Realidad aumentada y «big data»: así atraerá Madrid al turismo en los tres próximos años

Los fondos de recuperación europeos, conocidos como Next Generation, y aprobados por la UE como respuesta a la crisis sanitaria, comienzan ya a tener su impacto en los planes municipales. Y una de las apuestas de los Ayuntamientos para recuperar el tiempo y el dinero perdidos en el último año pasan por el turismo. Concretamente, el Ayuntamiento de Madrid lanzará su primera convocatoria extraordinaria de Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos. En total, serán 10 millones de euros para sus proyectos, que deberán ser ejecutados a lo largo de 2022, 2023 y 2024. Unos planes que se articulan en torno a cuatro ejes, marcados por la Secretaría de Estado de Turismo. Y uno de ellos será el de la «transición digital»: todas aquellas actuaciones que, mediante la tecnología, faciliten la mejora continua de la cadena de valor del turismo.

En lo que respecta a este apartado, la inversión supondrá prácticamente la mitad del presupuesto: 5,2 millones de euros, según avanzan a LA RAZÓN desde el Área Delegada de Turismo, que preside Almudena Maíllo.

En concreto, el Ayuntamiento apostará por la innovación y digitalización para desarrollar herramientas de comunicación e interacción con el visitante. Así, campos como el del «big data» serán claves para «atraer a un turismo de calidad que genere un alto impacto económico en la ciudad y sus recursos».

Así, entre las novedades se implantarían los vídeos de realidad aumentada, esto es, el conjunto de tecnologías que permiten visualizar el mundo real, pero con información gráfica añadida gracias al uso de dispositivos. En esa línea, se prevé la instalación de rutas «gamificadas», es decir, a través de juegos, para dar a conocer la ciudad a través de la geolocalización y la realidad aumentada.

Además, se contempla el uso de un «chatbot»: una app en la que el visitante podrá preguntar sus principales dudas, así como organizar su viaje.

También se implantará una herramienta para la «inteligencia turística», basada en el «big data» y el análisis de datos, de forma que permitirá identificar tendencias y previsiones del sector.

Una de las grandes novedades es la introducción de una «tarjeta turística». Como recuerdan desde Cibeles, se trata de un recurso que, a día de hoy, no existe. Lo que actualmente tienen a su disposición los visitantes es solo una tarjeta especial de transporte. La intención del Área que preside Maíllo es la creación de una tarjeta que sume el transporte y las «experiencias», como descuentos, acceso a museos, etc.

Por último, entre otras mejoras, se prevé una renovación integral de la web de turismo, con una apuesta por los idiomas y nacionalidades, así como las herramientas de gestión de contenido audiovisual, que se pondrá a disposición del sector para unificar la imagen de Madrid y contribuir a su promoción.

«En todas las áreas de turismo del Ayuntamiento, la tecnología tendrá un protagonismo esencial», explica Almudena Maíllo. Tanto en la oferta de experiencias como en la identificación de la demanda, «la digitalización será parte esencial en la definición de estrategias». Además, estas herramientas, señala la concejala, permitirá la traducción de la información a varios idiomas, tanto en texto como en audio, lo que posibilitará intensificar las acciones en mercados de alto interés, como Oriente Medio y los países asiáticos en general.

Por otro lado, como recuerda el director de Turismo del Ayuntamiento, Héctor Coronel, el Consistorio va a acometer una transformación digital que era «imprescindible». «Aspiramos a ser líderes en turismo urbano. Y, por tanto, necesitamos conocer a fondo qué quiere el visitante, anticiparnos a sus necesidades, conocer sus gustos... tenemos que ser relevantes y aportar valor», asegura Coronel.

Los otros tres ejes de la estrategia turística comprenden una «transición verde y sostenible» –gestión de espacios naturales, rehabilitación de edificios, economía circular...–; la «mejora de la eficiencia energética –limitar la contaminación por carbono y estimular las energías renovables–, y la competitividad –embellecimiento de espacios públicos, mejora del producto, etc.–