La lucha contra la exclusión social es el objetivo del programa Hogares Dignos de Leroy Merlin para colaborar en proyectos de ONG sociales para llevar a cabo reforma y acondicionamiento de entidades donde viven y pernoctan colectivos vulnerables, como menores y tercera edad, personas con discapacidad o sin hogar, mujeres víctimas de violencia machista, refugiados, etc. Una iniciativa con la que la compañía quiere «contribuir a mejorar el entorno vital de las comunidades en las que operamos, a través de iniciativas que promuevan el desarrollo local y ambiental», explica Cristina Sánchez, directora de Impacto Positivo de Leroy Merlin España.

Como empresa del sector del acondicionamiento del hogar «sabemos el papel que juega en la vida de las personas vivir en un entorno saludable, sano y sostenible y que una vida digna,-agrega Sánchez-, empieza por disponer de un hogar digno. Es una condición esencial para el bienestar de las personas».

Además de esta premisa, en el origen del proyecto está también la experiencia previa adquirida en 12 años de colaboración con 300 ONG en unos 600 proyectos de atención a las necesidades de las personas en riesgo de exclusión. «Un trabajo que nos ha permitido ampliar nuestro conocimiento sobre la exclusión social y la falta de hogares dignos. Nos ha dado una imagen concisa de los problemas que más nos afectan como sociedad. Y el riesgo de exclusión social es uno de ellos. Los datos del INE nos hablan de que un 26% de los españoles está en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Por eso, -concluye Cristina Sánchez-, el sector del acondicionamiento del hogar debe jugar un papel clave en la lucha contra la exclusión social y el sinhogarismo».

Hogares Dignos, pues, nació de esta experiencia y con su segunda edición la compañía considera tan consolidado el proyecto como para incrementar la cuantía total de las donaciones con 50.000 euros más respecto a la primera, hasta los 400.000, «para seguir ayudando a estas ONG a llevar a cabo su trabajo e impulsar más proyectos de acondicionamiento necesarios para mejorar sus instalaciones, hacerlas más eficientes energéticamente y que puedan dar cobijo a más gente realmente necesitada de ello. Aumentar el impacto del proyecto supone que más personas accedan a ese entorno seguro, confortable y económica y ambientalmente sostenible que haga su vida mejor».

Eficiencia energética

Efectivamente, la mayoría de los proyectos que las ONG han presentado a la convocatoria de este año estaban enfocados a mejorar las condiciones de aislamiento, confort térmico y eficiencia energética de los alojamientos. Incluso ha aumentado notablemente el número de solicitudes con ese objetivo.

Otras áreas de actuación preferente previstas son la mejora de las instalaciones, especialmente en lo que se refiere a accesibilidad y seguridad de los centros de acogida de las personas y grupos sociales con los que trabajan.

Los proyectos seleccionados beneficiarán a más de 11.800 personas de 12 comunidades autónomas. Y las cantidades recibidas de parte de Hogares Dignos oscilan entre los 100.000 y los 5.000 euros.

Todos los objetivos son igualmente valiosos, por citar algunos de ellos, como ejemplo de en qué se traduce el espíritu de Hogares, mencionar la Fundació Habitatge Social, entidad con más de 30 años de experiencia en la gestión de la vivienda social y en el acompañamiento a familias en situación de exclusión social, ha recibido una ayuda de 100.000 euros. La organización intervendrá sus viviendas de alquiler social para instalar calefacción en 26 de ellas y sensorización climática, que permitirá controlar en remoto las condiciones de habitabilidad, paliando así uno de los síntomas de la pobreza energética.

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado y la Orden de San Juan de Dios, han recibido sendos donativos de 50.000 euros. El proyecto de la primera prevé optimizar energéticamente dos centros de acogida en Cullera y Sevilla, mejorando las condiciones de más de 650 refugiados, mientras que la segunda los empleará en la mejora de la seguridad y la climatización de dos centros de acogida para familias sin hogar y otros dos centros de acogida para personas con discapacidad intelectual, beneficiando a casi 5.000 personas en total.

Cuatro entidades han sido beneficiadas con 25.000 euros, la Fundació Acollida i Esperança, la Rey Ardid y Aspace Bizkaia, que atienden a jóvenes y personas adultas con diferentes problemáticas para acondicionar energéticamente sus instalaciones o los pisos en los que viven sus acogidos.

Las organizaciones beneficiadas realizarán mejoras para ayudar a más personas necesitadas.