Se ha celebrado en LA RAZÓN una interesante mesa de debate sobre una de las cuestiones que ha centrado la actualidad nacional en los últimos meses: la sequía y la gestión del agua. Si este tema ha sido una constante a lo largo de los siglos en nuestro país, hoy lo es más, si cabe, debido a la evidencia del cambio climático y la manera en que afecta a la vida cotidiana de las personas y empresas.

Las sequías en España son cada vez más habituales y extremas. A su vez, los episodios de lluvias torrenciales aumentan su irregularidad y la dificultad para predecirlos hace más difícil aún la tarea predictiva de su gestión, produciéndose pérdidas cada vez más cuantiosas, tanto de recursos como materiales.

Por otro lado, la renovación de las infraestructuras hídricas existentes y la inversión en nuevos sistemas de gestión termina de conformar un panorama que, si bien ha visto cómo la sociedad y la administración pública ha avanzado en su tratamiento, concienciación y gestión, aún le queda mucho camino por delante.

Para tratar estos asuntos, el periodista Ignacio Rodríguez Burgos ha moderado un interesante debate en el que han participado tres expertos: César Ossorio, gerente de Sostenibilidad del negocio de Agua de Acciona; Rebecca Serna García, responsable de Formación y Tecnología en Young Water Professional; y Julio Berbel, Catedrático en la Universidad de Córdoba.

Tras la presentación de la mesa y los ponentes, Rodríguez Burgos les cedió la palabra para que cada uno hiciera una breve presentación. Comenzó el turno César Ossorio, que quiso establecer la diferencia entre escasez hídrica y sequía, una distinción que la sociedad general no suele conocer, y que es muy importante a la hora de abordar este debate. “La escasez hídrica es la prueba de que el cambio climático es una cuestión transversal”, comentó Ossorio. Concluyó su presentación haciendo un inciso para concienciar sobre la importancia de renovar los sistemas de gestión hídrica actuales, además de ver qué nuevas infraestructuras son necesarias.

A continuación, tomó la palabra Rebecca Serna García. Agradeció que se celebren este tipo de debates, que son “muy necesarios y deben ser también universalmente accesibles para todos”. Serna García apuntó la necesidad de llegar a todas las personas del planeta, pues “en la actualidad la mitad de la población mundial está en riesgo, ya sea por escasez o por no poder acceder a un agua salubre”, comentó, por lo que el principal reto de l agestión de los recursos hídricos pasa, además de hacer frente al cambio climático, por “suministrar agua a toda la población, reduciendo los conflictos derivados”, para lo que es muy importante una labor conjunta de todos los agentes implicados.

Por último, se presentó Julio Berbel, que explicó cómo en determinadas zonas de España se ha trabajado concienzudamente desde la última gran sequía, de mediados de los años 90, para que hoy las consecuencias de los episodios sin agua sean más llevaderos. Para ello, comentó Berbel, “se ha trabajado en la creación y renovación de infraestructuras tanto convencionales como no convencionales”, pues como afirma la tradición popular, un año de sequía se soluciona con un año de lluvias, “pero tenemos que trabajar para arreglar lo que tenemos y prevenir los episodios irregulares de lluvias torrenciales”, comentó, haciendo alusión a las pérdidas en la red de distribución, que tienen porcentajes muy altos.

Medidas globales

Rodríguez Burgos preguntó entonces a los ponentes sobre las medidas que habría que tomar para mejorar la gestión actual del agua. Ossorio abogó por medidas a corto y a largo plazo. "Entre las primeras, la renovación de las redes para paliar las pérdidas en distribución, sobre todo en entornos rurales, es esencial”, comentó. Para ello, la inversión se presenta como un factor clave. También lo es la digitalización del sector, gracias a la cual “podremos gestionar el agua por medio de procesos predictivos”. En cuanto a las medidas a largo plazo, Ossorio destacó la necesidad de “diseñar infraestructuras, como desaladoras y sistemas de reutilización del agua, que tengan en cuenta criterios de economía circular”.

En todos estos aspectos se podría avanzar, pero la gobernanza en torno al agua es un asunto complicado, como comentó Julio Berbel. “Las presas tienen mala fama”, comentó, pero es una realidad que “la biodiversidad que rodea, por ejemplo, al embalse del Melonar en Sevilla es mucho mayor a la uqe rodeaba el anterior río, que además se secaba cada verano”, explicó el catedrático. La gobernanza del agua es un tema complejo, pero se puede llevar a cabo si nos fijamos en modelos implementados en otros países, como por ejemplo California, donde “se recargan acuíferos y cada cual paga una cantidad dependiendo de la cantidad de agua que se extraiga de este depósito”, comentó Berbel. De esta manera, continuó, se favorece que empresas y administraciones colaboren en la gestión de un recurso tan necesario como escaso, ampliando la oferta empresarial, creando nuevos puestos de trabajo y estimulando la actividad económica.

Conciencia social

Rebecca Serna tomó la palabra para introducir que “tan importante como la gobernanza es la concienciación social y la educación ambiental de las nuevas generaciones”, para ver el agua como un recurso incluso en sus fases residuales. “En España el nivel de utilización del agua es muy bajo, en torno al 11%”, comentó Serna. “Si la sociedad tiene recelos en cuanto a la reutilización del agua es por mero desconocimiento”, concluyo Serna.

Sin embargo, Julio Berbel comentó que el agua reutilizada no puede ser la solución a todos los problemas, pues “no podemos reutilizar a cualquier coste, porque no podemos reutilizar el agua de ríos que ya están sobreexplotados. Es muy necesaria la restitución de los recursos que se utilizan”, comentó Berbel. Evidentemente, “el agua regenerada tiene mucho potencial”, comentó Serna, y aunque hay muchos usos para aplicar este tipo de recursos, como el riego de jardines o la limpieza de calles, “no puede ser la solución a los problemas de escasez”, cerró Berbel.

A este respecto, Berbel comentó el caso del polígono industrial de Tarragona, que depende totalmente del agua regenerada de la ciudad, por lo que se garantiza al 100% que siempre tendrá recursos hídricos para su actividad, pues “en situaciones de sequía o escasez siempre prima el uso del agua por parte de las personas por encima del industrial o el comercial”, comentó. Estas medidas son innovadoras y muy inteligentes para poder hacer un uso responsable de los recursos disponibles, comentó Berbel.

Colaboración entre comunidades

Otro tema que se tocó durante la mesa de debate fueron las interconexiones, tanto entre comunidades como entre sistemas hídricos. Esto es, los conocidos como trasvases, pero también la conexión de, por ejemplo, diferentes sistemas para hacer llegar el agua a diferentes zonas alejadas de las pantas. Este sistema en España es complicado, apuntó el moderador. Entre países también, pues de 150 potencias que comparten cuencas hidrográficas únicamente existen acuerdos para su explotación en 20 de ellos.

En África, como apuntó Berbel, existe una gran cantidad de agua subterránea, pero no hay desarrollo. De hecho, explicó Serna, “los principales retos del agua en este continente pasan por sistemas básicos de saneamiento, más que por depuradoras o embalses, sistemas que puedan garantizar que el agua que consumen las personas tenga un mínimo de higiene”, comentó.

Con estas consideraciones, Ignacio Rodríguez Burgos agradecía la presencia de los ponentes y de las personas que siguieron el debate a través del streaming emitido en la página web de LA RAZÓN, a la vez que despedía la conexión de esta interesante Mesa de análisis y debate sobre la gestión del agua y la lucha contra la sequía.