El número de personas atendidas por Cáritas aumenta un 27 por ciento en la Región de Murcia por la pandemia

El número de personas atendidas por Cáritas creció un 27 por ciento en la Región de Murcia en 2020, hasta alcanzar las 30.660 -con un total de 95.046 beneficiarios-. De ellas, el 62,48 por ciento pertenece a hogares con hijos menores de edad, según se desprende de la Memoria de Actividades de la entidad correspondiente al año pasado.

En concreto, Cáritas ha destinado el 16,39 por ciento de su presupuesto de 2020 -más de 1,7 millones de euros- a combatir la pobreza, y ha atendido a 2.168 menores en su programa de Infancia y Familia, que recoge proyectos de refuerzo educativo, ocio inclusivo, talleres familiares, centros de conciliación y escuelas infantiles.

Además, en 2020, y a pesar de la situación sanitaria y sus efectos, Cáritas ha consolidado su implantación territorial en la Región de Murcia con 169 centros y equipos permanentes de acogida y acompañamiento en los 45 municipios.

Los resultados de la memoria han sido expuestos este jueves por el obispo y presidente de Cáritas en la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca; el director de Cáritas, José Antonio Planes, y el secretario general de la organización social, Juan Antonio Illán, en el marco de una rueda de prensa ofrecida en el Palacio Episcopal, con sede en la plaza del Cardenal Belluga, en la capital de la Región de Murcia.

El informe refleja el impacto de la crisis sanitaria sobre el tejido social y las familias murcianas, así como la aportación de Cáritas en lo concerniente a combatir la exclusión y pobreza. Se trata, según Lorca, de un documento que muestra la labor de los trabajadores y voluntarios y que pretende configurarse como un instrumento “de transparencia y cercanía” con la sociedad.

El obispo ha indicado que, en cualquier caso, la Iglesia Católica no hace las cosas “para que se vean” o para ocupar páginas de periódicos, sino para prestar atención y dar servicio a las personas más vulnerables, especialmente en situaciones como las vividas en 2020, un año marcado por el confinamiento y sus consecuencias sobre la población más necesitada.

Nuevos perfiles

En este sentido, el director de Cáritas Diócesis de Cartagena ha puesto de relieve que el contexto social ha conllevado “consecuencias gravísimas” y generado situaciones “de pobreza y dolor”, con la aparición de nuevos perfiles de personas necesitadas de atención como las afectadas por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), personas que sobrevivían trabajando en la calle, como los chatarreros, y trabajadores autónomos del ámbito de la hostelería.

Sectores, ha dicho Planes, que “han quedado muy triturados” tras el confinamiento y para los que es necesaria la atención.

En este sentido, ha destacado que “la sociedad murciana ha sido generosa desde el principio de la pandemia”, como demuestra el incremento de donantes de Cáritas -que pasan de 16.537 en 2019 a 18.226 en 2020- y de socios, cuyo número asciende a más de 2.000, frente a los 1.011 de hace unos años.

No obstante, ha destacado que las circunstancias actuales requieren del fortalecimiento de tres pilares básicos como son la esperanza, que debe aflorar en “los momentos difíciles”; la proximidad, esto es, estar con aquellos que más lo necesitan, y la fraternidad, porque “no solo es cuestión de ayudar”, sino de “poner el corazón”.

Así, ha insistido en que en la sociedad actual “hay recursos de todo tipo para erradicar la pobreza”, y ha señalado que los proyectos de la entidad se centran además en la educación y el empleo como fórmula de “regeneración”.

De hecho, la red diocesana para la mejora de la empleabilidad se ha extendido a barrios y pedanías a través de un presupuesto de 1,6 millones de euros. En total, se han ofrecido planes personalizados de búsqueda de empleo y mejora de la formación a 1.848 personas vulnerables.

Al hilo, Planes ha mencionado la situación del barrio de Espíritu Santo, en Espinardo (Murcia), donde, al margen de un servicio de atención, se hace obligatorio “un proceso de gestión integral” con el objetivo último de implantar medidas de acceso al mercado laboral, porque de lo contrario “algún día va a estallar” si “no lo arreglamos”.

“Cáritas siempre estará ahí”

Por su parte, el secretario general de Cáritas ha apuntado que las más de 95.000 personas atendidas en 2020 “tienen rostro” y forman parte de forma mayoritaria de familias, que son, ha dicho, “las grandes olvidadas” de las políticas sociales.

Illán ha indicado que la entidad de la que forma parte trabajó en 2020 en torno a cuatro focos o actuaciones: la intensificación “significativa” del apoyo y atención a las necesidades básicas a través de los economatos y los puntos de distribución de alimentos; el apoyo a la infancia para combatir la brecha digital durante el confinamiento; la atención a las personas sin hogar, para las que posee 222 plazas; y los espacios de formación.

Todo esto, ha comentado, “sin olvidar a los hermanos del Sur”, con acciones en países empobrecidos como Bolivia o Burkina Faso.