«Monstruos...»: Asignatura aprobada

Aseguran que segundas partes nunca fueron buenas, aunque en el cine luego existan casos como el de «El padrino» y la teoría se vaya al garete. Sobre lo que no dice ni mu nuestro magnífico refranero español es de las precuelas, o sea, aquellos filmes que se remontan al principio de los tiempos para que el espectador conozca el pasado de unos personajes cuyo presente ya les suenan bastante. Hete aquí ahora que Pixar echa mano del invento para recuperar a este simpático manojito de monstruos (más otros nuevos que resultan un total acierto, desde los torpes y graciosos estudiantes negados para los libros a una decana de trazos impagables) y que el público conozca sus divertidas andanzas universitarias para aprender las técnicas del buen asustador. La película, de tan excelente factura técnica como cabe esperar de estos estudios, resulta muy entretenida y posee un ritmo estupendo para niños y mayores, que disfrutarán con la historia del redondito Mike Wazowski, dispuesto a lo que sea para convertirse en un gran profesional del asunto, y el imponente y popular Sulley, un veterano de las juergas organizadas por las fraternidades. Suerte que andase inspirado el guionista Dan Scanlon, porque el de «Cars», también suyo, continúa siendo lo peor de la docta casa. Ya saben, antes de acostarse atranquen bien la puerta, porque han vuelto, y con unas ganas tremendas de oírlos gritar. O reírse, que será lo más propio.