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¿Tu coche tiene que pasar la ITV? Si tu vehículo esta en esta lista no tendrás que hacerla

La ITV sigue siendo esencial para garantizar la seguridad en las carreteras, existen nuevas medidas que buscan aliviar la carga administrativa

Imagen de archivo de una estación de ITV
Imagen de archivo de una estación de ITVArchivo

Para todos los dueños de coches la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) puede llegar a ser un dolor de cabeza, tambien es un proceso fundamental para garantizar la seguridad en las carreteras de España y el resto de Europa. Aunque puede generar estrés, ansiedad y sobre todos gastos con el mecánico para verificar que el vehículo se encuentra en optimas condiciones y así pasar la revisión, te informamos que a partir de este año existen excepciones importantes que permiten evitarla en ciertos casos. Aquí te los explicamos:

Excepciones en la ITV: Vehículos Antiguos y Exenciones

A partir de este año, la inspección de la ITV no es obligatoria para algunos vehículos, como los matriculados antes del 1 de enero de 1950. Esta medida beneficia a los entusiastas y coleccionistas de automóviles antiguos, reconociendo su valor histórico y cultural.

Además, se han implementado medidas para aliviar la carga administrativa de los propietarios de vehículos históricos y promover su conservación en las carreteras.

Importancia de la Pegatina de la ITV y Sanciones por su Ausencia

Aunque algunos vehículos están exentos de la ITV, es crucial recordar que aquellos obligados deben tener la pegatina correspondiente en el parabrisas. La ausencia de esta pegatina puede resultar en una multa de 80 euros, según la normativa vigente.

La pegatina de la ITV indica que el vehículo ha pasado la inspección satisfactoriamente y está apto para circular de manera segura. Es fundamental asegurarse de que esté actualizada y visible.

Frecuencia de Inspección y Normativas Específicas

La frecuencia de la revisión varía según el tipo y la antigüedad del vehículo. Durante los cuatro primeros años, los vehículos ligeros están exentos. Con el tiempo, la frecuencia de inspección aumenta gradualmente. Es así que después de la primera inspección, se la debe realizar cada dos años y de forma anual a partir de que el vehículo cumpliese los diez años.

Además, hay períodos de exención para ciertos vehículos, como motocicletas, cuadriciclos, turismos y ciclomotores, con plazos específicos para completar la inspección técnica. Si es la primera vez que vas a llevar a tu coche a la inspección y no sabes que van a revisar en tu coche, aquí te diremos cuales son los parámetros de la inspección:

  • Identificación del vehículo y documentación necesaria: Es crucial que la marca, modelo, número de bastidor y matrícula del vehículo coincidan con los datos registrados en la documentación correspondiente. Además, es obligatorio llevar consigo los originales de la Tarjeta de Inspección Técnica y del Permiso de Circulación.
  • Revisión de la carrocería, chasis y exterior: El vehículo no debe presentar defectos de oxidación ni corrosión que comprometan los sistemas de seguridad. Se verifica el correcto funcionamiento de elementos como los limpiaparabrisas y las puertas. Los cristales deben estar homologados y sin roturas. También se inspeccionan los retrovisores, asegurando que estén en buen estado y correctamente fijados.
  • Inspección del interior: Los asientos deben estar firmemente anclados a la carrocería y los cinturones de seguridad deben ser los reglamentarios. Se presta especial atención al correcto funcionamiento de estos sistemas, así como a los dispositivos de retención infantil. Se verifica el funcionamiento de elementos como el antihielo, antivaho, antirrobo y velocímetro, asegurando que no haya obstáculos que limiten el campo visual.
  • Revisión del alumbrado y señalización: Mediante un regloscopio, se comprueba la orientación de las luces de cruce y carretera. Se verifica que todos los dispositivos de iluminación y señalización estén homologados y en perfecto estado.
  • Control de emisiones y ruido: Se utiliza un analizador de emisiones para verificar que estas estén dentro de los límites establecidos según la fecha de fabricación y el tipo de combustible utilizado. También se evalúa el nivel de ruido del vehículo para asegurar que cumple con la legislación vigente.
  • Inspección de los frenos: Se revisa el estado y funcionamiento de los frenos, desde el pedal hasta el bombín de la rueda. Mediante un frenómetro de rodillos, se comprueba que la frenada sea superior a la mínima exigida según el tipo de vehículo.
  • Control de la dirección y suspensión: Se vigila el estado y funcionamiento del volante, la columna, la caja de dirección y todas las piezas del mecanismo de dirección. También se verifica el estado general de los ejes, ruedas y neumáticos, asegurando que estos últimos sean los homologados para el modelo. Se revisan los componentes de la suspensión, sus fijaciones y posibles daños
  • Examen del motor y transmisión: Se examina el estado del motor, prestando especial atención a posibles pérdidas de aceite y al estado de los anclajes. Se revisa la batería, el depósito de combustible, tuberías y posibles pérdidas en el sistema de alimentación. También se evalúa el sistema de escape y el estado de la transmisión.