Esta es la historia de cómo dos ingenieros de Granada deciden convertirse en los jefes del té kombucha. Todo comienza con un viaje a Estados Unidos. Allí, Raúl de Frutos y Fernando Martín ven cómo se elabora la kombucha ecológica de fabricación artesanal. A su vuelta a España, se retiran a la cocina, donde pasan meses enfrascados en conseguir la receta perfecta. Dan con ella y, en 2019, deciden fundar Víver Kombucha. La pandemia no fulmina su sueño y, en 2020, arranca la distribución en comercios locales hasta alcanzar las 4.000 tiendas en España.

El negocio no para de crecer. Su producto se vende en grandes superficies, como El Corte Inglés o Carrefour. También surten a restaurantes y abren la venta online a través de su página web. La kombucha se convierte en la bebida fermentada de moda. Sus beneficios para la salud cada vez interesan más al ámbito científico, que relaciona su consumo con la pérdida de peso y la prevención de enfermedades. De la Reina Letizia a Lady Gaga, multitud de famosas aparecen en los medios con un botella de kombucha entre sus manos. No tarda en convertirse en un producto en auge en la industria de bebidas mundial. El mercado de kombucha en España se convierte en el más dinámico en Europa en los últimos años, con crecimientos del 580% en su volumen de ventas entre 2020 y 2022, y Víver en la marca con mayor crecimiento en el último año. Hora de salir a vender fuera.

Por eso, ahora, Víver Kombucha ha firmado una alianza estratégica con la multinacional española AMC Global, que distribuye zumos refrigerados por todo el mundo y es líder europeo, con el objetivo de fabricar y comercializar su kombucha por toda Europa. La planta de fabricación de Víver en Granada pasará de fabricar 6 millones millones de botellas anuales a 60 millones, una cifra que la asienta como el centro de producción de kombucha más grande del Viejo Continente.

«Gracias a este acuerdo la compañía se adentra de lleno en el mercado europeo, a través de la marca Víver y de un nuevo porfolio de marca blanca, con nuevas líneas de embotellado y enlatado para ofrecer sus productos bajo una amplia gama de tamaños; con nuevas formulaciones y sabores», explica Raúl, CEO de Víver Kombucha. «Esta alianza abarca toda la cadena de valor –continúa–, y combina el dinamismo y la experiencia en kombucha auténtica de Víver con la infraestructura de AMC Global». En la actualidad, este gigante cuenta con cinco plantas internacionales de exprimido de fruta y produce más de 800 millones de litros, disponibles en más de 70 retailers europeos.

Beneficios para la salud

El té kombucha es una bebida fermentada llena de probióticos, que proviene de la medicina tradicional asiática. Considerada como un «elixir de juventud» para estas culturas milenarias, para elaborarla se necesita agua y té de kombucha. Puede añadirse también té negro. Después, esta infusión se deja crecer con una mezcla de levaduras y bacterias. Finalmente, se añade azúcar, aunque éste se consume casi en su totalidad durante la fermentación, quedando una bebida muy baja en este hidrato de carbono. El resultado es una bebida ácida y ancestral.

«En Víver hacemos kombucha auténtica, con los mejores ingredientes y respetando la receta milenaria para obtener en cada botella mil millones de probióticos, hasta diez veces más que otras kombuchas del mercado», asegura de Frutos. En su caso, la tienen de seis sabores distintos: frutos rojos, limón, jengibre, naranja, piña o mango; añadiendo también los beneficios de estos alimentos. Así la kombucha se presenta como una alternativa saludable a los refrescos y bebidas alcohólicas, aunque se debe saber que contiene pequeñas cantidades de alcohol. No es que se añada, sino que es fruto de la fermentación natural en el proceso de fabricación.

Aunque la evidencia sobre los beneficios probióticos de la kombucha en humanos todavía no es lo suficientemente sólida, hay estudios prometedores que asocian esta bebida con mejoras del sistema digestivo. También parece tener propiedades antibacterianas y efectos antioxidantes en el hígado. Un estudio reciente realizado en un modelo animal y publicado en la revista «PLOS Genetics» afirmó que el té de kombucha puede reducir la acumulación de grasa y disminuir los triglicéridos. Un trabajo anterior, también en animales, demostró una bajada del colesterol en 30 días. Si los resultados se trasladaran en humanos, significaría que esta bebida podría prevenir la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.