Pedro Sánchez
Canela fina | Sánchez gira a babor
«El debate del Estado de la Nación lo ganó Podemos. Y Sánchez se aseguró la permanencia en Moncloa»
En el debate del Estado de la Nación, Sánchez habló con moderación y sosiego. El presidente del Gobierno eludió la verborrea. Se expresó con claridad, alguna reiteración y una excelente construcción sintáctica. Sin altiveces ni vehemencias su palabra se hizo fluida tanto en el discurso como en las réplicas. Sánchez timoneó la nave sanchista a estribor durante la cumbre otánica. Se dio cuenta de que el discurso militarista fragilizó el Gobierno de coalición. Convocó entonces el debate del Estado de la Nación y giró a babor, asumiendo las exigencias de Pablo Iglesias. Podemos ha sido el gran triunfador del debate y Pedro Sánchez se ha asegurado permanecer en la silla curul monclovita hasta que la legislatura se agote.
Cuca Gamarra le replicó con un discurso impecable de fondo, aunque endeble de forma. La portavoz se mostró nerviosa, acelerada y un tanto chillona, con reiterados fallos de vocalización.
Dos de los oradores me parecieron excelentes: Jaume Asens que sintetizó el pensamiento de Podemos de forma magistral, desde una excelente oratoria parlamentaria; y Ana Oramas, que leyó sosegadamente un discurso demoledor para descarnar a Pedro Sánchez y dejar in púribus al sanchismo.
Abascal estuvo eficaz como siempre. Echenique se mostró cobista y sumiso, dejando claro que Podemos mantendrá su apoyo al renovado Sánchez. Gabriel Rufián se expresó en su idioma materno, un excelente castellano, fustigando a Sánchez con agresiva eficacia. No sé si se equivocó al exhibir las tres balas, pero quiso demostrar que, en el atroz pasaje de la valla melillense, se produjeron también tiroteos contra gentes desarmadas.
Bien Inés Arrimadas a pesar de representar a un partido cadáver que se descompone entre incesantes rumores. Excelente, por cierto, Sergio Sayas, que es un eficaz orador parlamentario y que desbarató el discurso de Sánchez. Cínica hasta extremos inigualables Mertxe Aizpurua, heredera política de la banda terrorista Eta. Íñigo Errejón estuvo bien, aunque ha tenido días mejores. Juan Baldoví y Néstor Rego se permitieron plantear exigencias al sanchismo. Héctor Gómez se desmadró contra el PP y Aitor Esteban se mostró justamente ofendido porque el PNV ha sido ninguneado por Sánchez, que actúa muchas veces como si dispusiera de mayoría absoluta.
Luis María Anson, de la Real Academia Española.
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