto de algún complejo de inferioridad madurado derrota tras derrota y de la frustración consiguiente. Todos los discursos sin excepción cumplieron al pie de la letra con la política de persecución e insulto contra la presidenta de la Comunidad de Madrid que tan amargos frutos ha reportado a la que fuera alternativa durante décadas, hoy reducido a yerma e irrelevante marca. Óscar López, cuya hoja de servicios en cuanto a triunfos electorales resulta evanescente, ha situado «la verdad» y movilizar a la «mayoría social» como llaves para llegar a la Puerta del Sol. El eslogan, trabajado tan obtusamente como casi siempre, no da una. La verdad condujo al desolladero político a Juan Lobato como algo incompatible con el sanchismo, y lo de la mayoría social en el caso del PSOE madrileño produce hilaridad. El problema del partido en una región estratégica, no sabemos si el principal, pues anda sobrado de ellos, es que no solo es incapaz de aprender de los errores, sino que se muestra reincidente. Su proyecto político para los ciudadanos es el odio y la destrucción de Isabel Díaz Ayuso por cualquier medio, legal o no, y de moral, ni hablamos. En ello se han aplicado desde Pedro Sánchez a todos sus ministros y barones, como han exhibido este fin de semana. Los insultos, las difamaciones y la guerra sucia, incluidas operaciones de las cloacas, ya judicializadas, han fortalecido a la presidenta. Ni un solo plan, iniciativa o medida ha salido de la boca de los Óscar López, Félix Bolaños y siguientes para mejorar la vida de los madrileños. No las tienen y ni siquiera les interesan. Al contrario, con su sabotaje permanente contra la Comunidad, castigándola aviesamente, no han vacilado en tomar a la gente como rehén. La política del albañal fracasará, pues falla en lo esencial, su desconexión con la calle, que es una hipoteca definitiva. Es una guerra perdida para el PSOE, convertido en un ente inútil para la vida de los madrileños, que miran hacia el futuro.