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Al portador

La batalla política de las pensiones y el cuento del lobo

En 2024 la SS gastó 66.200 millones –casi un 40%– más de lo que ingresó. Ese es el déficit real que, además, va en aumento y hay que financiar con una deuda que ya supera los 120.000 millones

Winston Churchill (1874-1965), el hombre que fue capaz de pedir «sangre, sudor y lágrimas», también explicó –sin duda con menos éxito– que «las multitudes permanecen hundidas en la ignorancia de los hechos económicos más simples y sus líderes, que tienen que pedir sus votos, no se atreven a desengañarlos». La todavía muy caliente batalla de las pensiones, que ha enfrentado y volverá a enfrentar sobre todo a Pedro Sánchez y a Alberto Núñez Feijóo, vuelve a tener una primera víctima, que como en todas las guerras, es la verdad. Los dos políticos, además, han tenido que desdecirse a sí mismos en pocos días. Han intentado salvar las cara para no enemistarse con diez millones de pensionistas, que son otros tantos –o más si se cuenta a familiares directos– votantes, pero también se han alejado de la realidad, que está ahí. Ellos actúan como el pastor del cuento de «Pedro y el lobo», mientras que los ciudadanos tienen el papel de los que no creyeron a Pedro porque el lobo nunca llegaba, hasta que apareció, los pilló por sorpresa y diezmó su ganado.

El problema es conocido y está muy estudiado y todos los políticos que quieren saberlo pueden saberlo. El sistema de pensiones de la Seguridad Social (SS) está quebrado, con independencia de si las pensiones que paga sean más o menos altas o baja, justas o injustas. Los árboles siguen sin dejar de ver el bosque. En plena bronca Sánchez-Feijóo por las pensiones, con Puigdemont en medio, Ángel de la Fuente, director de FEDEA, uno de los «pensaderos económicos» más prestigiosos y solventes del país, ha publicado un avance de las cuentas de la SS de 2024. Tremendo, alarmante y también ignorado. El año pasado la SS ingresó 230.052 millones de euros y gastó 242.253 millones, la práctica totalidad en pensiones. Eso arroja un teórico déficit de 12.201 millones. Sin embargo, en los ingresos hay que contabilizar 54.005 millones de transferencias, porque las cotizaciones de trabajadores y empresarios se quedan en 167.047 millones. Es decir, en 2024 la SS gastó 66.200 millones –casi un 40%– más de lo que ingresó. Ese es el déficit real que, además, va en aumento y hay que financiar con una deuda que ya supera los 120.000 millones. Los números pueden parecer farragosos, pero son tan simples como una «cuenta de la vieja» solo que con muchos millones. Las advertencias están ahí, pero como en el cuento del lobo –que algún día llegará– hay quien no las cree y los «políticos no se atreven a desengañar a sus votantes», según advirtió Churchill.