Sanidad
El Gobierno de Ayuso exigirá un resarcimiento económico si quiebra Muface
"Nos veremos obligados a reclamar todos los recursos necesarios para garantizar la atención sanitaria", avisa el consejero de Presidencia
La quiebra de Muface podría ser un duro golpe para Madrid. El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García, ha lanzado duras críticas contra el Gobierno de Pedro Sánchez y, en particular, contra la ministra de Sanidad, Mónica García, por lo que considera una "irresponsabilidad" en la gestión del modelo sanitario de Muface. Según el consejero, la posible ruptura de este sistema sanitario afectaría gravemente tanto a los funcionarios como al conjunto de los ciudadanos que dependen de la sanidad pública.
"Una vez más, este Gobierno y la ministra de Sanidad muestran su falta de responsabilidad a la hora de abordar los grandes retos que tiene nuestro país", afirmó García. Muface, que lleva décadas operando y es complementario al Sistema Nacional de Salud, da cobertura a más de 1,5 millones de funcionarios y representa, según el consejero, "un modelo eficiente que no debe ser desmantelado".
García instó a los ministerios de Sanidad y Función Pública a "ponerse de acuerdo" para mantener el sistema. "Espero que impere la cordura y que se priorice el interés general. Lo que funciona no hay que tocarlo", a la par que hizo hincapié en la idea de que cualquier decisión que afecte a Muface podría tener un impacto significativo en las comunidades autónomas.
En este sentido, advirtió que, de concretarse la ruptura del modelo, las regiones con competencias en materia de Sanidad, como Madrid, tendrían que asumir el coste de atender a los funcionarios que actualmente se benefician de este sistema. "Nos veremos obligados a reclamar todos los recursos necesarios para garantizar la atención de estas personas", aseguró.
El consejero también alertó de las consecuencias para el Sistema Nacional de Salud, que, según afirmó, "ya está al límite, con carencias de recursos, médicos y enfermeras". Según García, integrar a los beneficiarios de Muface en el sistema general provocaría una saturación aún mayor y tendría un "coste muy elevado" para regiones como Madrid.
Por último, García acusó a la ministra de Sanidad de actuar "por motivos ideológicos y sectarios" y la culpó por no considerar las implicaciones prácticas de esta decisión. "Es fundamental que no se rompa un modelo que ha demostrado ser compatible con los sistemas sanitarios de las comunidades autónomas. Este tipo de decisiones no pueden tomarse a la ligera ni guiadas por el sectarismo", concluyó.
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, cuantificó la semana pasada el golpe sanitario que podría suponer que la sanidad pública madrileña afronte 236.000 tarjetas sanitarias nuevas, lo que "desbordaría las listas de espera, empeoraría la calidad de la sanidad y provocaría que entre 35.000 y 39.000 familias se queden en la calle".