La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quiere hacer una presentación oficial de su candidatura a la Presidencia del PP madrileño porque, hasta ahora, sus aspiraciones para liderarlo se habían conocido después de que trascendiera una conversación informal con periodistas. Pero su idea es postularse oficialmente como candidata después de la Convención Nacional del partido que se celebrará en Valencia. El formato aún no está definido. Está por determinar si lo hará durante un acto del partido, una intervención pública o a través de una entrevista en algún medio de comunicación en la que pueda argumentar ampliamente los motivos que la llevan a presentar su candidatura.

De esta forma, la presidenta dará oficialmente este paso al frente sobre una cuestión, la de liderar el PP de Madrid, que lleva meses meditando. Y que ha terminado de decidir tras su victoria el 4 de mayo en las urnas –en las que se quedó a las puertas de la mayoría absoluta y con más diputados que la suma de las tres formaciones de izquierdas– y una vez ha tenido configurada la estructura de su equipo y definidas las prioridades de esta legislatura exprés en Madrid.

El paso al frente de Ayuso ha sido enfriado en las últimas semanas con la postura de Génova: «Ahora no toca hablar del tema», ha sido el mantra de la dirección nacional en estos días, al tiempo que se daba aire a una posible candidatura alternativa liderada por el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, o por la actual secretaria general, Ana Camíns.

Lo que no se entiende en el equipo de Díaz Ayuso es el afán de Génova a la hora de tratar silenciar el debate sobre la Presidencia del partido madrileño y esquivarlo con el «ahora no toca» después de semanas de constantes declaraciones en los últimos meses sobre esta cuestión, también por parte de la dirección nacional. Y, más aún, después de que el propio secretario general de los populares, Teodoro García Egea, se posicionara sobre esta cuestión tras las autonómicas del 4-M en una entrevista en TVE y mostrase su «total apoyo» a Ayuso como líder del partido en Madrid. Fuentes próximas a la presidenta madrileña destacan, además, que fue ella la que comunicó a Pablo Casado su intención de presentarse para dirigir el partido en Madrid nada más ganar los comicios del 4 de mayo

La presidenta madrileña volvió a demostrar ayer su intención de abordar esta cuestión con normalidad. Ayer, admitió durante la sesión de control al Gobierno en la Asamblea que en el PP «nos va la marcha, pero no somos como ustedes, no pasamos por la guillotina nadie», en referencia a la portavoz de Más Madrid, Mónica García, que la recriminó estar más dedicada a «las guerras púnicas y cruzadas ideológicas que a los asuntos de los madrileños». Previamente Ayuso se había reunido con su grupo parlamentario en su primera reunión tras la vuelta de vacaciones. Fuentes presentes en ese encuentro aseguran que la presidenta recibió una ovación de más de un minuto y medio de todos los diputados.

Respecto a otro de los motivos de fricción entre Génova y Sol, la coincidencia entre la Convención Nacional y un viaje de Ayuso a Estados Unidos, desde su entorno sostienen que la presidenta «hará lo imposible» por estar en la cita de Valencia e incluso está dispuesta a reorganizar la agenda del viaje para poder estar presente en el cónclave del partido. De momento, Díaz Ayuso está a la espera de conocer el detalle de los actos de la Convención para cuadrar su agenda y poder acudir desde Estados Unidos «aunque sea sin dormir», añaden las mismas fuentes.