El trabajo que lleva a cabo el Comisionado para la Memoria Histórica, me temo que va a igualar en imperfecciones y controversias al que en su día hizo la Cátedra de Historia de la Complutense. El Pleno del Ayuntamiento conocerá la próxima semana el informe elaborado por el Comisionado, que preside Paca Sauquillo, pero las filtraciones están a la orden del día, y demuestran que en este asunto, como nos temíamos algunos, se está trabajando sobre una memoria selectiva. El artículo 15 de la ley de Memoria Histórica pide a las administraciones públicas que se retiren aquellas placas o símbolos franquistas, pero los miembros del Comisionado parece que se inclinan más por colocar, que por retirar. Y lo hacen de forma que traiciona la realidad. Pensaron poner una placa en el edificio del Círculo de Bellas Artes, que recuerde que allí hubo una checa, decisión incompleta porque se olvidan de la existencia de al menos otras cinco en Madrid.

Parece que los responsables del Círculo mostraron su protesta, por entender que allí nunca se había situado una checa al uso, y a raíz de ese enfado, el Comisionado ha decido ahora dar marcha atrás. Con estos criterios de: «voy a colocar, pero después decido no hacerlo», uno no puede confiar en que se haya realizado un trabajo riguroso, imparcial e independiente. No quiero arrimar el ascua a mi sardina, dicho en plan castizo, pero, ¿no resulta sospechoso que el Cuerpo de Cronistas de la Villa no haya sido llamado a consulta, invitado a participar en los trabajos del Comisionado? A lo mejor los cronistas, sin cobrar un euro, podríamos haber contribuido a arrojar algo de luz donde tantas sombras están apareciendo.

El Pleno tendrá mucho que decir sobre esa memoria histórica selectiva y en este punto espero que toda la oposición, desde el PSOE al PP, pasando por C’s, sea firme y no permita que la premeditada desmemoria escriba otra página negra en la historia de Madrid.