Así será la nueva estación de de Gran Vía: un “gigante” bajo tierra, conectado a Cercanías y abierto en verano

Las obras de ampliación y modernización del Metro de Gran Vía encaran su recta final. Una estación accesible, dotada con las instalaciones más modernas del suburbano, conectada con la estación de Cercanías de Sol y que tendrá su puesta de largo el próximo verano. “Cuando el próximo verano terminen todas las obras esta estación volverá a ser una de las más importantes de la red de Metro, pero con los valores y exigencias del siglo XXI. Una nueva estación de Gran Vía moderna, accesible, inclusiva y digital, que refleja lo que será el modelo de Metro del futuro al que estamos comprometidos mediante los planes de modernización y accesibilidad”, ha destacado el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido, durante su visita esta mañana a las instalaciones, en la cual ha estado acompañado de la presidenta de ADIF, Isabel Pardo de Vera.

De hecho, y a lo largo de este mes, la Dirección General de Infraestructuras de la Comunidad de Madrid finalizará la obra civil de la estación, con el cerramiento del pozo situado en la calle Montera y la construcción de los forjados y escaleras fijas de la estación. Ya en enero, comenzará a reurbanizar la calle Montera y su entorno.

¿Qué les espera a los viajeros? La estación de Gran Vía pasará a ser un “gigante intermodal”, equivalente a un inmueble de ocho plantas bajo tierra, y encajado entre los edificios de los laterales de la calle Montera. En un primer nivel estará el nuevo vestíbulo, duplicado hasta los 2.000 metros cuadrados; en un segundo nivel intermedio, se llevará a cabo una musealización con los vestigios arqueológicos que han aparecido durante los trabajos; y en tercero, estará la conexión con la línea 5 de Metro y la galería que une con Renfe Cercanías Sol, de la que se ha ocupado ADIF. Ambas estaciones estarán conectadas mediante un pasillo, por lo que no será necesario salir a la superficie para hacer trasbordo.

En cuanto a este último aspecto, la previsión señala que un 75% utilizará directamente Sol y un 25%, la nueva estación de Gran Vía. Del mismo modo, mejorará la distribución de viajeros dentro de los trenes de Cercanías, al ofrecer un segundo acceso a la estación.

Templete de Antonio Palacios

Además, la nueva estación recuperará en su exterior el icónico templete del arquitecto Antonio Palacios, entre la calle Montera y Gran Vía. Se va a reproducir de la manera más fiel posible su estructura original con la idea de recuperar el valor simbólico que tuvo este templete de la Red de San Luis. Para ello, ha sido necesaria una labor de investigación histórica, con el fin de analizar las diferentes fases por las que pasó el templete original, desde su construcción en 1920. De este modo, se ha estudiado la remodelación que experimentó en el año 50 para incluir dos ascensores, hasta llegar al año 70 en el que se desmantela para su traslado a Porriño, localidad de origen del arquitecto. Esta reproducción recuperará las espectaculares proporciones de la gran marquesina del proyecto original. Sus materiales de base serán el vidrio y el acero y será translúcida, permitiendo la entrada de iluminación a través del hueco del ascensor.

En cuanto a las equipaciones, se instalarán 14 máquinas de venta de títulos de transporte modernas e innovadoras, con grande

s pantallas de visualización y que permitirán, por ejemplo, realizar pago sin contacto o atender al usuario a través de videollamada. Asimismo, se instalarán 17 tornos de entrada, seis de los cuales serán para personas con movilidad reducida, distribuidos en dos vestíbulos. Estos modelos, también de nueva creación, ocuparán menos espacio, tendrán pantalla para informar al usuario sobre la validación con gráficos y texto y dispondrán de iluminación en las puertas, en el lector sin contacto y en el suelo para informar al viajero sobre el resultado de la validación.