Una de las ciudades más ricas del mundo, con una base económica fuerte y diversificada, dominada por el sector servicios y con un importante polo de atracción para la inversión extranjera. E importante: ha resistido bien el impacto del Covid-19. Estas son algunas de las lecturas realizadas por las Agencias internacionales de calificación crediticia Moody’s Investor Services y DBRS Morningstar, en sus informes sobre la situación económica y financiera del Ayuntamiento y la ciudad de Madrid.

Desde Cibeles recuerdan que, en 2015, la anterior corporación municipal decidió no renovar los contratos para la asignación de los «ratings» del Ayuntamiento de Madrid, que había obtenido su primera calificación en el año 2001. Transcurridos seis años desde esa retirada de los ratings, el Consistorio decidió volver a contar con las calificaciones crediticias.

En el caso de Moody’s, que califica por vez primera al Ayuntamiento de Madrid, le ha asignado una calificación de emisor de deuda a largo plazo y deuda senior no garantizada de «Baa1» con perspectiva estable. Así, la ciudad se sitúa en el mismo nivel que el Reino de España y la Comunidad Autónoma de Madrid y, por encima de la calificación asignada a la Generalitat de Cataluña y a la Junta de Andalucía.

Las expectativas de Moody’s reflejan que las finanzas de la ciudad seguirán siendo sólidas en los próximos años, con un ahorro bruto fuerte, superávits financieros y bajos niveles de deuda.

Si bien la pandemia ha tenido un impacto económico negativo, la ciudad mantuvo un ahorro bruto sólido, con un 19% sobre sus ingresos corrientes y un superávit financiero del 4,7% también sobre sus ingresos corrientes en 2021. Asimismo, se espera que Madrid siga registrando un sólido ahorro bruto y superávits financieros en los próximos años, en consonancia con la existencia de un gobierno fuerte que le ayuda a gestionar las situaciones de estrés.

Por su parte, DBRS Morningstar considera que, a pesar de sus puntos fuertes, la ciudad de Madrid no goza de la protección constitucional necesaria para ser calificada por encima de la calificación soberana. Por ello, sus «ratings» están limitadas por los del Reino de España.

Por otro lado, valora positivamente el grado de transparencia de la ciudad y su alto nivel de divulgación financiera general, así como el sólido control presupuestario y su planificación plurianual.