Elecciones en Alemania
¿El fin de la era Merkel?
Tras doce años como canciller, Angela Merkel sufre el inevitable desgaste del poder. La decisión de abrir en el verano de 2015 las fronteras de Alemania a los refugiados que huían de la guerra siria quedará como ejemplo de su humanidad, pero también abrió una profunda brecha en la sociedad que explica su mal resultado en los comicios del pasado 24 de septiembre.
Por primera vez desde la II Guerra Mundial, esa máxima del social cristiano bávaro Josef Strauss de que no había más espacio a la derecha fuera de la CDU/CSU se vino abajo. La irrupción de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), enarbolando precisamente un agresivo discurso xenófobo, ha supuesto un duro golpe para Merkel y su partido que cayó 7,5 puntos y obtuvo su peor resultado desde la fundación de la República Federal en 1949.
El frustrado intento de conformar un tripartito entre conservadores, liberales y verdes (la conocida como coalición Jamaica por los colores de los partidos), a Merkel sólo le queda la opción de repetir la actual Gran Coalición con los socialdemócratas del SPD. En opinión del semanario “Der Spiegel”, la líder democristiana se juega su supervivencia política en sus conversaciones con el SPD.
Los otros grandes perdedores el 24-S con la mayor debacle de su historia, los socialdemócratas venderán muy caro su apoyo a una canciller que tiene la habilidad de apropiarse de éxitos ajenos como el salario mínimo o el matrimonio gay. El partido más antiguo de Alemania se siente frustrado por no ser reconocido el buen trabajo realizado durante las dos legislaturas que ha compartido el poder con la derecha (2005-2009 y 2013-2017).
Lo cierto es que el declive de Merkel deja en una situación muy incierta a la CDU, dado que la canciller no ha preparado a un posible sucesor o sucesora. Y es que, aun en caso de completar este cuarto mandato, son muchos los que descartan que “mutti”, como la conocen sus compatriotas, aspire a seguir al frente del país más allá de 2021. Aunque aún de forma incierta, despuntan algunos “delfines” que podrían llenar el vacío político que deje esta mujer venida de la antigua Alemania comunista que no tuvo ningún empacho en asesinar políticamente a su mentor, Helmut Kohl, para hacerse con las riendas del partido en el año 2000 aprovechando el escándalo de las donaciones secretas. En esa cantera democristiana, destacan el joven Jens Spahn, partidario de emprender un giro a la derecha; Julia Klöckner, vicepresidenta del partido y líder de la CDU en Renania Palatinado; y Annegret Kramp-Karrenbauer, una católica que gobierna Sarre desde 2011.
El Parlamento ingobernable salido de las urnas exigirá a Merkel recurrir a sus mejores habilidades políticas para mantener la estabilidad del Gobierno al tiempo que construye el legado político por el que aspira a ser recordada en los libros de historia.
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