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Así será la Nochevieja más silenciosa en Madrid... salvo por Nacho Cano
Unos 200 agentes municipales y 300 de la Policía Nacional establecen desde hoy un doble anillo de seguridad para que nadie acceda a Sol. El ex de Mecano ofrecerá una actuación poco antes de las campanadas
Casi 160 años lleva el reloj de la Puerta del Sol marcando la hora en el kilómetro cero. Concretamente, desde 1866, cuando fue inaugurado en la Real Casa de Correos. Fue un regalo en honor de la reina Isabel II, con motivo de su trigésimo sexto cumpleaños. Aquella máquina perfecta acabó perteneciendo a todos los madrileños. Especialmente durante una Nochevieja que acabaría siendo la de todo el país. Sin embargo, la Torre del Reloj vivirá este 31 de diciembre su fin de año más silencioso. No habrá gentío ni griterío. Ni siquiera uvas. Tampoco tendrá lugar el ensayo general, el conocido como las “preuvas”. Este año, por primera y esperemos que por última vez, toca quedarse en casa. El coronavirus ha logrado lo que no pudo hacer la mal llamada “gripe española” de 1918.
Durante los días 30 y 31 de diciembre, el Ayuntamiento de Madrid ha dispuesto de un refuerzo de 200 efectivos policiales para que, antes de las 22:00 horas, sean desalojadas todas las personas que estén en la Puerta del Sol. Así, el Área de Seguridad y Emergencias, con Inmaculada Sanz al frente, implantará un doble anillo perimetral de control en toda la zona, que cubrirá Plaza del Carmen, Plaza de las Descalzas Reales, Plaza de Santa Cruz, Plaza de Jacinto Benavente, Plaza de Canalejas y la confluencia de calle Alcalá con Sevilla, donde se encuentra el hotel Four Seasons. A los 200 agentes municipales hay que sumar 300 más, pertenecientes a la Policía Nacional, y que reforzarán la zona.
En resumen, nadie podrá acceder a Sol... con muy pocas y honrosas excepciones. Una de ellas será la protagonizada por Nacho Cano, que actuará con una sola canción unos minutos antes de las campanadas del 31, en homenaje a las víctimas del Covid-19, según anunció ayer el Consistorio. Será la segunda actuación en público de Cano desde la separación de Mecano hace 28 años. La única hasta el momento fue la boda de los entonces Príncipes Felipe y Letizia.
En la rueda de prensa posterior a la última Junta de Gobierno del año 2020, el alcalde, José Luis Martínez Almeida, precisó que esta actuación no supondrá ningún coste para el Consistorio ya que no tiene una “finalidad comercial” sino que es un homenaje “al conjunto” de los madrileños y de los españoles.
¿Cuál será la canción que interprete? El propio alcalde la ha dejado caer. “Todos hemos cantado alguna vez “Cinco minutos más para la cuenta atrás”, que hace alusión a las campanadas y a la fiesta en la Puerta del Sol”. Así el tema podría ser “Un año más”, uno de los temas emblemáticos de la banda, y que comienza así: “En la Puerta del Sol como el año que fue, otra vez el champagne, y las uvas y el alquitrán, de alfombra están...”
Quien también estará allí es el relojero Jesús López Terradas, junto a los hermanos Pedro y Santiago Ortiz Rey. Llegaron a Sol en 1996, coincidiendo con la restauración del reloj. Y la última noche del año deberán estar pendientes de cualquier posible fallo. Como todos los años.
“Va a ser exactamente igual. La puesta a punto está siendo igual que siempre”, relata. “Mucha gente aún piensa que vamos solo a última hora del día 31. Y no es así. Acudimos todas las semanas para darle cuerda, como se dice habitualmente... Si no, el reloj se pararía”, añade. Subir las pesas, engrasarlo, corregir las piezas y palancas en caso de que sea necesario... “No es solo cuestión de echarle aceite. Tienes que saber dónde está el aceite y en qué cantidad. Son gotas en espacios concretos, con un engrasador por cada pivote del reloj”. Sin olvidar la célebre “bola”. Como es habitual, quitarán la palanca y ésta caerá por su propio peso. Un trabajo de precisión: “Hay que estar pendiente del segundo que la dejas caer, para que suene. Y justo después, empiezan a sonar los cuartos. No puede haber ninguna gran diferencia entre ambos instantes”.
Eso sí, técnicamente, habrá una importante diferencia. “Habitualmente, a final de año, hay que poner altavoces en la plaza, porque con el gentío no se escuchan las campanadas. Y esta noche no va a hacer falta. Lo hacía un técnico de sonido. Este año no será así”. Y es que, explica, el repicar “se escucha perfectamente con un número normal de personas” en Sol.
¿Echarán de menos los relojeros del alboroto? “Esta vez no habrá 20.000 personas, pero sí habrá 47 millones de personas mirando el reloj. No lo hemos vivido nunca. Hasta ahora, siempre habíamos escuchado la alegría de la última campanada. Pero es lo que hay. Tenemos que cuidarnos y dejarnos de tonterías”.
Y la última: ¿se siguen poniendo nerviosos en su gran noche? “Siempre cabe la posibilidad de que falle algo, pero no es fácil que ocurra. Después de tantos años, no nos ponemos nerviosos”.
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