Festividades
El chotis: cuál es el origen del tradicional baile de San Isidro entre los chulapos de Madrid
Es uno de los buques insignia de la capital madrileña, pero muchos no conocen que el origen de esta popular danza ni siquiera está en España
El chotis es un baile cuyos compases se pueden escuchar en cualquier verbena que se precie de la capital madrileña. Como el oso (realmente, la osa) y el madroño, los bocatas de calamares de Plaza Mayor o "los heavies de Gran Vía", se ha convertido en uno de los grandes símbolos de Madrid.
Aunque pudiera pensarse que el chotis corre por la sangre de los chulapos desde tiempos inmemoriales, lo cierto es que esta danza tan arraigada en Madrid llegó a la capital del reino hace menos de dos siglos, con Isabel II.
Se baila tradicionalmente en las verbenas que se celebran el 15 de mayo en Madrid, cuando la ciudad rinde culto a su patrón, San Isidro Labrador. Cada año, miles de personas se reúnen para festejar en la famosa romería de la pradera o en los distintos conciertos que se celebran alrededor de toda la ciudad.
No es un baile en absoluto difícil de aprender, pero, como con toda actividad que a priori resulta fácil, profesionalizarse en el arte del chotis conlleva dedicación y todo un reto. Se suele decir que el chotis se puede bailar sobre una baldosa. Parafraseando a la estrella del fútbol holandés Johan Cruyff: "el chotis es simple, pero lo difícil es bailarlo de manera simple".
Cuál es el origen del chotis, el baile tradicional de los chulapos de Madrid
El Portal de bibliotecas de Madrid sitúa el origen del chotis, sorprendentemente, muy lejos de la capital de España. Se cree que se trata de una danza inventada en Bohemia (Polinia).
Aunque el baile es originario de centroeuropa, rápidamente se extendió por el resto del continente y por tierras más lejanas, dando lugar a variantes regionales en los folclores brasileño, escandinavo, austríaco, francés, italiano y otros tantos, entre ellos el español. Se cree que fue el músico italiano Antonio Apruzzese el primero en tocar el chotis madrileño, el que todo el mundo conoce hoy en día, con un organillo.
La palabra chotis parece derivar del término "Schottish", que en el idioma alemán significa "escocés". Se cree que el baile llegó a España el 3 de noviembre de 1850, cuando la reina Isabel II había organizado una fiesta en el Palacio Real de Madrid. En aquella celebración, una danza conocida como polca alemana cautivó a todos los que allí se reunieron.
Cómo se baila el chotis, sobre una baldosa
Tradicionalmente, siempre se ha dicho del chotis que "se puede bailar sobre una baldosa o un ladrillo" (imaginarios), y es verdad. Es tan sencillo que lo puede danzar cualquiera, hasta el más torpe o insulso, si le pone un poco de ganas y se anima con la música tan alegre y vibrante que acompaña al chotis.
El baile comienza con el hombre quedándose quieto sobre una baldosa imaginaria, apoyado solamente sobre la punta de los pies. La mujer se coloca frente a él gira en torno suyo, mientras el hombre rota sobre sí mismo.
Siguiendo el ritmo que marca el organillo, la pareja de bailarines da primero tres pasos hacia delante y después tres pasos hacia atrás, ininterrumpidamente. Mientras dura la canción, la mujer, que es la que dirige, se mueve y va girando en torno al hombre, que da pequeños saltos en el sitio hasta completar una vuelta completa.
Traje tradicional para bailar el chotis
Para las mujeres, la vestimenta que marca la tradición madrileña se compone de un vestido largo y ceñido que llega por debajo de las rodillas, un pañuelo en la cabeza, con el pelo recogido en un moño, un mantón de manila y, indispensable, el tan llamativo clavel rojo en la frente.
El traje del hombre es también muy fácilmente reconocible: pantalón negro largo, chaleco, parpusa (boina gris madrileña) y, por supuesto, un clavel rojo como el que llevan las mujeres, pero esta vez metido en el bolsillo.
Cuáles son los chotis más famosos
Uno de los chotis más célebres es el de "Pichi", con música de Francisco Alonso y letra de Emilio González del Castillo y José Muñoz Román. Esta canción cuenta la vida de Pichi, un personaje de fantasía que es un golfo madrileño que se dedica a aprovecharse de su atractivo. Joven y guapo, utiliza su encanto con las mujeres para sacarles dinero y favores.
Pero quizá el chotis más famoso de todos sea "Madrid", que compuso el mexicano Agustín Lara y se estrenó allá por 1948. Es fácilmente reconocible por sus estrofas, que todo aquel que haya acudido al menos una vez en su vida a una verbena por el día de San Isidro las habrá escuchado. La canción comienza así:
"Madrid, Madrid, Madrid
Cuando llegues a Madrid, chulona mía
Voy a hacerte emperatriz de Lavapiés
Y alfombrarte con claveles la Gran Vía
Y bañarte con vinillo de Jerez"
Quiénes son los chulapos o chulapas
Según recoge la Real Academia Española de la Lengua, un chulapo o chulo es aquella "persona de las clases populares de Madrid que afecta guapeza en el traje y en el modo de conducirse".
A principios del siglo XIX, muchas personas de las clases más castizas de Madrid, y orgullosas de serlo, intentaron distinguirse a través de su vestimenta de la élite social afrancesada que vivía en aquellos momentos en la capital, a los que despreciaban.
Según cuenta ReviveMadrid, dependiendo del barrio en el que se hubiesen criado, estas clases populares se comenzaron a vestir de una forma determinada, dando lugar a identidades y grupos distintos y fácilmente reconocibles.
Los chulapos vivían cerca del barrio de Lavapiés y de La Latina, y tenían un carácter algo golfo. Las chulapas, por su parte, eran enérgicas y alegres, y solían ser de profesión modistas, floristas, cigarreras, etc.
El término "chulapo" pasó a usarse para el conjunto de madrileños de origen castizo después de la fama que alcanzaron las zarzuelas de Federico Chueca (por el que la estación de la línea 5 de metro lleva su nombre) y la famosa obra de la "Verbena de la Paloma" con libreto de Ricardo de la Vega y música de Tomás Bretón.
Qué se celebra el 15 de mayo en Madrid
Justo a mitad de mayo, la ciudad deMadrid rinde honores a su patrón, San Isidro Labrador, por lo que es festivo en la capital y en algunos otros municipios de la comunidad madrileña.
Como San Isidro también es el patrón de los ganaderos y agricultores, ha tenido siempre muchos fieles en Castilla-La Mancha y algunos puntos de Andalucía, que también se unen a la celebración con misas y romerías.
Situada al final del Paseo del Quince de Mayo, se encuentra una ermita construida en honor al patrón local de Madrid, donde se encuentra una fuente de agua que se dice que es milagrosa, y a donde acuden muchos creyentes a beber agua y besar los pies de la imagen del santo.
Quién fue San Isidro y qué milagros hizo
Según apuntan las crónicas, San Isidro Labrador nació en torno al año 1080 en la que hoy es la Calle de las Aguas, en el seno de una familia humilde. Comenzó a ganarse la vida en labores de agricultura o de pocero, ya que tenía un talento innato como zahorí para detectar fuentes de agua.
Se casó con otra figura religiosa muy conocida en Madrid, Santa María de la Cabeza. Las leyendas cuentan que San Isidro llegó a obrar hasta un total de 438 milagros, como repartir alimento entre los hambrientos o hacer fluir agua del suelo mágicamente con su vara de madera.
Su obra milagrosa más conocida es cuando hizo elevar las aguas de un pozo donde había caído su hijo Illán para salvarle. Este pozo se encuentra actualmente en el Museo de los Orígenes, en el número 2 de la Plaza de San Andrés, y es visitable de manera gratuita.
En 1619 Paulo V beatifica a Isidro Labrador y establecen la conmemoración al Santo el 15 de mayo. Esa fecha se eligió porque el 15 de mayo, fue el día en el que el cuerpo de San Isidro fue trasladado a la Iglesia de San Andrés, donde acabó descansando en el altar mayor de la Colegiata de San Isidro.
Desde el siglo XII, se dice que el agua del manantial de San Isidro, situado a 450 metros de la actual Ermita del Santo (Ermita de San Isidro), tiene poderes curativos. De hecho, fue la emperatriz Isabel de Portugal quien, en 1528, ordenó la construcción de la ermita después de que su agua curara, al parecer, las fiebres de Carlos V y de su hijo Felipe II.
Cada año, es tradición que los chulapos acudan hasta la Ermita del Santo para besar los pies de la imagen de San Isidro y tomar un sorbo de agua del manantial que se dice que es sagrado. Las romerías en honor al santo tienen lugar en la Pradera de San Isidro y las calles aledañas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar