Cultura
Debut del Mad Cool en Villaverde: contará con más Metro, seguridad y público
El festival se estrenará en el distrito congregando 70.000 espectadores diarios. La afluencia de trenes será mayor: cuatro minutos
Están los nostálgicos, que cantarán los estribillos de Robbie Williams durante la primera jornada. Un día después, serán los más «poppies» los que disfrutarán de las melodías de Mumford & Sons. Ya en la clausura, será el turno de los clásicos, que saltarán al ritmo de los «riffs» de Red Hot Chili Peppers, grupo, por otro lado que saldará su deuda con los madrileños, tras la cancelación del 2021 debido a las medidas sanitarias. Hay muchos tipos de público en el Mad Cool, desde «millenials» a «boomers», españoles o del resto de Europa y las Américas... Sin embargo, todos ellos tendrán algo en común: por primera vez se desplazarán hasta el distrito de Villaverde para ver a algunas de las mayores estrellas musicales del panorama actual. Más concretamente, al «Nuevo recinto de festivales de Madrid». Un total de 185.000 metros cuadrados, situados entre la calle Laguna Dalga, la Avenida Real de Pinto y la M-45. Y ocho escenarios, uno más que en Ifema, espacio en el que hasta ahora se había desarrollado la cita, tras sus primeras ediciones en la Caja Mágica.
Si bien en los próximos días se ofrecerán más detalles sobre los diferentes pormenores que rodearán a la cita, el director de Mad Cool, Javier Arnaiz, adelantó algunos aspectos ayer en un encuentro que mantuvo con medios de comunicación. Y entre ellos, uno que preocupa especialmente a los usuarios de este tipo de eventos: la movilidad. Y es que el nuevo espacio de Villaverde supone también un mayor aforo con respecto a anteriores ediciones. Así, la estimación está en torno a los 70.000 espectadores diarios.
Desde la organización señalan que el entorno que ahora se estrena será «más accesible para los asistentes» gracias a «la amplia red de transporte público, facilitando así una movilidad responsable y sostenible». En lo que a Metro se refiere, se han establecido horarios especiales, como la apertura hasta las 4:00 horas de la Línea 3, dos horas más de lo habitual. La parada del festival será Villaverde Alto. Y, para la vuelta, se establecerán tres paradas: Legazpi, Embajadores y Sol. La afluencia de cada tren será de cuatro minutos. Un tiempo que supone una reducción con la anterior edición, que eran unos ocho minutos. Arnaiz recuerda que es «Mad Cool quien asumirá el coste de la apertura extraordinaria» de Metro, dentro de la apuesta del festival por incentivar el transporte público.
En cuanto a los autobuses de la EMT, contarán con su horario habitual: Línea 22 Legazpi–Villaverde Alto (5:30–23:45 horas); Línea 79 Legazpi–Villaverde Alto (6:00 –23:30); Línea T41 Villaverde Alto–Polígono Industrial La Resina (6:30–21:00), y la Línea N14 Cibeles–Villaverde Alto. (23:40–5:50 ). A estas hay que añadir la Línea 428 Getafe–Valdemoro, con horario de 6:00 a 23:30.
En cuanto al Cercanías, el horario de funcionamiento será de 5:30 a 23:30: Línea C3, parada en San Cristóbal Industrial; Línea C4, parada en Villaverde Alto, y Línea C5, parada en Villaverde Alto.
Por último, habrá un servicio de autobuses lanzaderas gratuitas para volver del festival, que irán desde Villaverde hasta Legazpi, con un horario de 1:00 a 3.30.
En lo que se refiere a la seguridad del evento, se trata de uno de los puntos que pueden crear más recelo, habida cuenta de que el nuevo recinto se encuentra en una de las zonas más conflictivas de la capital, cerca del Polígono Marconi. En ese sentido, Arnaiz apunta que la seguridad no se limitará solo a la de Policía Nacional y Municipal –de hecho, ya ha mantenido una reunión al respecto con Delegación de Gobierno–; también estará la seguridad privada del propio festival. Este dispositivo se aumentará, debido a las mayores dimensiones del recinto, y se prolongará en el recorrido que separa el recinto de la parada de Metro, que estará en torno al kilómetro. «La idea es que Mad Cool sea un proyecto angular para regenerar la zona», dice Arnaiz.
Videovigilancia
Hay que recordar, por otro lado, que el nuevo entorno del festival cuenta ya con videovigilancia municipal. Se trataba de una demanda de los vecinos de la zona. Así, el Ayuntamiento presidido por José Luis Martínez-Almeida puso en funcionamiento un total de 24 cámaras. Las imágenes que capten se emitirán en tiempo real en la Unidad Integral de Distrito (UID) correspondiente, desde la cual los agentes podrán detectar hechos delictivos o recabar información para su investigación.
La regeneración del Polígono Marconi fue una de las metas que se puso en la pasada legislatura el Área de Vicealcaldía del Ayuntamiento, entonces con Begoña Villacís a la cabeza. Para ello, se han puesto sobre la mesa varias iniciativas mirando de reojo a la ciudad de Miami, y más concretamente al barrio de Wynewood. Se trata de una de las zonas más populares de la costa Este, entre otras cosas, por suponer un museo al aire libre gracias a sus coloridos murales, obra de destacados artistas. A esto hay que sumar varios espacios industriales en origen que se han transformado en museos. Como afirmaba entonces Villacís, «hay muchos paralelismos entre Villaverde y Wynwood: ambos fueron zonas industriales y ambos han sido barrios con altos porcentajes de población inmigrante, lo que, sin duda, les imprime un carácter singular».
Pero, por encima de todo, está la intención de Cibeles de convertir a este área en la Ciudad de la Música. A imagen y semejanza de la Ciudad de la Imagen, se pretende que albergue proyectos relacionados con la industria musical, tales como «estudios de grabación, locales de ensayo, promotores de conciertos, sellos discográficos y sectores relacionados con las ciencias e ingenierías del sonido y de la música». Y dentro de ese plan cultural, figura el «proyecto tractor», que será la vuelta del Mad Cool. Un evento que nació en Villaverde, ya que las primeras ediciones se celebraron en la Caja Mágica.
Esa vertiente musical del nuevo Marconi estará apoyada por la comunidad universitaria a través de la Universidad Carlos III, que impartirá allí sus grados de producción musical e ingeniería del sonido, «creando entornos de trabajo e incluso residenciales para esta incipiente industria que, hasta hoy, no contaba con un espacio representativo en la ciudad».
No se puede obviar el «retorno económico» de una cita como el Mad Cool. Javier Arnaiz recuerda que un 35% del público es de origen extranjero, sobre todo británico. Un «turista de festival» cada vez más frecuente, especialmente en Madrid, un destino pujante. No en vano, sumadas sus pasadas cinco ediciones, han pasado por Mad Cool más de un millón de personas procedentes de 86 países, generando un impacto global de más de 254 millones de euros y unos 20.000 puestos de trabajo.
¿Cuáles son las previsiones para este año? Muy optimistas. Lo que son los abonos generales (189 euros) y VIP (480 euros) ya se han agotado. Y en cuanto a las entradas de día (85 euros), ya no quedan tickets para el sábado.